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Entrevista con R. Alarcón, Presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud

«La oferta del gobierno a los trabajadores de la salud esta muy lejos de nuestras expectativas»

Fuentes: Porlalibre.org

El 7 de septiembre pasado la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats) convocó a sus afiliados a un paro nacional indefinido, luego que el gobierno firmó, con un gremio minoritario, un acuerdo distinto al propuesto por el sindicato: reajuste digno de remuneraciones; aumento de las plantas; solidificar la carrera funcionaria; y estudio del […]

El 7 de septiembre pasado la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats) convocó a sus afiliados a un paro nacional indefinido, luego que el gobierno firmó, con un gremio minoritario, un acuerdo distinto al propuesto por el sindicato: reajuste digno de remuneraciones; aumento de las plantas; solidificar la carrera funcionaria; y estudio del beneficio para las personas que van a jubilar. Hoy se encuentran paralizados en todo el país 30.000 funcionarios, y 63 de ellos en huelga de hambre. Por la Libre, en conjunto con el programa Contacto Internacional de Radio Universidad de Guadalajara en México, entrevistó a Roberto Alarcón, presidente de la Confenats, quien señaló:

¿Nos puede dar el contexto sobre qué es lo que están exigiendo y qué es lo que les propuso el gobierno y que ustedes que no aceptaron?

Principalmente el tema es que hubo un proceso de negociación en la cual la última oferta que hizo el gobierno a los trabajadores de la salud pública estaba muy lejos de nuestras expectativas. Por lo tanto, nuestras bases fueron quienes rechazaron esa propuesta, declarándola insuficiente en su contenido y en su forma.

En el intertanto que lográbamos devolver nuestra respuesta en el sentido de lo que esperábamos mejorar a esa propuesta, el gobierno aparece, a través de su representante en esta mesa de negociación, firmando un documento, con gran parte de los contenidos de nuestra propuesta, con un gremio que también es del sector salud, pero que es un gremio paralelo a nuestro sindicato, es un sindicato de menor proporción en cuanto a representatividad, y que es producto de una división que se produjo en el gremio el año 2002, durante un proceso de negociación similar a este, cuando un grupo de dirigentes firmó con el gobierno un acuerdo, en representación de la organización, que nosotros no teníamos aprobado.

Ese mismo gremio hoy día aparece firmando con el gobierno un acuerdo, sin respetar lo que nosotros habíamos ya negociado hasta el lunes 4 de septiembre pasado. Esa situación produjo, evidentemente, una molestia, más allá de que habían diferencias en la propuesta, y esa molestia está dada porque no se reconocían avances de la negociación con la Confenats y, sin embargo, se firmaba con un gremio minoritario. Eso significa que nuestras organizaciones bases, nuestra instancia máxima que es una asamblea de dirigentes, el Consejo Directivo Nacional, el día 7 de septiembre analiza esta situación y toma la decisión de un paro de actividades de carácter indefinido.

A partir de ahí, planteándole al gobierno que la propuesta era insuficiente, que estaba la molestia porque no se habían respetado avances de la negociación ya realizada con nuestra organización, se inicia el paro, y por lo tanto se le proponen algunas medidas para solucionar este problema. El gobierno nos dice: lo que se firmó es válido, es una gran propuesta, la califica de una propuesta excelente, incluso dice: la mejor en los últimos 50 años, y lo dice gente que ni siquiera por edad tiene 50 años en este momento, entonces es muy difícil que alguien pueda apreciar que tiene veracidad esa afirmación, toda vez que lo dice gente que 50 años atrás ni siquiera existía. Pero como un dato de la causa es importante destacarlo porque, posterior al año 1990, efectivamente hubo procesos de negociación acordados, en que a pesar de que hubo conflictos se llegó a acuerdo y se lograron cosas mejores que las que contiene este proyecto.

Eso también se tradujo en que el gobierno, dentro de su afirmación, dentro de su intransigencia de no querer mejorar el proyecto, no querer dar una respuesta, utilizó todo un sistema comunicacional en los medios, una campaña, no para informar sino para desinformar a la ciudadanía, responsabilizando a los trabajadores de atención de salud de los problemas que hay en los hospitales, que son a diario, con o sin movilización de los trabajadores, porque hay mucho déficit todavía en el sector público, debido a que gran parte de la salud hoy día está privatizada.

El sector público solamente atiende a la gente más pobre, son más de diez millones de personas que se atienden en el sector público, y por lo tanto hay un tema de falta de recursos, falta de funcionarios, falta de insumos, porque el aporte a la salud en Chile no supera al 1.3% del producto interno bruto (PIB), y eso hace que hayan muchos déficits y que una reforma que se hizo recientemente, solamente ya no considera programas de salud, sino que un plan de garantías específica que tiene que ver con que ciertas patologías -se prometieron 56 y estamos recién, este año debiéramos llegar a 40 recién- estarían garantizadas en oportunidad y en cierto grado de calidad, aunque no gratuito totalmente porque igual la mayoría de ellas tiene algún sistema de copago, y esa reforma deja fuera de financiamiento a todas las patologías que no son de este plan de garantías explícita que se llama AUGE, que es el gran sistema, la gran reforma que se hizo en Chile.

La gente que no tiene, entrecomillas, la suerte, por decirlo de la mejor forma, de tener una patología que esté cubierta por este plan de garantía, simplemente no tiene plata y tiene que seguir esperando. Por lo tanto, las listas de espera en esos casos va creciendo día a día, de gente que no tiene atención, que pasan meses esperando una hora médica o esperando una hospitalización.

Como parte de esa reforma, se sigue también el compromiso en los establecimientos de cumplimiento de metas, como si fuera una empresa, y ahí los trabajadores también están involucrados sin que exista la cantidad de personal suficiente, sin que existan los recursos suficientes. Pero, además, esa reforma se hizo con un endeudamiento hospitalario muy grande, de los hospitales públicos, y ha significado que ni el proceso AUGE esté realmente financiado, las garantías que están explícitamente indicadas, y con mayor razón aquellas que no son parte de ese proceso.

Entonces nuestra lucha sindical está dirigida, por una parte, a mejorar las condiciones de salud de los usuarios, a través de que exista más personal, porque es deficiente la cantidad de personal, y a través de que existan insumos y que las condiciones de los trabajadores también mejoren desde el punto de vista de su carrera funcionaria, porque no hay una renovación del personal, debido a que al tener bajas remuneraciones y un sistema de pensiones que no lo protege, el personal trabaja 30, 40 años y termina con pensiones miserables porque el sistema previsional no lo protege totalmente.

Lo anterior desencadena que este proceso negociador termina en una respuesta insuficiente, que además el gobierno quiere de alguna manera traspasar al conjunto de los trabajadores un acuerdo firmado por una minoría, que es una práctica antisindical que está a la vista de todo el mundo, y además la negativa a buscar un acercamiento y a corregir un montón de falencias que todavía tiene la propuesta del gobierno.

¿Cuáles son las diferencias entre la propuesta del gobierno y la de la Confenats?

Nosotros hicimos una propuesta relacionada con una carrera funcionaria, para permitir un ordenamiento de la dotación del personal, que tenga un aumento y mejore las condiciones de los trabajadores a futuro, dentro de sus años de carrera funcionaria, de trabajo. El gobierno propone escasamente un mejoramiento en ese aspecto: del cien por ciento, no más de un 10%, en cuanto a contratación de personal, de cargos nuevos. Y en el tema remuneracional, de una propuesta, pensando en el cien por ciento, el gobierno propone escasamente unas cifras y mejoramiento que no supera el 30% de lo pedido.

Entonces, para un proceso de negociación, ni siquiera nos acercamos a la media, donde ambas partes hagan un esfuerzo. El gobierno pretende imponer un proyecto que no cuenta con la aprobación de la mayoría de los trabajadores, evitando también que interceda el poder legislativo, por la vía de alinear políticamente a los parlamentarios para que aprueben este proyecto.

¿Qué va a pasar el martes cuando llegue al Congreso este proyecto de ley que no es avalado por la Confenats, y que el gobierno dice que es la última negociación. Qué postura van a asumir ustedes?

Los que hemos estado haciendo estos últimos días, una vez que el gobierno ya envió el proyecto al Parlamento para sacarse la responsabilidad sobre la discusión de un mejoramiento, conversamos con todos los sectores políticos, con la oposición y con el oficialismo, pidiéndoles que comprometan al gobierno en el sentido que les va a entregar los recursos, porque ellos no tienen atribuciones para colocar recursos en la discusión parlamentaria; que durante la discusión del proyecto se comprometan a colocar los recursos, de manera tal que se pueda mejorar este proyecto recogiendo algunas indicaciones que nosotros estamos planteando, especialmente recuperando algunas cosas que estuvieron ya conversadas al día 4 de septiembre y que fueron desconocidas en el documento que se firmó con los otros gremios y que hoy día son parte del proyecto de ley que se envió al parlamento.

Y en caso contrario les hemos pedido que, al entrar el documento el día martes, al ponerse en discusión en el parlamento, sea rechazado, porque preferimos, como no nos interpreta, preferimos esperar unos meses más, que el gobierno tenga que hacer un nuevo proyecto, antes que estar sujetos a una iniciativa que no nos representa.

¿Cuál ha sido la postura que ha asumido el Colegio Médico y la iglesia Católica en esta crisis?

El Colegio Médico nos ha prestado todo sus respaldo. Hoy (29.09.06) tuvimos en una reunión con ellos, han sacado una declaración y se han comprometido ha conversar con el gobierno y con los parlamentarios involucrados en tomar la decisión, con el fin de ayudarnos en la dirección que nosotros queremos. También hemos comprometido votos de la oposición para que se rechace este proyecto, en la eventualidad de que llegue al parlamento sin que antes haya algún compromiso de poder mejorarlo. El Colegio Médico ha estado respaldando, y hoy día con mucha fuerza. A lo mejor los primeros días no fue así, pero al ver tantos días de paralización, con la dificultad que significa la atención de salud de los trabajadores y del usuario en general, evidentemente que ha intervenido y esperamos que todas esas gestiones puedan ayudar a que durante el fin de semana podamos tener una respuesta positiva para seguir el trámite parlamentario y desde allá mejorar las otras cosas que no son tan de fondo.

La iglesia de hecho ofreció su colaboración, nosotros estuvimos llanos a eso, sin embargo el ministerio de Salud no concretó ese encuentro hasta después que mandó el proyecto al parlamento, como una manera de decir ya no tenemos nada qué hacer, ni siquiera la iglesia, porque no hay posibilidades de arreglo con nosotros porque el proyecto está en la instancia legislativa. Eso significó que la iglesia nos llamara. El gobierno hace una propuesta, que más que una propuesta es una oferta de una serie de temas que no tienen que ver con la propuesta reivindicativa, no tienen que ver con el proyecto (beneficios extramonetarios: capacitación de técnicos, administrativos y auxiliares, más salas cunas y mejorías en el ambiente laboral), y como le hemos dicho al ministerio, bienvenido, pero no apuntan a arreglar el conflicto que tenemos ya por 25 días.

¿Cuál es el número de funcionarios en huelga de hambre en el país?

Ya tenemos 63 personas en huelga de hambre. Hasta dos días atrás teníamos 54. Así como se retiraron algunas personas por problemas de descompensación, fueron apareciendo otros compañeros tomando la decisión de huelga de hambre, a raíz de ver la intransigencia del gobierno y esta actitud de enviar el proyecto al parlamento, para evitar así algún acercamiento.

¿La mayoría de la población está informada, está desinformada, apoyan o no. Hay otros gremios que se están uniendo también a esta huelga?

Lamentablemente, en cuanto a otros gremios, han prestado apoyo pero en ningún caso adhiriendo al paro, porque tienen sus intereses propios en el sentido de algunas negociaciones pendientes. Desde el punto de vista del usuario, la verdad es que hemos tenido una mejor comprensión que en otras oportunidades, porque en el tema de salud efectivamente al usuario no lo ha afectado. El gobierno comunicacionalmente sobre este tema trata de responsabilizar expresamente a los trabajadores, desconocer su responsabilidad en el tema, y sin embargo, por suerte, en esta ocasión, el usuario del sistema público, en general, la población, no ha ocurrido como otras veces que ha estado muy contrario, al revés, en esta oportunidad se ha abstenido al menos de opinar, entendiendo la gente que los problemas de salud no son solamente por el paro, sino que ocurren todos los días los déficit en cuanto al tema de atención.

Algunos dirigentes del Colegio Médico han atribuído al jefe del equipo económico del gobierno (ministro de Hacienda, Andrés Velasco) el que se estén llevando a cabo todos estos conflictos laborales en el país (salud y educación). También están descontentos con la ministra de Salud (María Soledad Barría). ¿Pedirían la destitución de éstos?

No, yo creo que es una decisión del gobierno central, más allá de las personas que estén ahí. Yo creo que si el gobierno tiene una posición de esta naturaleza, intransigente, cualquier persona que haya estado ahí yo creo que habría hecho lo mismo, porque esta es una decisión del gobierno y por lo tanto es una práctica del modelo, de imponer cosas, unilateralmente enviar los proyectos, de no reconocer a las organizaciones sociales, en este caso a los sindicatos, a los gremios del sector público que hacen estas negociaciones con mucho esfuerzo y con mucha seriedad, y por lo tanto da lo mismo quién esté a la cabeza. El tema es cómo el gobierno, en si, no responde a una necesidad social importante que es mejorar la atención de salud chilena, y que se ve afectada producto de estas paralizaciones que nos llevan a realizar ante la falta de respuesta concreta a nuestras demandas.

¿Qué acciones va a realizar la Confenats la próxima semana?

Durante la próxima semana ya estamos enfrentados directamente a ir a discutir el proyecto al parlamento, a hacer presente nuestro punto de vista, así que en ese intertanto vamos a ver la reacción de los compañeros el fin de semana, ya que durante esos días la situación es distinta al interior de los hospitales porque hay menos personal trabajando, hay menos público que asiste a los establecimientos, por lo tanto se produce ahí un especie de relax que nos va a permitir evaluar la situación para lo que vamos a continuar la próxima semana.

En caso de una muerte o de alguna emergencia, ¿el gobierno podría responsabilizar al movimiento?

No, ya se ha intentado, han habido fallecimientos en estos últimos 25 días, que se ha querido, a través de los medios de comunicación, «cargar» a los trabajadores, no obstante no hemos tenido ninguna responsabilidad porque en aquellas partes donde no hay trabajadores, a los pocos días de iniciado el paro, el propio gobierno tomó la decisión de contratar personal externo o de sacar a los pacientes y trasladarlos a otros establecimientos, lo que ha significado un gasto altísimo en comprar servicios, mucho más allá de lo que habría significado arreglar el conflicto con nuestra organización, en términos económicos.