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Declaración de su Comisión Política

La Izquierda Cristiana conquista su legalización como partido político

Fuentes: Rebelión

Hace casi 19 años, triunfó el NO en el plebiscito de 1988. Fue el triunfo de las esperanzas democratizadoras que recorrían la patria. Fue una victoria a la cual la Izquierda Cristiana contribuyó con pasión, desde los tiempos de la resistencia en los años posteriores al golpe, pasando por la reanimación de los movimientos sociales […]

Hace casi 19 años, triunfó el NO en el plebiscito de 1988. Fue el triunfo de las esperanzas democratizadoras que recorrían la patria. Fue una victoria a la cual la Izquierda Cristiana contribuyó con pasión, desde los tiempos de la resistencia en los años posteriores al golpe, pasando por la reanimación de los movimientos sociales en los 80, hasta la formación de la Concertación.

Han transcurrido 19 años, desde que se anunció a Chile que «la alegría ya viene», para luego proclamar que ganaría «la gente», que venía «la patria justa y buena para todos».

1. En estas dos décadas de transición pactada, ha quedado en evidencia que aún está pendiente el tiempo histórico y político del triunfo de la gente, que el sueño de la alegría que venía fue muy efímero, y que la construcción de la patria justa y buena para todos aún es un desafío pendiente.

Este es el fundamento básico de la decisión que ahora comenzamos a cristalizar. Esa es la causa de iniciar el proceso de constitución de la Izquierda Cristiana de Chile como Partido Político Legal, con la presentación en el Servicio Electoral de la Escritura Pública con la nómina de patrocinantes y la expresión política de la voluntad de constituirnos.

Nos hemos impuesto el desafío de contribuir a edificar un país de ciudadanas y ciudadanos, una tierra de derechos sociales y con oportunidades para todos, una visión de la política y la economía sustentada en la ética y el amor a los débiles.

Retomamos hoy una tradición política que se abre paso en nuestra historia con los libertadores, como Camilo Henríquez, aquellos que trajeron el anuncio de la soberanía popular; que se extiende en las figuras de Alberto Hurtado, Gabriela Mistral, Clotario Blest y Raúl Silva Henríquez, los precursores del cristianismo comprometido con las luchas sociales; que se extiende en el testimonio de los hombres y mujeres que en los últimos 40 años han puesto sus vidas al servicio de un horizonte de emancipación, entre los que hacemos una especial mención a nuestro fundador Bosco Parra y a todos quienes hicieron posible el nacimiento de la Izquierda Cristiana.

2. Hemos adoptado esta decisión porque estamos convencidos de la necesidad de construir una Patria Nueva, durante esta generación. La gente está cansada del maltrato y el abuso, la corrupción, la violencia, la inequidad, la exclusión. A pesar de la propaganda, no somos felices. Y lo comprobamos cada día, en las calles y en los barrios, en el transporte público, en los sitios de trabajo y en los centros de estudio.

Con urgencia, necesitamos cambiar esta realidad.

Y el camino para un cambio no está domiciliado en los bloques dominantes. Las recientes encuestas muestran que así lo percibe la ciudadanía: el Gobierno y la Concertación descienden a sus más bajos niveles de aprobación ciudadana, y la derecha no suma los descontentos. La gente repudia que la política haya perdido su sentido de servicio a las ciudadanas y ciudadanos.

Necesitamos una opción política alternativa, fundada en la ética del servicio, el apego a la verdad, el amor a la vida en toda su diversidad, y en un proyecto de democracia plena y justicia social.

La Izquierda Cristiana se inscribe para contribuir a levantar esa opción. En este sentido, es una herramienta puesta a disposición de la «izquierda ciudadana», la que comienza a reagruparse en esa perspectiva. Por esa razón, entre los cerca de 180 patrocinantes que hemos presentado, se encuentran significativas figuras del progresismo, tales como Fabiola Letelier, Hiram Villagra, Nelson Caucoto, Roberto Celedón, Rafael Luis Gumucio, Lucio Cuenca, Álvaro Ramis, Julio Silva Solar y muchos otros. Por esta razón, se han adherido también fundadores del Juntos Podemos Más. Hoy somos, por consiguiente, una herramienta plural.

Nos inscribimos, por lo tanto, para ensanchar las fronteras de la izquierda, para contribuir a su renovación, su unidad y desarrollo. Nos inscribimos para hacer un camino común con la totalidad de las fuerzas del Juntos Podemos y todos los que puedan converger en el desafío de abrir paso a una nueva esperanza para los hombres y mujeres de Chile.

Hoy es el tiempo fecundo para una mayoría que nace.

Ratificamos nuestra convicción más profunda de que la historia nos dimensión, contenido y futuro.

COMISION POLITICA
IZQUIERDA CRISTIANA DE CHILE