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Entrevista a Lautaro Carmona, secretario general del Partido Comunista

«La lucha de los trabajadores exige un Gobierno que supere el neoliberalismo»

Fuentes: Rebelión

Mientras en la capital y otras ciudades, incluido el puerto de Valparaíso, miles de trabajadores se movilizaban por un reajuste para el sector público, el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona evaluó el momento político y la valiente actitud de los trabajadores fiscales, además de examinar la campaña presidencial de Guillermo Teillier y las […]

Mientras en la capital y otras ciudades, incluido el puerto de Valparaíso, miles de trabajadores se movilizaban por un reajuste para el sector público, el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona evaluó el momento político y la valiente actitud de los trabajadores fiscales, además de examinar la campaña presidencial de Guillermo Teillier y las postulaciones de otros sectores progresistas en busca de un candidato común.

«Cualquiera sea el punto exacto en que se exprese un acuerdo para terminar con el conflicto en el sector pùblico, las referencias que hay hasta la fecha indican en forma irrebatible que los trabajadores tenían y tienen toda la razón. Mucha gente no logra explicarse por qué la manifestación autoritaria, en particular del ministro de Hacienda, ha permitido la insensibilidad frívola de cicatear los legítimos intereses de los trabajadores vinculados a sus condiciones de vida, su dignidad y la de sus familias. En cerca de dos semanas, en un debate abierto, declara inamovible la cifra de 4,5% y luego, mediante la presión democrática y necesaria de los trabajadores, se alcanzan propuestas como las que se lleva al debate en el Parlamento. Uno se pregunta por qué, los trabajadores debieron arriesgar la estabilidad del empleo, quién es responsable de los efectos que sobre la ciudadanía, ha tenido la obligada paralización.

La autoridad tuvo todas las posibilidades de empezar ofreciendo este reajuste y haber evitado todo tipo de movilizaciones. En muchos sentidos es un gran paso adelante que llena de estímulos, que potencia la mística de quienes creemos que la movilización es un factor democratizador. Esta es unas de las banderas o de los logros más significativos y de una calidad mayor si lo consideramos en el contexto de una crisis internacional del sistema económico y financiero neoliberal».

Enfrentar la crisis con los trabajadores

«Es el triunfo de la mirada con sentido humano que habla de que en medio de una crisis que conduce directamente a una depresión, a una recesión, es decir, a una cantidad de cierres de espacios de empleo -y por tanto de ingreso para los trabajadores- y por consiguiente de capacidad de demanda de los trabajadores, por lo tanto, el camino más lúcido es el camino de la reactivación para enfrentar esa crisis por la vía de cuidar el poder adquisitivo de los trabajadores y los que están produciendo puedan mantener sus niveles de eficiencia.

Desde ese punto de vista los trabajadores también han expresado, mas allá de la contingencia, la negociación de sus salarios, han entrado a participar en una forma de abordar esta crisis y yo diría en una sola palabra, se aborda resguardando a lo menos el poder adquisitivo, reponiendo lo que haya perdido en el curso de un año y ese es un logro muy trascendente.

Creo que los trabajadores han dado además una muestra en el contexto de un cuadro político que tiene proyecciones de gran seriedad y responsabilidad, expresada en su organización, en su tremendo sentido unitario no formal ni regalado, por sobre las legitimas diferencias que tienen los liderazgos, lo roles de cada gremio, etc. Por sobre todo eso que es legítimo y natural, han sido capaces de poner la necesidad de la unidad del sector. No olviden que es un sector que no es un solo gremio, son 15 gremios distintos cada uno con experiencias de luchas distintas, cada uno con cultura diferente, sin embargo han puesto en el centro la unidad y que ha sido clave como fortaleza para dar esta batalla. Han puesto en la palestra pública un hecho que debiera ser siempre normal, el derecho a la movilización como tribuna democrática de los trabajadores, es un derecho irrenunciable, absolutamente legítimo, pero además es un derecho eficaz.

La eficacia de la movilización

Quedaron en su justo lugar las vanas advertencias que hacían a través de los ministros del gobierno que esto iba a ser un paro antes de que se negocie. Yo creo que todo el mundo tiene claro lo que es un paro de advertencia y le encuentra plena lógica coherencia y legitimidad. Entonces es una batalla que han dado los trabajadores del sector público, pero que le entrega enseñanzas al conjunto de los trabajadores, a ellos y a los del sector privado, en lo que se refiere a la organización, a la unidad y a la movilización y esos tres ejes tienen frente a los demás una validación plena por el contenido de su propuesta, era una propuesta irrebatiblemente legítima.

Desde esa perspectiva, entonces, ha sido una batalla que entrega enseñanzas políticas, que brinda enseñanzas de cómo abordar la crisis económica y que demuestra las fortalezas para recuperar la eficacia que se sostiene, entre otras motivaciones, en la dignidad de los trabajadores».

La lucha y la candidatura presidencial del PC

«Creo que estos avances que evidencia la lucha de los trabajadores públicos se vincula, empatiza de forma muy directa y también muy natural, con la necesidad de potenciar una propuesta de gobierno de la izquierda antineoliberal.

A estas luchas que son en esencia antineoliberales, corresponden un proyecto de gobierno antineoliberal y en esta ocasión también tenemos la convicción total de que en la batalla presidencial se van a confrontar los proyectos que hablan de estos temas, y por eso sentimos que la instalación de la candidatura presidencial de Guillermo Teillier como una candidatura de izquierda, como una candidatura antineoliberal, es una contribución a potenciar las luchas y los movimientos sociales de ese carácter.

Si uno quisiera sacar una conclusión de los que es la gran lucha del sector público y las obligaciones que le caben a un sector político como el nuestro no es otra que darle mucha más fuerza, más instalación, más extensión territorial, más profundidad sectorial a la propuesta presidencial que ha levantado el Partido Comunista y ha puesto a disposición de la izquierda chilena y que la representa Guillermo Teillier».

La elección del candidato único

«Hay niveles de intercambio con los otros sectores de izquierda, que deben ser mucho más intensos. Creo que en la izquierda, quien se defina en el contexto de la izquierda, está vinculado a un proyecto antineoliberal, quien así se identifica sabe entonces que está siendo parte de una batalla que tiene urgencias, no es una batalla que uno pueda esperar plazos infinitos, porque finalmente recae sobre la población más humilde los costos de la aplicación de un modelo neoliberal y eso no da lo mismo. No podemos ser insensible a cómo esto afecta a los sectores más postergados, más desposeídos, a los trabajadores en general.

Si esas son las motivaciones políticas, en primer lugar, pero también éticas, que están vinculadas a una idea política, no tengo ninguna duda que más allá de cuál ha sido la intensidad del intercambio, todos se disponen a que hace falta, que es imposible evitar el levantar una sola candidatura presidencial que represente a todo el sector».

Decidir a tiempo

«Los plazos para decidir una candidatura única tendremos que evaluarlos en el contexto de las reflexiones que cada fuerza y tendencia política hayan hecho, pero no cabe ninguna duda que es indispensable que se instale como alternativa mientras antes mejor, porque es un factor de fuerza que tiene la izquierda con esta adversidad de recursos financieros, mediáticos, materiales, etc.

Tiene que ser el tiempo para instalar con fuerza esta propuesta alternativa y el nombre del liderazgo que debe representarla. Ahora, cuál es ese, yo creo que lo más pronto de lo que nuestras capacidades intelectuales, colectivas de todo el sector de la izquierda sean capaces de preñar como espacio fructífero, porque finalmente no sacaríamos nada con poner una fecha que finalmente sea una dispersión.

Por eso tenemos que, con seriedad, con madurez, con mirada larga, con sentido histórico, con sentido estratégico, autoexigirnos a quienes nos toca actuar en ese espacio, a construir con toda la prontitud del caso, los mecanismos que nos lleven a esta idea única, pero para que de verdad se preñe eso y no otra cosa.

Yo asumo, no tengo prejuicios, que todos vamos a actuar con el peso de nuestras historias en nuestras espaldas y asumiendo de que se trata del interés del movimiento popular, del interés de la construcción de nuestra sociedad y no de personalismos o de otro tipo de protagonismo que pudieran ser inopinables si es que fueran opciones personales, pero aquí son opciones que comprometen el ritmo la intensidad y la posibilidad de una causa que va mucho más lejos que cada una de las personas».

Un Parlamento contra la exclusión «Hay que asumir que la batalla política del 2009 tiene tres dimensiones. Una es programática, que se van a someter a debate en el tema de la elección presidencial y también parlamentaria. No cabe duda que qué Parlamento y qué correlación hay adentro de él tienen directa relación con la posibilidad de que los trabajadores -como lo muestra el ejemplo de la lucha del sector público- hagan escuchar sus demandas, sino que además incidan en las políticas que se aprueben, es decir, también participen en el proceso de legislar.

Eso es en definitiva, eso pasa en un país democrático, si los trabajadores hablan desde el parlamento de la calle, quienes formalmente están desde el Parlamento institucional y que fueron electos por los trabajadores, deben prestar oídos y legislar en esa consonancia.

Por eso es que para nosotros la batalla por romper la exclusión, por tener voz propia de acuerdo a nuestra fuerza e influencia electoral, se hace cada vez más impostergable y vamos a vincular directamente la fuerza que seamos capaces de construir en torno a una profunda propuesta programática democrática para que sea gobierno en lo inmediato con la potencia y la construcción que sostengamos a partir de la instalación de un liderazgo para el cual nosotros hemos puesto a encabezar nuestra representación a Guillermo Teillier y la lista parlamentaria que es una lista única que represente a todos estos sectores y que tenga la presentaciones que hagan que la batalla por romper la exclusión finalmente sea una batalla con eficacia. Para ello es imprescindible la instalación pronta de un debate que cuestione el ejercicio de los actuales parlamentarios y su distancia con los intereses de los trabajadores.

El instalarse como virtuales parlamentarios alternativos mientras dura la campaña, servirá para que sean liderazgos zonales, territoriales, distritales que instalen con más decisión la candidatura presidencial, que expliquen y recojan lo que son temas programáticos y se vinculen en forma directísima con lo principal que puede tener un movimiento como el nuestro que es la empatía con la lucha político social esencial del mundo sindical. que es donde yo espero muchos de nuestros diálogos para construir síntesis con una candidatura única.

Creo que muchos de esos debates que se van a desarrollar debieran ser al calor de estas luchas, ahí debiéramos encontrarnos, en estas tribunas donde que yo quiero valorar altamente a los trabajadores, en este caso al sector público, que han abierto sin ningún tipo de inhibición de prejuicio ni de exclusión.

Ellos tuvieron la grandeza de que en un momento de exposición pública donde requerían de los respaldos de las bancadas parlamentarias, porque son ellos los que van a votar la ley, no permitieron excluir la representación que en ese plano tiene, a pesar no tener parlamentarios, del Partido Comunista y le permitieron a uno de sus máximos dirigentes exponer en forma directa frente a la asamblea de trabajadores y hacer saber su palabra que fue ampliamente acogida por ellos».