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La ley de financiamiento de los ricos

Fuentes:

El Gobierno trató de manipular a la Corte creando pánico sobre los efectos «catastróficos» de la caída de la Ley de Financiamiento; sin embargo, esta Ley sólo beneficiaba al gran capital y su derogatoria beneficia a la mayoría de los colombianos. Con una votación de 6 a 3 la Corte Constitucional declaró inexequible la Ley […]

El Gobierno trató de manipular a la Corte creando pánico sobre los efectos «catastróficos» de la caída de la Ley de Financiamiento; sin embargo, esta Ley sólo beneficiaba al gran capital y su derogatoria beneficia a la mayoría de los colombianos.

Con una votación de 6 a 3 la Corte Constitucional declaró inexequible la Ley de Financiamiento -Reforma Tributaria-, la cual había sido aprobada «a pupitrazo» en diciembre de 2018.

La Corte dejó vigente la Ley hasta el 31 de diciembre para evitar traumatismos económicos, si a esta fecha no ha sido aprobada una Reforma Tributaria la Ley quedará sin efectos, y permaneciera vigente la Ley 1819 -Reforma Tributaria de 2016-.

Los dineros recaudados o efectuados en lo corrido del año por cuenta de la Ley de Financiamiento, no serán devueltos y se mantienen en el ordenamiento jurídico.

Es falso que disminuir tributación a grandes empresas genera empleo

La teoría Trickle Down Effect (TDE por sus siglas en ingles) -Teoría del Efecto Cascada o del Goteo- [1], en términos prácticos plantea que al recortar impuestos a las corporaciones y empresas, estas tienen más dinero para invertir y así habrá un crecimiento en los empleos y por ende un auge en el consumo.

No se ha podido demostrar que haya una relación directa entre menores impuestos a las empresas [2], y mayor competitividad e incremento en la demanda laboral. Muestra de ello es que el aumento del desempleo se ha convertido en una constante, desde que en octubre del año pasado alcanzo la cifra de dos dígitos no ha disminuido su incremento.

Una Reforma Tributaria que genera ingresos decrecientes

La derogada Ley de Financiamiento es un norma incompleta que no recaudó el dinero suficiente para cubrir el déficit fiscal, ni reactivó la economía ni llevo el PIB a la meta de 3,6 por ciento.

La Ley de Financiamiento se empleó para elevar los gravámenes de los contribuyentes más pobres, mientras bajó los tributos a las empresas por la vía de la reducción de las tarifas a la renta y la reducción del IVA a las importaciones.

Esta Ley tal como la había aprobado el Congreso solo generaba un recaudo sustancial para el periodo de 2019; a partir de 2020 agudizaba el problema fiscal porque caerían los ingresos tributarios debido a los beneficios y exenciones allí consignados.

Un informe del Centro de Estudios Económicos de Fedesarrollo, afirma que a partir de 2020 el recaudo caería en 5 billones de pesos y al corte de 2022, esta cifra llegará a los 9 billones. El informe del Banco de la República es más catastrófico aún, dice que por los beneficios estipulados contemplados para las grandes empresas, el país dejará de percibir 8,7 billones de pesos en 2020, otros 9,9 billones en 2021 y 11 billones en 2022.

El director de calificaciones soberanas de Fitch Ratings, Richard Francis, plantea que la derogación de la norma tiene un efecto neutro en materia económica; Francis, afirmó: «La Ley de Financiamiento fue algo positivo para los ingresos este año, pero el año que viene significa una pérdida año tras año; El impacto va a ser negativo, pero no tan negativo como el Gobierno dice» [3].

Expropiar a los corruptos

En el actual contexto el Peso continua devaluándose, la inflación se dispara, aumenta la deuda externa y la balanza comercial es deficitaria; sin embargo, el Gobierno se obstina en presentar la Reforma Tributaria tal cual como fue aprobada, a sabiendas que tal como está no resuelve los problemas del país y sólo beneficia a la élite gobernante.

La verdad histórica es que el pueblo siempre asume las crisis financieras, mientras que los grandes empresarios salen de ellas con más ganancias; por tanto es urgente que las mayorías populares se unan y exijan una redistribución de las riquezas, los tributos y el gasto público. Si se expropiara a los corruptos el país recuperaría 50 billones de pesos, que es lo que roban cada año de bienes públicos. ¿Para qué otra reforma tributaria?

Notas

[1] Growth is good for the por?; David Dollar y Aart Kray. Journal of Economic Growth, Volume 7, Number 3, September 2002 , pp. 195-200

[2] Trickle-down central banking. https://www.economist.com/free-exchange/2012/10/10/trickle-down-central-banking

[3] Impacto de caída de Ley de Financiamiento será negativo, pero no tanto como el gobierno dice. https://www.lafm.com.co/economia/impacto-de-caida-de-ley-de-financiamiento-sera-negativo-pero-no-tanto-como-el-gobierno