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La multinacional Nestlé y la crisis cafetera en Colombia

Fuentes: Rebelión

A propósito del paro agrario iniciado el 19 de agosto de 2013, hemos recopilado alguna información que es publica, para demostrar que el Sistema Nacional Agroalimentario es uno de los sectores más golpeados por el modelo neoliberal y el modelo agroexportador de las multinacionales como Nestlé. Con los tratados de libre comercio principalmente con EEUU, […]

A propósito del paro agrario iniciado el 19 de agosto de 2013, hemos recopilado alguna información que es publica, para demostrar que el Sistema Nacional Agroalimentario es uno de los sectores más golpeados por el modelo neoliberal y el modelo agroexportador de las multinacionales como Nestlé.

Con los tratados de libre comercio principalmente con EEUU, La Unión Europea y Suiza, toda la producción agroalimentaria en Colombia esta siendo destruida, como evidencia de ello está la crisis cafetera, lechera, avícola, panelera, entre otros.

En este escrito hacemos una recopilación relacionada con la crisis que está enfrentando el sector cafetero en Colombia y la forma como las multinacionales y particularmente la empresa de origen Suizo Nestlé, está afectando al sector.

Colombia tiene una plantación de 4.782 millones de arbustos cafeteros, con una edad promedio de ocho años, lo que permite que la productividad sea mayor que la de 2008 cuando la edad promedio de los cafetales era de 12,4 años.

Colombia produjo en el primer semestre del presente año 4,9 millones de sacos de café de 60 kilos, 35 por ciento más que en el mismo periodo del 2012, que fue de 3,6 millones de sacos y en el sexto mes del año exportaron 665.000 sacos, 8% más que en el mismo mes de 2012.

En los últimos doce meses, Colombia produjo 9,01 millones de sacos de 60 kilos de café, 23% más que en el periodo anterior y exportó 8,1 millones de sacos, que supone un incremento de 16% en relación con el periodo comprendido entre julio de 2011 y junio de 2012.

La producción de café en Colombia durante el 2012 fue de 7,7 millones de sacos de café de 60 kilos, en el  2011 fue de 7,8, en el 2010 fue de 8,9 y en el 2009 fue de 7,8 millones de sacos de 60 kilos y en años anteriores el promedio de producción fue por encima de 10,5 millones de sacos.

Pero la crisis que enfrenta el sector cafetero no fundamentalmente no obedece a la baja en la producción, tiene sus raíces en la alzas tributarias, revaluación del peso, precio del dólar,  renovación de cultivo, encarecimiento de los insumos, bajo precio, importaciones, control del mercado por parte de las multinacionales.

El café, es destinado a la exportación y su origen es minifundista, altamente sensible a los efectos de la Enfermedad Holandesa. Si se compara con un promedio de $2.000 por dólar -de 2008, 2009 y 2010- la revaluación puede elevarse hasta más del 12%. Esto repercute en el precio interno por carga que ha pasado de $920 mil en 2011 hasta $600 mil, por debajo de los costos de producción. Se combinan, como nunca antes, tres factores: caída de tasa de cambio, derrumbe productivo y descenso de la cotización internacional.

La producción mundial de café está calculada en 7’259,000 de TM y los principales países productores son: Brasil con el 25%, Vietnam con el 9%, Colombia con el 8% e Indonesia con el 6%. Perú participa con el 2%.

Cinco comercializadores internacionales compran cerca de la mitad de la producción mundial de café (Newman, Volcafé, Esteve, Carguil, Arom).

Díez empresas tostadoras controlan el 63% del café tostado vendido (Nestlé, Phillips Morris, Sara Lee, Procter & Gamble).

Tres empresas controlan el mercado de café tostado molido (Kraft Food, Sara Lee/DE y Nestlé). Producen cafés estándar, buscan combinaciones cada vez más económicas. Priorizan precios antes que calidad.

Dos empresas controlan el segmento de café soluble (Nestlé y Kraft Food)

Los grandes tostadores, con las sus principales marcas: Maxwell House, Nescafé, Folgers y Douwe Egberts, producen cafés estándar, hacen combinaciones cada vez más económicas, priorizan precios antes que calidad y dan poca importancia al origen e invierten fuertemente en publicidad de sus marcas.

Los principales países importadores de café verde son Estados Unidos 25% del total de importaciones mundiales, seguido de Alemania con el 16%, Japón e Italia con el 7% y Francia con el 6%.

En el 2012 Colombia produce 7,7 millones de sacos, siendo el consumo interno para el mismo periodo de 1,46 millones, esto indica que las 938 mil hectáreas que en el país han sido sembradas con café, tienen la capacidad de producir más de cinco veces lo que se consume, desestimando algún tipo de desabastecimiento. 

Pero la realidad es otra, el 80% del café que se sirve en Colombia no se preparan con el suave arábica lavado que el país produce y exporta, las importaciones del grano superaron la cifra de un millón de sacos en el 2012 y según el Dane, proviene de Ecuador, Centroamérica y Perú, que son ingresados principalmente por empresas como Nestlé S.A. y la Industria Colombiana de Café (dueños de las marcas Nescafé y Colcafé, respectivamente), que son los únicos del grupo que aparecen como fabricantes en los registros del Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos) y de acuerdo con la ley Vallejo las empresas multinacionales como Nestlé al ingresar el café al país, presentándolo como materia prima obtiene un beneficio, al procesarlo y exportarlo que se queda con otra tajada.

 El 96% del café importado está en manos de 20 firmas, con base en datos de la Dian, en el primer lugar de importaciones está Sur Café Ltda., que entre enero y agosto importó 13,3 millones de dólares, en quinto lugar está Industria Colombiana de Café, con 6,4 millones de dólares, y en el octavo lugar, Nestlé, con 5,6 millones de dólares.

Estas importaciones, en su mayoría desde Ecuador, se hace con terceras, dicho de otra forma son pasillas o cafés de tercera calidad, brocado y partido, siendo más barato, no se trata de café excelso.

La crisis que golpea a los cafeteros corresponde a una macro política internacional, por la manipulación de la revaluación y devaluación de la moneda, el encarecimiento de los insumos, el control del mercado, la imposición de los precios, el proteccionismo de las países industrializados, los tratados de libre comercio para beneficio de las multinacionales como Nestlé y por la falta de una política nacional de soberanía y seguridad alimentaria. 

Como parte de la estrategia global, en el 2011, Nestlé,  la compañía más grande de alimentos y bebidas, firmó una cuerdo con la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, una ambiciosa alianza estratégica por la sostenibilidad del negocio de la multinacional.

El acuerdo, que fue firmado por el Gerente General de la Federación de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz Ortega; por Fiona Kendrick, Vicepresidente Senior de la Unidad Estratégica de bebidas la compañía Nestlé y Manuel Andrés K., Presidente de Nestlé Colombia, con una inversión inicial de las partes de 3,2 millones de dólares.

Esta iniciativa forma parte del Plan NESCAFE para beneficiarse de los productores y consumidores de café de todo el mundo.

Nestlé impulsa el mejoramiento de su productividad descargando costos en hombros de los cultivadores de café y obligándolos a renovar variedades resistentes para asegurar el suministro permanente de café de altísima calidad, erradicando sus matas tradicionales, creándoles un problema de dependencia, el acuerdo cubre a más de 1.200 caficultores y sus familias en el departamento del Valle del Cauca y es la primera fase del proyecto, que busca consolidar el plan de negocios de la multinacional con la visión de sostenibilidad que permita vincular en los próximos diez años a otras regiones cafeteras del país y acaparar todo el mercado.

El Plan NESCAFE fue lanzado en agosto de 2010 por el CEO de Nestlé, Paul Bulcke como fachada para posicionarse estratégicamente en el control de la producción y el mercado y es apoyado por Rainforest Alliance, una organización no gubernamental internacional, junto con otros aliados de la Red de Agricultura Sostenible (SAN por sus siglas en inglés) y la organización de café 4C, que promueve el cumplimiento de criterios básicos sostenibles en los pilares social, ambiental y económico.

La Inversión total del Proyecto en su primera fase: USD$ 3.177.576, área base: 14.333 Hectáreas en cuatro municipios del Valle del Cauca: Andalucía, Bugalagrande, Sevilla y Tuluá,  de las cuales 5.309 hectáreas   reportan café que cumple con el estándar de sostenibilidad 4C.

En el periodo 2011 se renovaron 727 hectáreas con plantas de alta producción y resistentes a enfermedades tales como la Roya (OVM).   50 millones de plantas serán distribuidas hasta el año 2020. En esta primera fase se distribuirán 4 millones de plantas durante el año 2011.

Nestlé invertirá 500 millones de Francos Suizos en proyectos de café durante los próximos diez años. Esto incluye 350 millones para el Plan NESCAFE y 150 millones para Nespresso.

Para el 2020, adquirirán 90.000 toneladas de café  NESCAFE en cumplimiento con los principios de Rainforest Alliance y  la Red de Agricultura Sostenible de la cual también es miembro la organización colombiana Fundación Natura.

Nestlé distribuirá a los caficultores 220 millones de plantas de café de alto rendimiento y resistentes a las enfermedades, para 2020, por medio de alianzas con instituciones públicas y privadas en países como México, Tailandia, Indonesia y Filipinas, donde Nestlé ha distribuido más de 16 millones de plantas de café durante los últimos 10 años.

Para el 2020, la energía usada por Nestlé se reducirá en 20% por tonelada, al usar el Cisco de café en la producción de energía.

NESCAFE es la marca de café de Nestlé líder mundial, con ventas de más de 10 billones de Francos Suizos en 2009 y se calcula que cada segundo se consumen alrededor de 4.600 tazas de NESCAFE en el mundo.

En el marco del Plan NESCAFE, durante los próximos cinco años Nestlé duplicará la cantidad de café Nescafe que se compra de manera directa a los campesinos y sus asociaciones en el mundo, adquiriendo 180.000 toneladas de café de aproximadamente a 170.000 campesinos cada año, para monopolizar la producción.

En Mayo de 2013, aprovechando que los caficultores colombianos pasan por momentos difíciles, la Federación Nacional de Cafeteros y Nestlé Nespresso empresa del grupo Nestlé anunciaron la renovación de un histórico acuerdo que demandará recursos por 85 millones de dólares. La Federación debe conseguir 37 millones de dólares 50 millones son aportes de la multinacional por un periodo de cinco años a razón de 10 millones de dólares por año.

El convenio pretende involucrar a 37.000 caficultores y sus familias. El 75% de las inversiones de Nespresso financiarán las primas de precios que pagaran a los productores involucrados que abastecerán a Nestlé para alcanzar los protocolos de sostenibilidad fijados y el 25% lo dedicarán a la asistencia técnica y programas para fortalecer la calidad, productibilidad y sostenibilidad de los productores.

En 2011, el 25% de las compras mundiales de café de Nespresso AAA fueron hechas en café colombiano, con un incremento del 300% de sus compras de café con standar AAA en el país desde 2006.

Para colocar solo un ejemplo de las intensiones de Nestlé con los productores de café en Colombia, igual que ha hecho con otros proveedores de materia prima, vamos referenciar la protesta que en Abril de 2013, realizaron los caficultores Veracruzanos en México que marchaban del barrio de Xallitic hacia la Plaza Lerdo de Xalapa. Denunciando las políticas de acaparamiento de la caficultura por la empresa trasnacional Nestlé sacrificando al café nativo las importaciones exigiendo no más apoyos a la Nestlé, porque tiene un programa de exterminio de los cafés arábigos. Bajo pretexto de Nestlé de sembrar plantas resistentes al cambio climático y plagas, que significa acabar con la biodiversidad y el  acaparamiento del mercado por parte de la trasnacional Nestlé que compra todo el café que se produce e impone precios ba! jos

En estos tiempos, el café es la bebida más consumida en los países desarrollados, principalmente en Europa y Estados Unidos. Los que más café consumen son los finlandeses (12 kilogramos por persona al año), seguidos de los noruegos (casi 10 kg), los suecos (8,4 kg) y los holandeses (8,2). En Italia, a pesar de la fama de esta bebida caliente, se consumen «solo» 5,9 kg por persona al año, algo menos que en Alemania (6,4 kg). España ocupa el puesto 19 en el ranking mundial, con un consumo de 4,5 kilogramos de café por persona cada doce meses. En el puesto 20 se sitúa Estados Unidos (4,1 kilogramos por persona).

En la fábrica de Nestlé en Bugalagrande está concentrada la producción del Café para exportar, la instalación de alta tecnología y el trabajo con la comunidad de Nestlé para ganar imagen y sostenibilidad en el mercado son parte de la estrategia de la multinacional, mientras precariza los trabajadores y ataca sistemáticamente a Sinaltrainal. 

Otro sitio clave para la multinacional Nestlé es México, allí inauguró recientemente y en la ciudad central de Toluca la ampliación de una fábrica de café soluble con  una inversión de 1.600 millones de pesos (unos US$130 millones), para ampliar en 30% la capacidad productiva de la fábrica, convirtiéndola en la «más grande del mundo» de café soluble.

Nestlé al igual que todas las empresas, están usando la estrategia llamada Apoyo a las Alianzas Productivas impulsadas por la FAO y el Banco Mundial y la responsabilidad empresarial para ganarse la simpatía de la población, asegurar el mercado e invisibilizar el impacto negativo que tiene su política sobre el país y la población y con el fin de aislar y quitarle respaldo a Sinaltrainal y sus denuncias para precarizar a los trabajadores, para ello como fachada adopta el Global Compact de las Naciones Unidas, hace parte de Guías Colombia que es el programa del gobierno nacional para los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, promueve la escuela para el perdón y la reconciliación (Espere), hace actividades deportivas con la comunidad, impulsa la fundación en asocio con sindicatos patronales, trabaja con las familias, entre otros.

La gran oligarquía cafetera está aliada con el gobierno en este plan denominado de reconversión para las multinacionales y se ha comprometido con entregar subsidios para compensar el impacto, mientras que los mediados y pequeños campesinos no aparecen entre los presupuestos del gobierno, simultáneamente las multinacionales y conglomerados se están apoderando de grandes extensiones de tierra en Colombia, principalmente en los llanos orientales y las zonas estratégicas, para montar allí sus megaproyectos de materias primas palma de aceite, agrocombustible,  caña de azúcar, entre otros.

Por lo menos el 70% de los productores agropecuarios se van a ver afectados por los tratados de libre comercio, el 28% de los hogares campesinos, algo así como 1 millón 400 mil hogares campesinos, con promedio de 4.5 personas por hogar, lo que representa seis millones 300 mil campesinos; de estos 1 millón 800 mil serían  productores agropecuarios.

Colombia requiere parar la estrategia de ampliación de los procesos de plantación y explotación palma, azúcar, café y otros cultivos como materia prima para los procesos agroindustriales en manos de las multinacionales y conglomerados, incorporados en los TLCS e impulsado con la denominada locomotora de la agricultura.

La solución al problema cafetero de Colombia, no es solo subsidios, representa establecer una regulación nacional y soberana que ponga límite a las multinacionales como Nestlé, para quitarles el control del mercado, la producción, la manipulación de los precios, prohibirles la importación de café, materias primas e insumos que se producen en Colombia y  adoptar una política de soberanía y seguridad agroalimentaria para la población.

Transformar esta realidad es inaplazable. Hay que construir un nuevo tipo de desarrollo y una nueva forma de resolver el problema de la soberanía, la desnutrición y el hambre, que permita erigir un modelo de desarrollo agroalimentario democrático, sostenible y sustentable, articulador de diversas tecnologías compatibles con la naturaleza, formas de propiedad y tradiciones culturales. Para realizar ésta tarea no partimos de cero, iniciamos por lo ya alcanzado hasta el momento tanto por la humanidad como por nuestra sociedad. No hay que desconocer que el desarrollo capitalista en nuestro país ha sido construido por los trabajadores y campesinos.

De ustedes,

 

 

 Luis Javier Correa Suárez

Presidente