El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha lanzado una grave advertencia sobre el peligro no sólo de desplazamiento, sino hasta de «extinción» al que se enfrentan algunos grupos indígenas de Colombia debido a la violencia armada de la que son víctimas. «Tras una serie de graves incidentes ocurridos en los […]
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha lanzado una grave advertencia sobre el peligro no sólo de desplazamiento, sino hasta de «extinción» al que se enfrentan algunos grupos indígenas de Colombia debido a la violencia armada de la que son víctimas.
«Tras una serie de graves incidentes ocurridos en los últimos días, el Acnur alerta sobre la emergencia humanitaria entre las comunidades indígenas colombianas», ha dicho en Ginebra un portavoz de esa institución, William Spind-ler, quien ha señalado que esa amenaza se cierne particularmente sobre los grupos indígenas «más antiguos y pequeños», que se localizan en los departamentos del Choco (noroeste) y Guaviare (sureste).
Síntoma de la situación alarmante descrita por la agencia humanitaria de la ONU es la huida de 1.700 indígenas de la etnia wonaan de sus territorios tradicionales, tras el asesinato de dos de sus líderes la semana pasada. Más de la mitad de ellos, que formaban cuatro comunidades, huyeron inicialmente al principal asentamiento de su etnia, pero desde allí han comenzado a desplazarse hasta la ciudad de Istmina, donde creen que estarán más protegidos.
Spindler ha dicho que el director del Acnur para América, Philippe Lavanchy, ha viajado a Colombia y hoy visitará Istmina, donde se reunirá con los indígenas desplazados y las autoridades locales.
Asimismo, la violencia ha alcanzado a la etnia nukak, asentada en el departamento de Guaviare, cuyo futuro a largo plazo el Acnur juzga «incierto» debido a que en los últimos años «se han convertido en blanco de los grupos armados, que se han adueñado de parte de sus territorios ancestrales».