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Informe confidencial

La Interpol en un libreto contra Chávez y Correa

Fuentes: Rebelión

El pasado jueves 15 de mayo la Interpol confirmó que las computadoras en poder del Gobierno colombiano pertenecen a Raúl Reyes y que los documentos no fueron alterados. La noticia le cayó como anillo al dedo al presidente Álvaro Uribe, quien llegaba a Lima para participar en la V Cumbre de la Unión Europea y […]

El pasado jueves 15 de mayo la Interpol confirmó que las computadoras en poder del Gobierno colombiano pertenecen a Raúl Reyes y que los documentos no fueron alterados.

La noticia le cayó como anillo al dedo al presidente Álvaro Uribe, quien llegaba a Lima para participar en la V Cumbre de la Unión Europea y América Latina, en la que participaron 45 jefes de Estado.

Excitado como siempre ante la presencia de la prensa internacional, declaró: «Interpol ha dicho de manera contundente que Colombia no alteró los computadores, que la policía procedió con toda transparencia».

Pocas horas antes, el secretario general de la interpol, Ronald Kenneth Noble, brindó una conferencia de prensa en Bogotá, luego de dar la información mencionada en el primer párrafo, aseguró que «el pueblo colombiano debe sentirse orgulloso de su policía, porque actuó de manera honorable y recta, y siguió los principios internacionales en el manejo de la evidencia».

Para los grandes medios de comunicación, al igual que para el Gobierno colombiano, parece ser que la Interpol es un organismo internacional independiente y que el momento de la denuncia fue fortuito.

Manipulan a la opinión pública una vez más -para atender a sus intereses políticos de atacar a los gobiernos de Venezuela y Ecuador, a los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa, y al proceso de integración latinoamericano en general-.

La intervención de Noble en la nación caribeña forma parte de una puesta en escena de una obra escrita y dirigida por uno de los alfiles mejor preparados por Estados Unidos para colaborar en la guerra psicológica desatada contra los gobiernos progresistas de América Latina.

El libretista es el General Oscar Naranjo Trujillo, presente junto a Noble en la citada conferencia de prensa, y director de la Policía Nacional de Colombia.

Esto quedará demostrado a partir de la próxima línea.

El 11 de marzo de este año, 10 días después del ataque al campamento de Raúl Reyes, Noble viaja a Bogotá y firma un acuerdo de asistencia técnica con el gobierno, para analizar las supuestas computadoras de Reyes. En ese entonces Noble declara ante la prensa, que el trabajo de los expertos de la Interpol demorará entre 4 y 6 semanas. Sin embargo el informe se demora 9 semanas y sale a la luz justo durante la jornada en la que Álvaro Uribe puede mostrarlo ante una tribuna internacional.

No discutiremos aquí si los ordenadores que investigó la Interpol, estaban o no en posesión de Raúl Reyes, aunque es pertinente apuntar que durante su último programa radial del día sábado, el presidente Rafael Correa, aseguró que su gobierno tiene información que indica que las computadoras no estaban en el campamento, sino que habían caído en poder de la inteligencia colombiana mucho antes.

Ahora veremos que la Interpol no es un organismo internacional independiente, sino que trabaja de manera hermanada con el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el servicio de inteligencia colombiano.

La Interpol es -como su nombre lo indica- un cuerpo de policía internacional, sus funcionarios son, en la inmensa mayoría de los casos, efectivos de los cuerpos policiales de los 178 países que integran la organización creada en 1923.

En enero de este año, por ejemplo, el entonces presidente del organismo, el surafricano Jackie Selebi, debió renunciar a su cargo por estar sometido a una investigación por un presunto delito de corrupción en su país. El ex presidente de la Interpol era el jefe de la policía de Suráfrica.

Si nos vamos a Colombia, hay agentes de inteligencia que son presentados de manera pública como empleados del DAS-Interpol, uno de los que ha tenido mayor exposición mediática en los últimos meses es Luis Riapira, quien ostenta el cargo de Analista Blanco de Trata de Personas de DAS-Interpol.

No se trata de información clasificada, la agencia española EFE, informó el 6 de marzo pasado que ‘El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), representa en Colombia a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).

Funcionarios del DAS-Interpol también lograron capturar en Rusia al mercenario israelí Yair Klein, quien está acusado de diversos crímenes en Colombia. El trabajo en conjunto no solo es permanente, sino que -como ya se ha demostrado- los mismos funcionarios del DAS son quienes conforman la Interpol.

Hay otra información que reconfirma que DAS-Interpol son lo mismo. El mismo 6 de marzo, el diario colombiano El Tiempo publica que el 27 de junio de 2007, la Interpol había dado aviso a las autoridades ecuatorianas sobre la presencia de Raúl Reyes en Sucumbíos, Ecuador.

Sin embargo, en el cable de la Agencia EFE del mismo día se informa que quien dio parte sobre la presencia del líder guerrillero en territorio ecuatoriano fue el DAS y no Interpol, es que simplemente son lo mismo, los agentes del DAS-Interpol (según esta información) habían dado el alerta a sus pares ecuatorianos.

Pese a estas evidencias se da rienda suelta al montaje, el presidente Uribe pide la colaboración de Interpol, los medios lo reseñan, como si se estuviese rogando por los servicios de una entidad independiente.

Noble llega en marzo a Bogotá y el 11 de marzo firma ante toda la prensa el acuerdo, están presentes María del Pilar Hurtado, directora del DAS, y el citado director de la Policía, Oscar Naranjo.

Ahora nos centraremos en Naranjo, el libretista, pues no sólo estuvo presente en las escenificaciones del 11 de marzo y 15 de mayo.

Durante la crisis desatada por el ataque al campamento de las FARC el sábado 1 de marzo, Naranjo asume un papel protagónico. El lunes siguiente, cuando habían transcurrido 60 horas del ataque, Naranjo da un discurso televisado ante Colombia y el mundo, en el que denuncia que el presidente Chávez había financiado con 300 millones de dólares a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y que además había vendido a esta fuerza insurgente 50 kilógramos de uranio que probablemente servirían para la producción de «armas sucias de destrucción» (sic).

La reacción del gobierno venezolano es inmediata y pocas horas después, su ministro de Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, denuncia que en los archivos de una computadora incautada al narcotraficante colombiano Wilber Varela, alias Jabón, se establecían nexos entre el citado narcotraficante y el general Oscar Naranjo.

Según la denuncia realizada por Rodríguez Chacín, Naranjo era el protector de Varela, quien apareció muerto junto a su escolta en una habitación de un hotel campestre en las afueras de la ciudad de Mérida, el 30 de enero de 2008. El ministro venezolano detalló que Jabón fue asesinado por temor a que fuera capturado por autoridades venezolanas.

(Para la interpretación de esta información ver puntos 1 y 2 de Análisis, hipótesis y conclusiones)


Oscar Naranjo, el libretista

Esta es su historia
La imagen recorrió el mundo. La tarde del 2 de diciembre de 1993, el narcotraficante más famoso y buscado del planeta, Pablo Escobar, caía abatido por las fuerzas del orden colombianas, mientras intentaba huir por los techos de una casa en el barrio Los Olivos, de Medellín.

Esa misma noche, el entonces mayor de la policía Oscar Naranjo se sintió realizado, gracias al sofisticado sistema de inteligencia electrónica dotado de complejos mecanismos de localización satelital -que él se había encargado de montar para los servicios de inteligencia de su país- el capo narco pudo ser dado de baja. Tras los festejos y las sonrisas prodigadas entre sus camaradas, regresó a casa con la satisfacción del deber cumplido, su esposa Claudia lo esperó para darle la última felicitación.

Pero Naranjo no había actuado solo, sus compañeros de labores en la misión Escobar fueron sus camaradas de armas, el cartel de Cali enemistado con el capo narco, la agrupación narco-paramilitar ‘Los Pepes’, la CIA estadounidense y una de sus tantas dependencias infiltradas profusamente, la DEA.

Los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar) eran una organización criminal a la que se la responsabiliza por el asesinato de centenares de personas entre quienes se encontraban familiares, abogados y aliados de Escobar. Contaban con el patrocinio de todas las organizaciones anteriormente mencionadas y estaban dirigidas militarmente por los hermanos Carlos y Fidel Castaño.

Según reveló el diario Nuevo Herald el 16 de diciembre de 2000, varios miembros de este grupo mafioso tenían una relación fluida con el agente Javier Peña del organismo antinarcóticos del gobierno estadounidense (DEA). Peña cumplía con una importante responsabilidad para el normal desenvolvimiento de Los Pepes, servía de enlace con el Bloque de Búsqueda de la Policía Nacional encargado oficialmente de la persecución de Escobar.

Un testimonio anónimo de un ex integrante de Los Pepes devela la relación entre esta organización y los organismos estadounidenses:

«Los americanos se tapaban los ojos para no ver lo que Los Pepes hacían, pero ellos sabían perfectamente lo que hacían»

Las buenas relaciones del agente Peña con este grupo mafioso, no le ocasionaros mayores contratiempos, en los primeros años de nuestro siglo, se transformó en el subdirector de la DEA en Colombia.

Durante los años más calientes en los que la captura o muerte de Pablo Escobar era un asunto de estado en Colombia, el Bloque de Búsqueda de la Policía Nacional en Medellín funcionaba en la escuela Carlos Holguín, Naranjo trabajaba allí, era el jefe del grupo de evaluación y análisis del citado Bloque.

Según el relato de uno de los abogados del capo narco, en ese lugar se presentaban con asiduidad Fidel y Carlos Castaño junto a varios de sus principales secuaces de Los Pepes.

Esto fue admitido años después por el mencionado agente Peña, quien aseguró que Fidel Castaño, llegó a dirigir redadas al mando de tropas del Bloque de Búsqueda.

Los hermanos Castaño ostentan el dudoso honor de ser los fundadores de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización paramilitar de ultraderecha responsable de masacrar y violar sistemáticamente los Derechos Humanos de miles de ciudadanos, también de proteger algunas redes del narcotráfico.

El ex director de la DEA en Colombia, Joe Tofts, también denunció que los Pepes estaban al mando de muchos operativos de la Policía Colombiana. Tofts renunció 3 meses después del asesinato de Pablo Escobar, lo hizo en protesta por los crecientes vínculos entre narcotraficantes y el gobierno colombiano.

A finales de 2004, Thomas Kent, abogado del Departamento de Justicia de Estados Unidos, escribió un memorando en el que denunció que agentes de la DEA en Colombia, ayudaron a narcotraficantes, participaron en lavado de dinero y conspiraron para asesinar informantes.

El ex agente Baruch Vega, amplió la denuncia de Kent. Según Vega, a mediados de los 90 existía una organización denominada ‘Cartel del Diablo’ encargada de proteger sus negocios en el narcotráfico y neutralizar a otras organizaciones rivales. Entre los principales rivales de este grupo estaba el Cartel de Cali.

El Cartel del Diablo era una alianza entre narcotraficantes del Cartel del Norte del Valle (que finalmente eclipsó al Cartel de Cali) y miembros activos de la Policía Nacional (Naranjo). La protección de este grupo la garantizaba Carlos Castaño, el ya mencionado líder las Autodefensa Unidas de Colombia.

El órgano de inteligencia del Cartel del Diablo, sostuvo Vega, estaba compuesto por agentes federales corruptos de la DEA y la Aduana.

Existen más denuncias que evidencian actividades delictivas realizadas en conjunto entre la CIA, la DEA y las autoridades policiales colombianas.

Un informe de Amnistía Internacional relaciona a Fidel Castaño con agentes de la CIA y la DEA, con la marina y con el ejército de Estados Unidos. Como ya se ha dicho, todos ellos junto al general Naranjo trabajaron en conjunto para apoyar acciones contra Pablo Escobar.

La presencia de agentes de la CIA en Colombia recibió mucho impulso en ese entonces, fue autorizada en secreto por el presidente George H. Bush con el nombre de operación ‘Heavy Shadow’ (sombra pesada).

El 9 de diciembre de 2000, el diario La Jornada de México publicó una editorial, cuyo título y algunos de sus párrafos decían lo siguiente:

«Se confirma la financiación y apoyo de EE.UU. a grupos paramilitares colombianos»

«Los hechos sucedieron hace ocho años en las operaciones militares encaminadas a la búsqueda y eliminación del narcotraficante Pablo Escobar. Los operativos duraron quince meses, comenzaron bajo la administración Bush y continuaron bajo la de Clinton. Fueron dirigidas por el ex embajador de Estados Unidos en Colombia y participaron agentes de la CIA, el FBI, la DEA y la Agencia Nacional de Seguridad. Todos ellos ayudaron a la creación de una unidad especializada de la policía colombiana denominada Bloque de Búsqueda. La eliminación de Escobar no sólo no contribuyó a detener el flujo de cocaína a Estados Unidos sino que desencadenó la creación de supercárteles de la droga integrados por narcotraficantes y paramilitares.»

Según lo que se desprende de estas informaciones, los resultados de las alianzas nacidas durante la búsqueda de Pablo Escobar se establecen entre los siguientes actores, CIA, DEA, la Policía Nacional de Naranjo y algunos grupos narcoparamilitares como las Autodefensas Unidas de los famosos hermanos Castaño.

Si a alguien le quedan dudas sobre el papel de la CIA en todo este entramado, de manera adicional a la operación ‘sombra pesada’ ordenada por Bush padre, es de utilidad citar al escritor y periodista Douglas Valentine, quien destapó los vínculos de la CIA con la DEA, el escritor publicó que en 1977, alrededor de 125 agentes de la CIA estaban infiltrados en todos los niveles de organización de la DEA, especialmente en unidades de inteligencia. Sus labores eran diversas -intercambios de armas en el mercado negro, negociaciones con terroristas, asesinatos políticos-.

La descripción del periodista Valentine, coincide con las actividades que realizaba el agente Peña.

Algunos años después, en 1993, Robert Bonner renunció a un puesto de jefatura en la DEA, entonces reveló que en 1990, la CIA había embarcado una tonelada de cocaína pura a Miami desde su almacén de Centro Contranarcótico en Venezuela.

(Para la interpretación de esta información remitirse al punto 3 de Análisis, hipótesis y conclusiones)

Jabón y otros hechos

Wilmer Varela, alias Jabón, era durante los ’90, uno de los cabecillas del Cartel del Norte del Valle, que fue la organización criminal que se impuso al desarticulado Cartel de Cali. En el currículo oficial del general Naranjo, figuran impresionantes logros en la lucha contra los carteles, desarticuló el de Cali y el de la Costa, acabó con la dinastía de los Rodríguez Orejuela y capturó a más de 300 miembros de organizaciones de la mafia, 150 de ellos solicitados en extradición.

Sin embargo, como lo mencionara el ministro Rodríguez Chacín, no todo es color de rosa -como lo suelen presentar los medios colombianos-.

Según una fuente muy cercana al palacio de Nariño, en Cali o Medellín, son vox populi los lazos del General Oscar Naranjo con el oscuro mundo del narcotráfico, pero no solamente como cazador de narcos, sino también como protector de Jabón. Esta versión viene a reforzar la denuncia hecha por el ministro venezolano Rodríguez Chacín.

El 22 de mayo de 2006, un grupo de elite de la Dijin -la policía judicial colombiana- fue masacrado en las inmediaciones de la finca La Margarita en la localidad de Jamundí, cerca de Cali. Estos oficiales entrenados por la DEA en Estados Unidos, se dirigían a buscar un supuesto depósito clandestino con 200 kilogramos de cocaína, explosivos, dinero y armas.

La Margarita era propiedad de Fabio Ochoa, patriarca del afamado clan de los narcotraficantes ‘Ochoa’, Fabio es primo hermano de Laura Vélez, la madre de Álvaro Uribe Vélez.

Al cotejar las versiones de lo ocurrido, la hipótesis más acabada indica que el cuerpo de elite policial iba detrás de un botín muy grande que pertenecía al narcotraficante Diego Montoya, alias ‘Don Diego’, quien recibía protección de los cuerpos del ejército colombiano desplegados en la zona. El cuerpo de elite policial fue masacrado por un contingente de 28 militares al mando del coronel Byron José Carvajal.

Esta operación se produjo en medio de una feroz guerra de clanes entre los aliados de ‘Don Diego’ y quienes se enrolaban con Wilmer Varela o Jabón.

El escándalo sacudió al entonces director de la Dijin, quien tuvo que dar explicaciones acerca de porqué había enviado al grupo de elite a realizar esta operación sin ninguna orden oficial. Lo natural es concluir que esta fue una disputa de poder entre los aparatos militares de Don Diego y Jabón. El director de la Dijin era Oscar Naranjo, y a la Duijin pertenecía el grupo de elite policial, presunto aparato militar al servicio de Jabón.

Tras esta masacre, que por supuesto alcanzó dimensión nacional, Jabón tuvo que «desaparecer», sus contactos lo llevaron hacia territorio venezolano, donde fue acogido por agentes encubiertos de la DEA, por un tiempo logró invisibilizarse pero en enero, cuando las autoridades venezolanas le seguían la pista, apareció muerto en un hotel campestre.

La misma fuente cercana al gobierno colombiano ofrece la misma versión que el ministro Rodríguez Chacín, Jabón estuvo protegido por las aceitadas redes de inteligencia de Naranjo.

En 2004, dos fiscales vincularon al general Oscar Naranjo con Jabón. Los fiscales fueron despedidos, denunciaban que el general Naranjo le brindaba protección al narco.

Adicionalmente, el ministro venezolano denunció lazos de consanguineidad entre Jabón y Naranjo, hay más de una versión acerca de cuáles serían estos lazos, algunos indican que son primos, y otros aseguran que son cuñados.

Lamentablemente, este no es el único familiar de Naranjo que se ha visto involucrado en escándalos relacionados al mundo de las drogas, el hermano del general, Juan David, fue capturado el 27 de abril de 2006 en Colonia, Alemania, cuando se disponía a comercializar 35 kilogramos de cocaína.

La Fiscalía del Estado Federado de Baden Würtenberg, lo acusó de narcotráfico en calidad de miembro activo de una banda internacional de tráfico de cocaína que llevaba droga desde Colombia hacia Europa. Juan David cumple su condena en una cárcel alemana.

El general Naranjo asumió la detención de su hermano y ofreció una conferencia de prensa en la que aseguró que no tenía ningún conocimiento acerca de la actuación de Juan David.

Recordamos que en Colombia no hay nadie bien informado que no señale a Naranjo como un hombre cercano a los servicios de inteligencia estadounidenses. «Es un hombre de la DEA» es lo más escuchado. Según la revista Semana, Naranjo cuenta con el respaldo incondicional de las principales agencias antinarcóticos (DEA) y de inteligencia de Estados Unidos (CIA).

Esto sin duda, ayuda a entender el siguiente hecho curioso que Radio Caracol publicó de la siguiente manera el 14 de mayo de 2007:

«El nombramiento del general Oscar Naranjo Trujillo en la Dirección General de la Policía Nacional trae consigo la salida de todos los oficiales que hacen parte del mando institucional y que tienen mayor antigüedad a la del nuevo director. Bajo esta circunstancia son 9 generales los que deberán pedir su retiro porque en las fuerzas armadas el comandante debe ser el oficial de mayor tiempo de servicio».

«Es considerado (Naranjo) el miembro de la Policía que tiene las mejores relaciones con agencias de seguridad norteamericanas como la DEA, ICE e Interpol. Medio centenar de condecoraciones y distintivos en la hoja de vida del general Naranjo dan cuenta del desempeño del nuevo director de la Policía Nacional.»

Hay información adicional que ayuda a entender el ascenso de Naranjo a director de la Policía Nacional. El domingo 13 de mayo de 2007 fue una de las jornadas más estresantes en la carrera del libretista Naranjo.

La revista Semana había publicado una nota en la que develaba escuchas telefónicas que demostraban que paramilitares ordenaban crímenes y organizaban tráfico de drogas desde la cárcel de máxima seguridad de Itagüí. Todo hacía indicar que el principal responsable de este desliz era el general Naranjo -recordemos entonces jefe de la Policía Judicial-, el mayor especialista en intercepciones telefónicas.

La carrera de Naranjo estaba en discusión y su cabeza estuvo a punto de rodar. Sin embargo algo ocurrió, y tras una reunión de casi 4 horas, en la madrugada del lunes 14 de mayo, Oscar Naranjo se dio un apretón de manos con el presidente Álvaro Uribe y con el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos, los tres sonrieron como camaradas, Naranjo era el nuevo jefe de la Policía Nacional.

Para posibilitar su escalada al puesto, hay que destacarlo, Uribe debió destituir a 12 generales (no a 9) que tenían prioridad en el escalafón, un hecho inédito en la historia colombiana.

(Para la interpretación de esta información ver puntos 4 y 5 de Análisis, hipótesis y conclusiones)

Análisis, hipótesis, y conclusiones

1- Como ha quedado evidenciado, la solicitud de colaboración a la Interpol por parte del gobierno colombiano y el intento de presentar a esta entidad como independiente es una simple burla a la inteligencia.

Vimos que el DAS conforma la Interpol Colombia, ellos habían advertido sobre la presencia de Reyes en Ecuador 9 meses antes. Esto remarca que los agentes de Interpol obvia y naturalmente realizan tareas de inteligencia y que sus agentes son los agentes de la inteligencia colombiana, entonces por obvia deducción, no son independientes.

2- ¿Por qué se eligió el momento que se eligió para atacar el campamento de Raúl Reyes, si como afirman estos organismos de inteligencia, ya se conocía su ubicación con tanta anterioridad?

Tal vez Uribe eligió ese 1 de marzo porque era inminente la liberación de Ingrid Betancourt, quien en libertad puede transformarse en una potente amenaza para la hegemonía uribista en Colombia.

Esta es solo una hipótesis, pero lo que sí es un hecho incontrastable es que si existiera en el presidente colombiano, una voluntad real de conseguir la liberación de Ingrid Betancourt, no hubiese ordenado el bombardeo al campamento del principal negociador, a pocas horas de una reunión clave entre el citado Reyes y dos negociadores enviados por el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

Uribe pudo haber esperado la liberación de Betancourt y atacar el campamento guerrillero después, hacía 9 meses que conocía su ubicación. En cambio ordenó asesinar al negociador.

Esto ayuda a explicar por qué el gobierno francés, de orientación derechista, insiste en defender la intermediación del gobierno venezolano. Sarkozy es de derecha pero no estúpido, sabe que Chávez es un negociador y Uribe un exterminador.

3- Lo que se desprende del análisis del Currículum no oficial del libretista.

Naranjo es el sabueso más destacado en las operaciones de inteligencia que dan con el paradero de Escobar. En esta época traba relación con los agentes de la CIA enviados por Bush, con los hermanos Castaño y con el agente Peña (DEA y probablemente CIA). Su labor lo lleva a la identificación del entorno de Escobar, parte de esta información producida en el Bloque de Búsqueda la utilizan los Pepes para asesinar a dicho entorno. Esta relación no es obra de afiebrados columnistas al servicio del comunismo. Un subdirector de la DEA (Javier Peña) admite que Fidel Castaño (líder paramilitar) llegó a dirigir redadas al mando de tropas del Bloque de Búsqueda.

No es el único, por esta alianza entre organismos internacionales, las fuerzas legales colombianas y los narcoparamilitares, Joe Tofts director de la DEA en Colombia renuncia 3 meses después del asesinato de Escobar.

Durante los noventa y hasta el año 2007, el Cartel del Norte del Valle se transformó en una organización que llegó a distribuir ente el 30 y el 50 por ciento de la cocaína que se consume en el mundo.

Carlos Castaño pasó de Pepe a líder de las AUC, dejó de perseguir a colaboradores de Escobar para dedicarse a limpiar el camino del Cartel del Norte del Valle, para eso siguieron asesinando a rivales de otros carteles. El crecimiento y hegemonía del Cartel del Norte del Valle se entiende por la alianza entre algunos sectores de la Policía Nacional (Naranjo), los organismos estadounidenses (DEA – CIA), los líderes del cartel, entre ellos Jabón, y las AUC de Castaño.

Los mismos elementos que se conocieron y aliaron para destruir a Escobar, siguieron trabajando en conjunto para ganar dinero. Naranjo contó siempre con el respaldo irrestricto de la DEA-CIA, quien llegó a fungir como subdirector de la DEA era el agente Peña, el mismo que en la época del Bloque de Búsqueda operaba como enlace entre los Pepes y la Policía, y por lo que vimos, todos ellos habían establecido una estrecha relación con Carlos Castaño cuando este visitaba las instalaciones del Bloque de Búsqueda en la época de Escobar.

Pese a estos antecedentes que los ligan de manera directa con narcoparamilitares asesinatos y demas fechorías, Naranjo siguió siendo el principal aliado de la inteligencia estadounidense y Peña continuó escalando posiciones en la organización que supuestamente debía luchar contra el narcotrafico (DEA). Insistimos en que no es una mera interpretación, en protesta po estas relaciones turbias -repetimos una vez más-, un antiguo responsable de la DEA abandonó su cargo.

La denuncia de Thomas Kent, abogado del Departamento de Justicia de Estados Unidos refuerza esta hipótesis, en 2004 acusó a agentes de la DEA en Colombia de ayudar a narcotraficantes, participar en lavado de dinero y conspirar para asesinar informantes.

El ex jefe de la DEA, Robert Bonner, señaló que la CIA embarcó desde Venezuela, una tonelada de cocaína hacia Miami, otro alto responsable de la DEA renuncia en protesta por los vínculos entre narcotraficantes y el estado colombiano.

4- Este es el marco de referencia del libretista Naranjo, destacado agente de inteligencia, especialista en desbaratar redes de narcotráfico ajenas a sus intereses, pariente y protector de uno de los capos del Cartel del Norte del Valle, y niño mimado de la inteligencia estadounidense desde su etapa del Bloque de Búsqueda.

Con estos antecedentes, creerle que desconocía las actividades de su hermano como integrante de una red de narcotráfico internacional resulta bien difícil, más bien todos los indicios nos llevan a creer que probablemente, la banda de Juan David Naranjo era un apéndice del Cartel del Norte del Valle, que protegía con información y con sus vínculos con el narco-paramilitar-terrorismo a la organización de su hermano, o cuanto menos que hacía la vista gorda a sus actividades.

Hay que resaltar que esta última es otra hipótesis, basada en un análisis del entorno y no en pruebas o testimonios fehacientes.

5- La masacre de Jamundí también compromete seriamente a Naranjo, ya que no se encuentra justificación a que un cuerpo de elite entrenado y financiado por la DEA actúe llevando adelante importantes operativos de manera clandestina, sin una orden formal de sus responsables, fortalece una vez más la hipótesis de que este grupo de la policía judicial, al mando de Naranjo e intimamente ligada al organismo antidroga estadounidense, estaba al servicio del narcotrafico y más precisamente a su protegido y consaguineo Jabón, y no al de la ley.

6- Fueron los griegos quienes destacaron que la verdad es la primera víctima de la guerra.

Hay que tener en cuenta que prácticamente desde el nacimiento de Estados Unidos como nación, cualquier gobierno que se oponga a sus intereses de dominación pasa a convertirse automáticamente en blanco de una guerra, que puede ser económica, política, militar, psicológica o una mezcla de todas ellas.

Todas las fuentes consultadas y los medios que día a día en Colombia sustentan el proyecto político de Álvaro Uribe, coinciden en señalar que el General Oscar Naranjo es ‘el hombre’ de la inteligencia estadounidense en el país caribeño.

En este marco de guerra ya mencionada contra Venezuela, Ecuador y los procesos de emancipación latinoamericanos, Naranjo asume fielmente su papel de agente al servicio de la potencia dominante, tanto que está dispuesto a demostrar su sumisión jugándose el todo por el todo.

Sin ruborizarse denuncia ante el mundo al presidente de Venezuela como proveedor de uranio a las FARC, de esta manera rinde culto al milenario proverbio griego intentando sembrar -contra Chávez- la misma matriz de opinión que sirvió para lanzar la invasión a Irak.

Días más tarde invita a sus declarados amigos de la Interpol a investigar las supuestas computadoras de Reyes, y tanto en la firma del convenio, como en la entrega de resultados, monta una operación de prensa digna de destacar para hacer más atrapante el show. Es una combinación interesante del brillante y experimentado agente de inteligencia actual, con aquel joven estudiante de comunicación social que supo ser.

Sin embargo, el libretista Naranjo, como ya hemos visto, debe muchas explicaciones a la sociedad colombiana -y desde el momento en el que lanza acusaciones abiertas contra el primer mandatario de otra nación, también a la comunidad internacional.-

Observaciones finales
Cuando se analizan los antecedentes de la clase política que ejerce el poder hoy en Colombia, realmente cuesta creer que toda la información sea verídica. Uno mismo se sorprende y puede llegar a pensar que son exageradas todas las informaciones que aparecen y que se van verificando entre distintas fuentes.

Hace pocos meses, en un lujoso hotel de una capital latinoamericana, coincidí en un encuentro internacional con un ex presidente colombiano, me acerqué a saludarlo y luego de presentarme le pregunté cómo veía la situación en Colombia. Para mí sorpresa -pues no se trata de ninguna personalidad a la que podamos ligar a la izquierda de nuestro continente- lo primero que me mencionó (luego de decirme que estaba complicado), era que el presidente (Uribe) y sus principales colaboradores eran parte del narcotráfico y el paramilitarismo. Tratando de bajarle el tono, le pregunté si eran tan ciertas todas esas denuncias y me dijo «Claro, no viste que su principal asesor José Obdulio Gaviria, es el primo hermano de Pablo Escobar Gaviria».

Según distintas fuentes, Álvaro Uribe, su primo William Vélez y José Obdulio Gaviria formaron parte del círculo de colaboradores más cercano de Pablo Escobar Gaviria.

En el escándalo de la parapolítica en Colombia, hay 67 congresistas investigados por sus vínculos con los paramilitares, 31 están en la cárcel. Recientemente las acusaciones de la fiscalía alcanzaron a Mario Uribe, ex senador, primo y uno de los principales aliados del presidente colombiano.

Líderes paramilitares también declararon tener nexos con Francisco Santos, vicepresidente de la República, y con su primo Juan Manuel Santos, el Ministro de Defensa de Uribe.

El 19 de febrero de 2007, también debió anunciar su renuncia la entonces canciller María Consuelo Araujo, su hermano Álvaro Araujo Castro, fue acusado por la justicia colombiana por sus vínculos con el paramilitarismo.

Estos son los aliados que Estados Unidos ha elegido para llevar adelante su lucha contra la integración y la emancipación latinoamericana. Hoy son los narco paramilitares, como ayer fueron los militares genocidas.

Mañana dejarán de servirles, por eso tanto Naranjo como Uribe y los Santos no deberían confiarse. Estados Unidos les soltará la mano cuando la mafia que componen ya no sea funcional a sus intereses, así lo hicieron con Pinochet, Videla y cia, Stroessner, Somoza, el Sha o Saddam Hussein.

Entre tanto habrá que estar atentos y esperando las próximas fábulas del libretista Naranjo, los hechos demuestran que su brillante capacidad junto al aparato reproductor y multiplicador mediático causan un importante impacto en grandes sectores de la opinión pública. Pero no todas son a su favor, su alineamieno con los sectores más retrogrados de la inteligencia estadounidense, su falta de escrúpulos y límites a la hora de defender los intereses de su amo, pueden llevarlo al ridículo como en el caso del uranio.

Por otro lado, sus turbulentas relaciones con el narco para militarismo lo llevarán tarde o temprano al banquillo de los acusados y a su ocaso político y mediático.

No debe sorprendernos, si los próximos años encuentren al libretista Naranjo en un silencioso exilio miamero.