El exgeneral Luis Cortés Villa, presidente de la Fundación Pinochet declaró amargado que «estamos marchando directamente a apurarle el deceso» a Augusto Pinochet. «Eso es, en resumen», apuntó. Reacción ante la decisión de la Corte Suprema de Justicia (4 enero 2005) de proseguir el procesamiento al dictador por asesinato y desaparición de chilenos opositores a […]
El exgeneral Luis Cortés Villa, presidente de la Fundación Pinochet declaró amargado que «estamos marchando directamente a apurarle el deceso» a Augusto Pinochet. «Eso es, en resumen», apuntó. Reacción ante la decisión de la Corte Suprema de Justicia (4 enero 2005) de proseguir el procesamiento al dictador por asesinato y desaparición de chilenos opositores a la dictadura en el marco de la «Operación Cóndor», el plan represivo de las dictaduras del Cono Sur.
Cortés Villa se refería, sin duda, a la muerte física de su antiguo jefe. Porque con esta resolución judicial -y las querellas criminales anteriores- se dictó ya definitivamente la muerte política y ética de Pinochet.
A estas alturas prácticamente nadie duda de la responsabilidad política y ética, cuando no directa, de Pinochet en los más de 3 mil casos de ejecutados y desaparecidos políticos y de más de 27 mil arrestados y torturados (de acuerdo a las cifras oficiales) bajo su régimen. El actual proceso se refiere a un asesinato y nueve desapariciones.
Precisamente un día antes de la resolución de la Corte Suprema de continuar con el procesamiento dictado por el juez Juan Guzmán en contra del dictador, el diario «La Nación» dio a conocer un documento de la DINA (la policía secreta) firmado por Pinochet, lo que ratificó que él tenía mando directo sobre ese cuerpo represivo, por cierto, artífice y ejecutor de la «Operación Cóndor».
No hay que olvidar que Augusto Pinochet (89 años) encara varias querellas criminales por su responsabilidad en la ejecución y desaparición de decenas de chilenas y chilenos, en casos como «La Caravana de la Muerte» que encabezaron oficiales del Ejército bajo las órdenes del dictador.
Más allá del destino de los procesos, cada día queda más clara la culpabilidad del ex comandante en jefe del Ejército. Probablemente por eso y por más, un exjefe de la Armada chilena tuvo que afirmar, dolido, que a Pinochet «todo Chile lo dejó solo».
La defensa, dirigida entre otros por el abogado y ex jefe del ultraderechista grupo Patria y Libertad, Pablo Rodríguez, no ha tenido más remedio que invocar la supuesta «demencia» de Pinochet y males de salud como «accidentes vasculares» que lo han llevado y traído del Hospital Militar.
Pero esta vez la Corte Suprema no admitió el argumento de locura o estado de salud crítico. Se planteó que «se cumplen los requisitos que establece el Código Penal para rechazar este recurso de amparo» presentado por los representantes del dictador.
El abogado querellante, Eduardo Contreras, en la sede del Poder Judicial llamó a dar cumplimiento cabal de la resolución judicial y por lo tanto se proceda a la brevedad a fichar como reo a Augusto Pinochet, lo que significa fotografiarlo y prontuariarlo.
Conocido el documento de la Corte Suprema, Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) declaró que «nosotros estamos felices, el mundo está feliz, todos sabemos que Pinochet no puede seguir viviendo en la impunidad».
Parece cierto. Todo apunta que impune no se irá a la tumba este dictador de fama mundial por las atrocidades cometidas bajo su mandato.