La unidad de la izquierda es una necesidad para el país y para su desarrollo democrático. Por esto, es una responsabilidad para todas las fuerzas, partidos, grupos y personas que se identifican y forman parte de este sector político. Es lamentable que el conjunto de fuerzas que hoy expresan la pluralidad de la izquierda extra […]
La unidad de la izquierda es una necesidad para el país y para su desarrollo democrático. Por esto, es una responsabilidad para todas las fuerzas, partidos, grupos y personas que se identifican y forman parte de este sector político.
Es lamentable que el conjunto de fuerzas que hoy expresan la pluralidad de la izquierda extra concertacionista no realice los mayores esfuerzos por alcanzar los acuerdos necesarios para impedir una división del sector, logrando una mesa única de diálogo, convocatoria y acción. La unidad sigue siendo una tarea pendiente, nuestro primer desafío, y cada uno debe reconocer la cuota de responsabilidad que a todas y cada una de las organizaciones del sector le cabe en ello.
La diversidad es una característica de la izquierda. Bienvenida sea. Desde allí, llamamos a poner el centro en lo que nos une: nuestra voluntad de hacer las transformaciones democráticas y de justicia social que el país requiere, poner fin a los profundos desequilibrios sociales, económicos y culturales que vive la sociedad chilena, terminar con todo tipo de discriminación, garantizar el respeto a los derechos humanos y al medio ambiente, dar solución efectiva a los problemas cotidianos de vivienda, salud, educación, seguridad y empleo, entre otros. La tarea es titánica y sólo una izquierda unida y fuerte puede abrir caminos de solución.
Retomar el proceso unitario exige incorporar a todos los actores interesados y comprometidos con este proceso, que debe expresarse al menos en estas tres líneas:
1) Un programa de gobierno creativo y participativo, que ponga al centro la calidad de vida de chilenas y chilenos.
2) Un candidato presidencial de la izquierda generado democráticamente. Para eso hemos puesto sobre la mesa una propuesta de primarias ciudadanas viable humana y económicamente.
3) Una estrategia parlamentaria común a toda la izquierda, que permita terminar con la exclusión mediante un acuerdo electoral con la Concertación en los distritos que un doblaje permita elegir parlamentarios de la izquierda y, simultáneamente, presentar una lista plural y unitaria de candidatos a diputados y senadores de izquierda en todos los restantes distritos y circunscripciones para posibilitar el crecimiento y desarrollo de esta alternativa en todo el país.
Nuestras prácticas y posicionamientos no hablan de pasividad o voluntad de auto marginarse. Por el contrario, si hoy Nueva Izquierda no ha resuelto alinearse con las posiciones que se expresan en estos días en nuestro sector -todas tan legítimas como insuficientes frente a nuestros desafíos y responsabilidades-, es porque no hemos renunciado a la unidad. Reiteramos nuestra disposición para aportar a este proceso y convocamos a todas las organizaciones y al pueblo de izquierda a avanzar juntos, lo que estamos seguros hará más cercano el horizonte de un país para todos, justo, democrático e inclusivo.