El ahorcamiento el 9 de abril de 1812 de José Antonio Aponte Ulabarra (1760?-1812) y sus más cercanos colaboradores por parte de los colonialistas hispanos, se ha tomado como fecha para honrar a este precursor de la independencia nacional, la abolición de la esclavitud, el antirracismo y la igualdad, solidaridad y hermandad combativa de todos los cubanos y cubanas. En vísperas de este 2012 aniversario de los hechos y aprestos insurreccionales de marzo y abril de 1812, considero oportuno reiterar sobre las acciones -y las necesarias rectificaciones- que se realizan, para perpetuar la memoria histórica sobre Aponte, sus compañeros y el movimiento revolucionario que lideró.
Recién se celebró la Asamblea General de Asociados de la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic) (26-27 de marzo) y este fue un buen espacio para situar nuestros criterios. A nombre de los historiadores, profesores y especialistas en patrimonio de la asociación de base de la Unhic en La Habana del Este, y de muchos otros colegas que nos acompañan en las actividades de estudio, precisión historiográfica y patrimonial, presentamos en la citada asamblea General [1] una moción de propuesta, cuya esencia quedó aprobada e incluida en las proyecciones de asuntos a atender por la Unión.
La propuesta
En el 2011, en vísperas del Bicentenario de la entonces llamada “Conspiración de Aponte” la Unhic en La Habana incorporó como tema historiográfico, patrimonial y educacional prioritario la investigación, el estudio y la promoción de la figura de Aponte y del movimiento revolucionario que lideró.
La sesión habanera del XXI Congreso Nacional de Historia, realizada los días 16, 17 y 18 de enero del 2013 reafirmó el valor de la historiografía nacionalista cubana que heredamos, que reconoció el papel de José Antonio Aponte Ulabarra en la historia patria como líder en 1812 de una primera conspiración abolicionista. El congreso habanero evaluó y consensó el tema en su aproximación epistemológica e historiográfica. Atendió las evidencias y argumentos que sustentaban: 1) Que el entramado organizacional liderado por Aponte, más que una conspiración, constituía un movimiento político insurreccional. 2) Precisó que fue este movimiento fue el primero en la historia patria que unió las causas de la independencia y la abolición, 3) el primero en ser organizado desde la profundidad del tejido popular. 4) Sobre Aponte como personalidad histórica evaluó y consideró la condición de líder revolucionario como primer intelectual orgánico del movimiento popular cubano.
La Unhic en La Habana en los once años transcurridos, ha desarrollado un trabajo de fomento de la investigación historica, la memoria y la tradición territorial y local sobre Aponte y el movimiento revolucionario que lideró, labor de carácter provincial con base en los municipios Centro Habana, Habana del Este y Guanabacoa, por ser estos los territorios que estuvieron vinculados directamente a los acontecimientos de 1812. Hemos contado para tal propósito con la activa participación de la Dirección Provincial de Educación y la Dirección Provincial de Cultura.
La Unhic en La Habana, ha apoyado la solicitud de la población, los trabajadores, maestros, historiadores, y artistas habaneros de colocar un monumento en honor a Aponte en las cercanías de la confluencia de las calzadas de Salvador Allende (Carlos III) y Padre Varela (Belascoaín), lugar en que el gobierno colonial para escarmiento terrorista, colgó en una jaula de hierro su cabeza, luego de ser ahorcado el 9 de abril de 1812, junto a otros ocho de sus compañeros, área que honra también al barrio proletario de Guadalupe -hoy Cayo Hueso- donde vivió, trabajó, educó y conspiró. A tal efecto entregamos a solicitud de la dirección del Ministerio de Cultura un estudio histórico y sociopolítico, con copia a la Dirección Provincial de Cultura.
Hemos conocido por la prensa las acciones que se realizan en La Habana, Mayabeque y Santiago de Cuba, para perpetuar el recuerdo de Aponte en obra escultórica. Sobre estas acciones es importante proponer en esta Comisión dedicada al tema patrimonial lo siguiente:
1) Felicitar que el Gobierno capitalino proyecte que una estatua de Aponte, inicie el precioso proyecto del Trazado patriótico-patrimonial de La Habana, que vinculará lugares y sitios de la ciudad con un valor histórico y patrimonial, desde Boyeros y calle Bruzón hasta el Mausoleo del Cacahual.
2) Felicitar y agradecer como historiadores capitalinos la concepción y realización de la estatua de José Antonio Aponte Ulabarra “El regreso de Aponte”, obra del Premio Nacional de Artes Plásticas Alberto Lescay Merencio.
3) Apoyar la postura de la asociación de la Unhic en La Habana del Este que manifiesta su desacuerdo con la ubicación que se ha decidido para la estatua “El Regreso de Aponte”, en la zona de Punta de Indio-Punto Cero, en Vía Blanca, lugar que no tiene relación con el importante hecho histórico que se pretende recordar, ni reúne las más idóneas condiciones geográficas y socioeconómicas.
4) Apoyar la propuesta y razones aportadas por nuestros asociados de mover el sitio de ubicación de la mencionada estatua 1.8 kilómetros al Nordeste, frente a las instalaciones de la empresa CUPET, en apertura de caminos hacia el valle de Guanabo y las ruinas del ingenio Peñas Altas, donde se produjeron los hechos centrales de la sublevación de libertos y esclavos el 15 de marzo de 1812 en el entonces Partido de Guanabo. Caminos que se comunican con las comunidades que hoy habitan la zona.
5) Con las razones aportadas por nuestros asociados referentes al cambio de localización de la estatua que se propone, apoyar la propuesta del asociado Mario González Martín, historiador de Guanabo, de tramitar a las autoridades de Mayabeque que la referida reubicación, de paso al desarrollo de un proyecto local de naturaleza histórico cultural y social en el valle de Guanabo, que tenga como prioridad el rescate del patrimonio azucarero de la zona (hoy en peligro de perderse), y en primer lugar desarrolle una intervención de las ruinas del ingenio Peñas Altas, y las salve de la completa destrucción. Este proyecto deberá regresar a Peñas Altas la campaña original de esta fábrica azucarera, que hoy permanece en las inmediaciones, en un patio de finca, cuidada con cariño por los pobladores, pero en carencia de toda la protección que precisa dado su alto valor patrimonial.
6) Consideramos que Peñas Altas con su campana, y recuperado este sitio histórico para la cultura patria, merece ser evaluado por la Comisión Provincial de Monumentos de Mayabeque, para ser evaluado por la Comisión Nacional de Monumentos con vistas a ser declarado el lugar Monumento Nacional.
7) En tanto Consejo Asesor para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental (CODEMA) es la institución encargada de velar por la mejor realización de este tipo de proyectos, solicitamos que la Unhic tramite a esta autoridad los argumentos y la propuesta de cambio que realizamos. Así mismo que interese a los responsables de la presentación del proyecto, según lo dispuesto en el Decreto Ley 328 del 2015 que norma el proceder para la colocación de un monumento, por la certeza y pertinencia de los estudios históricos, geográficos y socioeconómicos que se debieron realizar para sustentar el expediente de la propuesta.
No conocemos el proyecto del monumento realizado por el maestro Alberto Lescay Merencio. Nos han informado que en el mismo están significados junto a Aponte, los nombres de quienes lideraron la sublevación de libertos y esclavos de marzo de 1812, a saber los libertos Juan Bautista Lisundia y Juan Babier. Consideramos este reconocimiento fundamental para que el monumento fertilice la memoria histórica y la enseñanza de la Historia de la localidad y en la provincia Mayabeque, y sea por demás un mentís importante frente a errores y afirmaciones desacertadas sobre la presencia personal de Aponte en los citados acontecimientos de marzo de 1812.
Nos preocupa que en el lugar que consideramos inapropiado para levantar el monumento, ya se están realizando tareas de movimiento de tierra.
Una aclaración necesaria
Durante la Asamblea de la Unhic, antes y después en nuestros encuentros con maestros, estudiantes y profesores de los municipios aledaños de una y otra provincia, nos han preguntado por qué Aponte no participó en la sublevación del valle de Guanabo. Sobre este particular explicamos que:
La evidencia histórica demuestra que la sublevación en el valle de Guanabo a las puertas de la ciudad de La Habana, fue una acción planificada para colocar al poder colonial frente a un hecho que imponía atención y movilización de fuerzas militares. Un movimiento táctico importante en la estrategia militar prevista por Aponte para insurreccionar y tomar la capital. Consideraba el líder revolucionario que la acción principal debía darse en dentro de La Habana y para ello contaba con sublevar a las milicias de negros y mulatos, obtener armas con la toma del Cuartel de Dragones y de otros establecimientos militares, y convocar a la lucha a los esclavos y libres del servicio doméstico de los oligarcas, a los artesanos y pobladores negros y blancos pobres.
En la propia madrugada del 15 de marzo el joven Francisco Javier Pacheco, uno de los conspiradores, clavó una proclama dictada por Aponte en la puerta del Palacio de los Capitanes Generales ubicada en la calle O´Reilly. La osada acción y el texto de la proclama no dejan lugar a dudas:
“Fidelísimos habaneros y compatriotas –proclamó Aponte- llegó el tiempo de nuestra infeliz o feliz ventura… os encargo que al sonido de una caja y trompeta os encuentre listos y sin temor para acabar este imperio de esta tiranía y así podremos vencer la soberbia de estos enemigos, y así os encargo no tener temor que yo os ofrezco que con vuestra ayuda podré lograr la felicidad. Invocar a todos, en primer lugar a María Santísima, que es el estandarte de nuestro remedio, y rogar a dios por vuestro caudillo, que él de su parte lo hará por vosotros” (En: Archivo Nacional. Fondo Asuntos Políticos. Legajo 12. Número 14, B 35).
El documento que citamos prueba que Aponte estaba en la capital el día 15 de marzo, para convocar la rebelión con los “habaneros y compatriotas” todos, y no solo con los esclavos. Pienso que la derrota militar de los sublevados en Guanabo y su rápido apresamiento retrasaron los planes de insurrección[2].
Notas:
[1] Me acompañaron en la presentación de la propuesta como delegados las historiadoras y profesoras Sofía Bolaños Rodríguez presidenta de la Unhic en el municipio Cotorro, profesora de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), y Virgen Tamayo Tamé, profesora de la Facultad Olo Pantoja de la Universidad del Partido Comunista de Cuba Ñico López, así como José Duran Galano, Historiador del Municipio Playa y presidente de la Unhic en este territorio.
[2] Una síntesis histórica actualizada sobre el movimiento insurreccional organizado por Aponte en marzo-abril de 1812 puede consultarse en: Ernesto Limia Díaz: José Antonio Aponte: relectura de su epopeya. En: Cubadebate, 26 abril 2012. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2012/04/26/jose-antonio-aponte-relectura-de-su-epopeya/.
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