Recomiendo:
5

Un caso de la Universidad de Cundinamarca

La mercantilización del conocimiento en la Universidad Pública

Fuentes: Rebelión

La crisis afrontada en las universidades públicas en Colombia se agobia principalmente por la mercantilización de ella misma; dentro de los factores que se evidencian en un estudio de caso como es, en las universidades regionales, se desampara la construcción del conocimiento propio a un modelo de conocimiento exterior que coloniza y organiza administrativamente los entes académicos.

En un caso de estudio, las universidades regionales, distritales y nacionales están en una morfología académica, distanciada al quehacer investigativo, social, cultural y popular que se prestaba 30 años antes en Colombia.
 
En el caso de las universidades regionales como la Universidad Surcolombiana, universidad del Tolima y Universidad de Cundinamarca, se han realizado mecanismos de control institucionales; como fortín político y económico que afectan la calidad de las universidades públicas como constructores del conocimiento, generando dependencias externas para la mercantilización de las instituciones de educación superior IES. En este aspecto, se distinguen tres formas de hallar esta crisis universitaria; la primera como ente político-administrativo, la segunda el orden neopositivista de los programas académicos y la tercera como la digitalización-virtualización del conocimiento que en ellos se encierran para delimitar el pensamiento crítico en los estudiantes, docentes e investigadores en sus aulas y fuera de ellas.

El aparato político-administrativo

En el sistema neoliberal de la educación, se mantienen entes de la élite política, que conllevan a los manejos financieros y organizativos de las universidades públicas. En el caso de la Universidad de Cundinamarca operan clanes de partidos políticos como Cambio Radical, partido de la Unión Nacional y conservador; que, frente a las decisiones del consejo superior, toman nóminas que establecen control administrativo de la universidad. Por ejemplo, el control político mediante votos, mediaciones por representantes a consejos superior, curricular y de facultad que presionan con fines económicos a la universidad.

En ellos, se establece la delimitación democrática en los espacios de decisiones que establecen las dependencias de las instituciones. En ellas, Renán Vega lo ha cuestionado los bienes comunes en las universidades, por ejemplo, las decisiones que se establecen en las instituciones son productos del conocimiento que se generan dentro de los espacios del conocimiento, cuando se genera una delimitación democrática en la universidad, se genera el cambio del bien común-al bien empresarial. Por lo visto, dentro de cualquier factor en las universidades públicas se generan decisiones externas de carácter político, se establecen discusiones de carácter privado en una universidad que pertenece a la región. Las discusiones sobre lo «público» no se generan de gran importancia en la universidad; sin embargo, tanto los docentes como estudiantes se han dado las discusiones en asambleas y en las aulas de clase. En este caso, las discusiones entre lo privado vs público no se han permitido en los entes administrativos de algunas universidades; por motivos políticos como también, por intereses económicos que mantienen con coherencia las formas de organización individual en la universidad.

Por lo tanto, ejercer coerción, persecución y señalamientos, es un fruto que puede generar el fortín político-administrativo en las universidades públicas. El control, por ejemplo, de entrar a la universidad sólo con la autorización interna de la administración de la universidad, hasta pedir espacios de compartimiento estudiantil para la realización de eventos académicos, artísticos y organizativos, son consecuencias del orden institucional por parte de los entes políticos encabezados por el consejo superior.

 El orden neopositivista

La poca vinculación del pensamiento crítico en las universidades públicas, van más allá de lo administrativo-organizativo. En los procesos de globalización e interconectividad, se han generado espacios en la cuál los estudiantes son individualizados mediante estándares de competencia emitidos por el modelo de educación occidental y norteamericana. Por ejemplo, estableciendo metodologías de aprendizaje, en la cuál los estudiantes puedan construir una realidad mediante conocimientos previos, aprendidos en clase y en ellos, establecerlos frente a unas normas académicas como recolección de datos, frutos de trabajo, innovación y emprendimiento que sean capaces de transformar la sociedad y sus realidades. Esta idea de la mercantilización, obliga a las universidades a hacer un poco más sujetas a la realidad del conocimiento y en cómo generar oferta y demanda para crear un producto.

Frente al conflicto que se agobia, el orden neopositivista se establece en programas académicos como ingenierías, en especial sistemas; porque en ellas se adaptan nuevas formas de crear conocimiento virtual, representadas por datos y en ellos capaces de sistematizar el software, como también serviría para contaduría o administración de empresas o economía y desarrollo; por el simple hecho de buscar un avance social que moldee a las necesidades de los individuos, siendo así un gran capital que pueda generar las instituciones públicas por parte de los intereses privados.

Esta invención mercantil, obligaría a transformar programas académicos de carácter positivista y mercantilista para envolverlas en un producto fijo que ayudará a las universidades a generar “avances sociales”. Sin embargo, este mismo carácter positivista, desplaza a las humanidades y aquellos programas que no generen capital, por ejemplo, las licenciaturas u otras facultades que usan el bien común del conocimiento para pensar y trabajar con las clases populares estimulando el pensamiento crítico.

Por otra parte, el recorte investigativo de las humanidades se ven reflejados al no estar en el modelo mercantil establecidos en las instituciones, se evidencian en sus planes curriculares resignificados, ya que su necesidad no es crear un conocimiento frente a la realidad social sino mantener el margen puesto por el mercado. Es decir, crear programas académicos “virtualizados” en posgrados como opción de grado, ya sea que la necesidad de la institución es generar más capital y rentabilidad en sus programas.

Al ser mismo,  disminuyendo la capacidad de generar metodologías de investigación subjetivas, que mantengan las formas de pensamiento, sentires y organización de los sujetos sociales, toman como consecuencia un límite propio a los estudiantes y docentes a crear nuevos contenidos de investigación crítica para afrontar conflictos sociales, educativos, ambientales, políticos y económicos reemplazándolos por dinámicas positivistas mediante datos que sean capaces de generar mecanismos para innovar, crear y emprender desde la enseñanza en la facultad de humanidades y de educación.

DIGITALIZACIÓN-VIRTUALIZACIÓN.   

La universidad pública está enfrentada a unas necesidades globales en el progreso mismo de la sociedad. Por ejemplo, un modelo educativo en la Universidad de Cundinamarca es categorizado como el MEDIT (Modelo educativo Transmoderno). Que tiene dos síntesis principales, la primera que debe atenderse los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS), en la cual se caracteriza en resolver problemas desarrollo regional. Como, por ejemplo, la seguridad alimentaria, el emprendimiento, la capitalización de la naturaleza mediante “el equilibrio ecológico” y la disminución de pobreza en diferentes regiones continentales. Este primer factor se resume a que la universidad debe garantizar el bienestar común a las poblaciones mediante el desarrollo, en ellos, la universidad de Cundinamarca habla sobre garantizar la interconectividad a la población rural, dando las garantías de poder mejorar la calidad social de la población; en ello se resalta “La responsabilidad social” un mecanismo para generar el capital suficiente resolviendo problemas del subdesarrollo. La segunda tiende a emplear el conocimiento digital, en la cuál se evaluará a los estudiantes mediante ideas, innovación y caracterización en diferentes plataformas, estimulando su capacidad de generar conocimiento virtual y real para la elaboración de proyectos; esto es enfocado en la persona “transhumana”.

Por otro lado, la virtualización se pone en marcha para las necesidades de los estudiantes y el uso de dispositivos digitales. En la resignificación de algunos programas académicos se tienen que ver núcleos temáticos de manera virtual, estableciendo la capacidad de competir para el mercado laboral que tiende a buscar mayores ofertas en la digitalización. Las especializaciones, maestrías y doctorados han perdido la capacidad de investigación científica para generar proyectos de gran impacto social para mejorar la calidad de los individuos mediante el desarrollo, un caso particular que en algunas maestrías de humanidades que se han cerrado porque no eran necesarias para generar la rentabilidad que buscan las instituciones. Como por ejemplo la maestría en educación de la universidad de Cundinamarca, que perdió su registro calificado dejándose ofertar desde el año 2022. Mientras tanto, la capacidad de generar maestrías virtualizadas con proyecciones futuras sigue estableciéndose en la Universidad de Cundinamarca como en cualquier eventualidad académica.

PROLETARILIZACIÓN DOCENTE

Los docentes de la universidad han sido blancos de extensas horas de trabajo que normalmente no son correspondidas en sus pagos. En el contrato, muchas veces los recargan en trabajos como medios digitalización, construcción de planes de trabajo y el de núcleos de trabajo. En los procesos de resignificación, muchas veces los contratos que son de carácter (amenazante), obliga a los docentes a cuadrar más horas de trabajo de manera administrativa, con pocas garantías laborales en sus pagos.

Una de las amenazas que transcurre dentro del campo docente siendo en su mayoría con tiempo completo, deben tener cierta disponibilidad para satisfacer el trabajo administrativo, al no hacerlo serían establecidos con horas cátedras. Este tipo de proletarización, se demuestra las pocas garantías laborales de los docentes que no hacen parte de la ciudad y que menudamente viajan todos los días de sus ciudades de origen.
Por otra parte, el centro panóptico del statu quo administrativo de la universidad, controla los procesos de enseñanza-aprendizaje en los que interactúan docentes-estudiantes. Por ejemplo, los procesos de evaluación que tienen ciertas características formales como manejo de plataformas digitales teniendo en cuenta con los criterios que exige la universidad. Los docentes, deben tener capacitaciones semestrales en el manejo instructivo de plataformas digitales y redes sociales para los procesos de evaluación. Estos procesos de control, recortan los procesos de construcción socialmente crítica de docentes y estudiantes, siendo muchas revisado y controlado por una dependencia de la universidad que vigila los procesos de enseñanza de los docentes.

Estas características evidenciadas en la Universidad de Cundinamarca, se toma al objeto principal, el estudiante capaz de resolver problemas sociales que generen rentabilidad al capital y más que todo a la funciones políticas-administrativas de las instituciones públicas. Generando transformaciones académicas que ponen en riesgo el sentir político y público en los docentes y estudiantes, por ejemplo:

-Coerción institucional.
-Individualización en los entes académicos,
-Sentido de competencia para la empresa,
-Disminución del pensamiento crítico,
-Limitación de investigación social, cultural y popular,
-Aprendizaje digital,
-Limitación de los espacios universitarios a movimientos políticos, sociales y estudiantiles,
-disminución de trabajos académicos e investigativas para repensar los conflictos sociales,
-Limitación de la enseñanza en los docentes, mediante el control institucional
-Y, Proletarización de los docentes universitarios


El mayor conflicto que se analiza en las IES, es la proyección académica mecanizada en la mercantilización, como también para vender el conocimiento producido de los estudiantes y docentes en el mercado laboral. “academia: no es ciencia, es negocio” en las palabras de Renán Vega, que ha servido en comprender los factores de mercantilización del conocimiento. Por ejemplo, a que las IES están para realizar ciencia como búsqueda de la verdad, como también para los avances sociales y la solución de conflictos que medianamente se establecen en los grupos de investigación. Sin embargo, en la universidad, no existe como tales grupos de investigación, sino un centro de investigación dinamizada por semilleros de investigación, donde ha bajado de manera escandalosa los productos académicos que aportan en la universidad. Ante esta consecuencia, los docentes se han forzado en la plusvalía académica, donde se regalan horas de investigación no pagadas para que no cierren los semilleros de investigación.

 Aunque en diferentes discusiones que se han establecido al interior de la universidad, es posible que las humanidades sean las más afectadas; por el simple hecho de la limitación del pensamiento crítico y de crear nuevos contenidos para el capital, será las puertas de las que hoy Renán Vega Cantor lo ha llamado “La universidad de la ignorancia”

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.