Las cuencas de los ríos Nima y Aguaclara se sienten amenazadas por la fiebre del cobre. Este paraíso verde y natural fue el escogido por la empresa Anglo American para realizar una prospección minera, con el fin de determinar si en la zona existe este mineral para ser explotado. La situación prendió las alarmas de […]
Las cuencas de los ríos Nima y Aguaclara se sienten amenazadas por la fiebre del cobre. Este paraíso verde y natural fue el escogido por la empresa Anglo American para realizar una prospección minera, con el fin de determinar si en la zona existe este mineral para ser explotado.
La situación prendió las alarmas de los habitantes del sector rural de Palmira, quienes se encuentran preocupados por la posible contaminación de las aguas que surten a los 300.000 habitantes de la zona urbana de la Villa de las Palmas.
Líderes comunales de los sectores de Tenjo, Potrerillo, El Mesón, La Quisquina, La Buitrera y Calucé, quienes solicitaron omitir sus nombres por seguridad,expresaron que el pasado mes de julio llegaron hasta allí funcionarios de la empresa Anglo American, con el fin de realizar una socialización para informar a la comunidad sobre los trabajos de prospección minera que iban realizar en el sector.
«Nos reunieron para que dieramos el aval social para ellos entrar a nuestras tierras. El 90% de los pobladores dijimos que no, porque es bien sabido que la explotación minera a cielo abierto causa graves problemas de tipo ambiental y social», dijo un líder comunal del corregimiento de Tenjo.
Añadió que pese a la negativa manifestada por la población, los funcionarios de la empresa «nos dijeron que realizarían la prospección, pues contaban con el aval de Ingeominas para hacerlo».
Es importante explicar que prospeción minera significa tomar muestras del suelo, para determinar qué tipo de minerales tiene. Pero lo que realmente preocupa a toda la comunidad es que dicha exploración se realizó específicamente en la quebrada La María, que es la que surte de agua al río Nima y en la parte alta de los nacimientos acuíferos.
Hablan las autoridades
El alcalde de la ciudad, José Ritter López, ante esta problemática señaló que «Como municipio enviamos una carta a la Agencia Nacional Minera, expresando nuestro rechazo y preocupación. Vamos a organizar una reunión con los campesinos y las fuerzas vivas del municipio, para hacerle frente a esta situación».
Por su parte, Sonia Collazos Aldana, directora regional suroccidente de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, también ya solicitó información para saber en qué va el proceso.
«La zona comprometida hace parte de un parque nacional natural, por lo tanto está protegido. Tenemos que esperar, pues una licencia ambiental no se da tan fácil. Para darla se requieren estudios técnicos, posibles impactos en los recursos hídricos, en laflora y en la fauna. Hasta ahora no hemos intevenido, porque la prospección no causa impactos en el ambente», explicó la funcionaria.
De otro lado, en carta enviada a la comunidad, la empresa Anglo American, a través de su gestor social, Mauricio Torres, manifestó que los estudios realizados se hicieron en cumplimiento de la ley y de las políticas ambientales de la compañía.
«No se realizará ningún tipo de actividad técnica en zonas de exclusión de la actividad minera como reservas forestales, parques naturales y páramos, según lo estípulado en los artículos 34 y 35 de la Ley 685 de 2001». Luz Elena Sarmiento, directora de la Agencia Nacional Minera, a través de un comunicado dijo que «la Agencia tiene en estudio una propuesta de contrato de concesión. Sobre la zona solicitada existe una reserva forestarl protegida y lógicamente de llegarse a aprobar el proceso, la empresa tendrá que hacer recorte de dicha reserva del área solicitada».
Lo prometido
Según lo manifestado por la población, los funcionarios de Anglo American les prometieron trabajo y regalías para la zona. «Estamos seguros de que ésto no es cierto. Acá en Tenjo, por ejemplo, somos 98 familias y pidieron dos hojas de vida para escoger una. Entonces, cuál es la generación de empleo?», manifestó un líder comunal, quien añadió que «se están aprovechando del desempleo que nos afecta, pero nosotros no podemos dejarnos comprar, porque aceptarlos es como vender nuestras riquezas naturales».
Igualmente, los voceros comunales, aseguraron que algunos de los trabajos de prospección los hicieron en terrenos privados, para no tener problemas.
El problema social
La preocupación de las comunidades tabién está centrada en lo social, pues temen que con una posible llegada de la minería llegue también la violencia, la prostitución y las drogas.
«Estamos defendiendo la cuenca del río y nuestra seguridad alimentaria y física.Tememos que vengan delincuentes», dijo una líder de Potrerillo. Entre tanto, un residente de la zona señaló que «la minería causa entre la población discordias y enfrentamientos, persecusiones, delincuencia común. Vamos a quedar inmersos en una problemática sumamente grave».
Por ahora comunidad y autoridades esperan los resultados que arrojen los estudios, para saber qué pasos seguir y cómo actuar.
Los daños ecológicos
La posible llegada de la minería a las cuencas de los ríos Nima y Aguaclara, causaría un terrible daño ecológico. Según explicó el ambientalista Oscar Rivera Luna la zona del Páramo de Las Hemosas donde nace el río Nima y del Páramo de Las Tinajas, donde nace el río Aguaclara, son territorios muy frágiles por ser cuencas hidrográficas practicamente jóvenes en forma de V con pendientes muy agudas.
«Las minas han ocasionado daños irreversibles en otras poblaciones. Acá dañarían este paraíso ecológico, pues al quitar la vegetación llega la erosión y con ello se peturba la calidad del agua cruda, es decir, la que no ha sido tratada», anotó el ambientalista.
Igualmente, señaló que el cobre, mineral que están buscando, para separarlo necesita mercurio y cianuro de potasio, porque todos los minerales están incrustados en rocas madres en las entrañas de la tierra y por eso causa impactos tan severos.
«Mi preocupación es que si recientemente hubo inundaciones que le ocasionaron pérdidas al país por $50 billones, por qué seguimos insistiendo en un desarrollo que tumba árboles, degrada montañas, abre agujeros y sobre todo que condena a las comunidades a perder los recursos indispensables para la vida y los sume siempre en la pobreza», puntualizó Rivera.