El sindicato «Unión y Esfuerzo» inició el 7 de febrero una huelga indefinida con sus 38 socios, luego del proceso de un mes y medio de negociación colectiva en el que la empresa se negó ni siquiera a considerar sus justas demandas: bonos por antigüedad, por vacaciones, por metas, que se desconozca el pago al […]
El sindicato «Unión y Esfuerzo» inició el 7 de febrero una huelga indefinida con sus 38 socios, luego del proceso de un mes y medio de negociación colectiva en el que la empresa se negó ni siquiera a considerar sus justas demandas: bonos por antigüedad, por vacaciones, por metas, que se desconozca el pago al que se obliga al trabajador por pérdida o robo de productos, el cambio más regular de uniforme (dado que se los cambian cada dos años), y un aumento de sueldos.
Las demandas de los trabajadores son razonables y justas. No sólo porque la economía nacional viene creciendo, con casi un 6% el 2004 y lo mismo proyectado para el 2005, con el consiguiente aumento de las utilidades de las empresas.
Sino también porque las utilidades de La Polar, en particular, han crecido de un modo fabuloso. Según la empresa BCI Corredora de Propiedades, de septiembre 2003 a septiembre 2004, La Polar incrementó sus utilidades en un 90,7% (de $ 3.416 millones a $ 6.514 millones). La tienda tiene actualmente 24 locales, y acapara el 9% del mercado de las grandes tiendas (detrás de Falabella con el 37%, Ripley con el 28% y Almacenes Paris con el 26%). Sus ventas aumentaron en el mismo período un 26,8%. Y contempla un fuerte plan de expansión con inversiones por 23,8 millones de dólares de aquí al 2006, aumentando en 12 sus locales.
Esta fuerte política de inversiones y expansión, con un importante incremento de sus utilidades, no se explica solamente por sus operaciones financieras (como haberse abierto a la Bolsa para vender acciones y capitalizarse) o la compra años atrás por una empresa multinacional, Southern Cross, que inyectó capital. Sino que principalmente por el esfuerzo y el trabajo de sus empelados y trabajadores: Sus ingresos se reparten en un 80% proveniente de las tiendas, y un 20% de negocios financieros, con créditos a sus clientes a través de sus 1,3 millones de tarjetas.
Con esta realidad, no hay motivo alguno para que la empresa no acceda a las justas demandas de sus trabajadores.
Pero no se trata de dificultades económicas. Sino que se trata de las mismas prácticas anti- sindicales a las que nos tienen acostumbrados los patrones. A las medidas depresión. A las maniobras en la negociación con las que arrinconan al trabajador.
Según denuncian los socios de «Unión y Esfuerzo», La Polar cuenta con 4 sindicatos en todo el país: en Curico, Santiago, Rancagua y Los Angeles. La tienda de Curico se negaría a negociar porque se vienen las negociaciones en Rancagua y Santiago.
En la manifestación que realizó «Unión y Esfuerzo», estuvieron presentes miembros de los sindicatos de Santiago y Rancagua, así como de la CUT.
Pero se va para una semana de huelga y la empresa no accede a las justas demandas de los trabajadores. Otra movilización se prepara para el 15 de febrero.
Es necesario hacer llegar toda nuestra solidaridad activa con su lucha. No se trata solamente de las justas demandas de los trabajadores de La Polar Curico. Ni siquiera de las venideras negociaciones en Santiago y Rancagua. Se trata de fortalecer los sindicatos contra la impunidad con que la patronal trata a sus trabajadores, mientras se enriquecen a costa de nuestro trabajo. Un camino necesario a empezar a recorrer, entre los trabajadores de La Polar, es impulsar la construcción de sindicatos en las 24 tiendas, que se unan entre sí, para levantar pliegos únicos en las negociaciones con los patrones.
¡Solidaridad con la lucha de los trabajadores del sindicato «Uniòn y Esfuerzo»!