Patricia Troncoso, la activista de la causa mapuche en Chile, en protesta por el no cumplimiento por el gobierno neoliberal de los beneficios acordados, decidió retomar la huelga de hambre, como una forma de incrementar el cumplimiento de lo que se había resuelto junto con el gobierno Concertacionista, que vive más preocupado de preservar los […]
Patricia Troncoso, la activista de la causa mapuche en Chile, en protesta por el no cumplimiento por el gobierno neoliberal de los beneficios acordados, decidió retomar la huelga de hambre, como una forma de incrementar el cumplimiento de lo que se había resuelto junto con el gobierno Concertacionista, que vive más preocupado de preservar los intereses de latifundistas, hacendados y sociedades anónimas, que han usurpado las tierras de los pueblos originarios, que buscar una solución real a las demandas ancestrales de los pueblos originarios chilenos.
Una de las voceras de la activista mapuche, en declaraciones para los medios de prensa locales, sostuvo que el Gobierno de M. Bachelet no ha incumplido lo acordado, al no trasladarla a un centro de estudio y trabajo junto con otros dos comuneros y -de inmediato- comenzar a beneficiarla con la salida los fines de semana, tal como se había establecido. Por ello y dado que este beneficio recién se le dará en seis meses más como mínimo, la activista de la causa mapuche decidió retomar su presión contra las autoridades.
Mientras tanto, Patricia Troncoso lamentó que el tener de garantes a los integrantes de la conferencia episcopal, tampoco haya servido de mucho para que se respetara el acuerdo al cual se había arribado con el gobierno. De allí , que Troncoso ha resuelto no seguir ingiriendo alimentos en el servicio de pensionado del Hospital Regional de la ciudad Temuco (Chile), donde se recuperaba de los más de dos meses de huelga de hambre que había sostenido anteriormente.
No obstante, las organizaciones de derechos humanos y de las organizaciones de los pueblos originarios chilenos, han resuelto ponerse en estado de alerta, ante la decisión de Patricia Troncoso, de desplegar la lucha hasta las últimas consecuencias, de manera que sus derechos humanos básicos sean respetado por la autoridades judiciales y del gobierno concertacionistas, encabezado por Michelle Bachelet.