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La oposición cubana queriendo “pescar en río revuelto”

Fuentes: Rebelión

No cesan en sus delirios de acabar con la revolución cubana.

El próximo 19 de abril 2022, luego de esta Semana Santa, se celebrará el 73 período de sesiones del Comité contra la tortura, de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el cual la oscura oposición cubana, intentará en medio de una serie de fallos de la ONU, como, por ejemplo, la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de esa organización y en medio del conflicto en Ucrania y sus burdas noticias por parte de la canalla mediática, se fragua una ignominia contra Cuba.

De igual modo, por su parte, el consorcio de radio y televisión alemán Deutsche Welle (DW) ha esbozado con mayor claridad ese espurio objetivo al publicar un artículo titulado, “Piden que Cuba y Venezuela también salgan del Consejo de DD. HH”. Dicha petición la hace la organización contrarrevolucionaria Center for a Free Cuba (CFC) la cual fue creada en octubre de 1997 en EE. UU., es financiada por la USAID y el Ned y tiene la misión de fomentar la subversión contra Cuba.

Pretenden “introducir en los debates el análisis de un espurio informe elaborado por una supuesta “ONG” denominada Prisoners Defenders, en el cual se acusa a Cuba de torturar a los que ellos llaman “prisioneros políticos”, según el escritor Marco Velázquez Cristo, en su artículo “La nueva patraña contra Cuba: sentarla en el banquillo de los acusados en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para tratar de forzar su exclusión del mismo”.

El Comité Contra la Tortura (CAT, por sus siglas en inglés), es el órgano compuesto por 10 expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes por sus Estados Partes. El Comité contra la Tortura trabaja para responsabilizar a los Estados de las violaciones de los derechos humanos, investigando sistemáticamente las denuncias de tortura para detener y prevenir este delito.

A su vez, la ONG Prisoners Defenders, según Velázquez Cristo, “se conoce que tiene su sede en Madrid y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones de España, pero en realidad esta falsa ONG es una organización creada por el Departamento de Estado norteamericano, quien la dirige a través de su Embajada en Madrid, y la financia utilizando a la USAID y el NED. Está dirigida a la actividad subversiva contra Cuba. De ella, en septiembre de 2018 surgió una sección, digamos que “especializada”, con fachada de “ONG” que se denominó “Cuban Prisoners Defenders”, la cual ha estado involucrada en la fabricación de falsas denuncias contra Cuba ante Naciones Unidas, la Unión Europea y la Corte Penal Internacional”.

Igualmente, el escritor Julio Ferreira, en su artículo en Rebelion.org, “Cuba Prisoners Defenders, ¿una ONG española?”, se pregunta, “¿cuál es la fuente de financiamiento de esta supuesta ONG? Aunque su presidente y fundador (el empresario español Javier Larrondo, de padres cubanos, quien se presenta además como el representante en España y Europa del grupúsculo contrarrevolucionario Unión Patriótica Cubana (UNPACU), cuyo cabecilla es el también asalariado de Washington José Daniel Ferrer García)”, asegura “que su organización ha nacido con sus propios fondos personales”, en realidad resulta poco creíble.

Otras informaciones (que explicarían el accionar anticubano de esta falsa ONG) señalan que el dinero proviene de los fondos del Departamento de Estado norteamericano, el cual la utiliza como organización pantalla para dar cobertura desde Europa a la subversión estadounidense contra la Mayor de las Antillas.

A tal fin, esta “ONG española” actúa con absoluta desfachatez en la fabricación de falsas denuncias contra Cuba ante Naciones Unidas, la Unión Europea y la Corte Penal Internacional”.

Finalmente, señala Velázquez Cristo, “Cabe preguntarse, ¿por qué Cuban Prisoners Defenders no acusan a los EE.UU. por su sistema de salud, que solamente atiende a quienes paguen costosos seguros médicos? ¿Desconocerá esta falsa ONG que la población carcelaria en EE.UU. es una nueva e inhumana forma de esclavitud? ¿Desconocerá esta organización pantalla que las cárceles privadas en territorio estadounidense son un negocio lucrativo para las corporaciones norteamericanas?”.

“Lo que se nos pretende hacer el 19 de abril es parte de la política hostil del gobierno norteamericano contra Cuba. Él es su verdadero responsable”.

En la otra acera del frente, el escritor cubano Gerardo Moyá Noguera, en su artículo “Torturar, nunca jamás”, señala “Recordaremos, porque bueno es recordar, que el gobierno del pueblo cubano comandado por Díaz-Canel nunca jamás ha torturado ciudadano alguno, ni tan siquiera a los peores enemigos en tiempos del dictador Batista y si no echen una mirada atrás a lo ocurrido con los presos después de la humillación que sufrió el imperio en las playas de Girón, cuando dichos presos fueron cambiados por tractores”.

Así mismo, enfatiza “Sí, se tortura en Cuba, pero en la base naval de Guantánamo y todos se mantienen callados. Después del 11 de septiembre, fecha fatídica, el ciudadano pakistaní Majid Khan fue brutalmente torturado hasta que “confesó” pertenecer al fundamentalista grupo de Al-Qaeda de Osama Bin Laden. Dicha base pertenece desde hace muchos años al imperio (EEUU), aunque el expresidente Obama en su campaña electoral nos dijo que cerraría para siempre la base, pero no ha sido así y allá se sigue torturando a los presos existentes en la misma, hasta que no pueden más, aguantando terribles torturas por parte de los sicarios que viven en la base de Guantánamo”.

Según un artículo de EFE y tomado de Cubasì “La cárcel de Guantánamo: 20 años de torturas sin fecha de cierre”, señala que, “la prisión de Guantánamo cumple 20 años abierta, pese a ser un polémico símbolo de la lucha antiterrorista de Estados Unidos que actualmente alberga a 39 reos y cuyo cierre todavía no se vislumbra a pesar de las promesas del presidente, Joe Biden.

Ubicado en una base naval estadounidense en el este de Cuba, el centro de detención de la bahía de Guantánamo abrió en 2002 por orden del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush (2001-2009) como respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

«Veinte años después, es innegable que la prisión de la bahía de Guantánamo es un fracaso legal, moral y ético. Es un símbolo mundial de la injusticia, la tortura y el desprecio por el Estado de derecho», dijo este lunes a Efe Hina Shamsi, directora de Seguridad Nacional de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés).

Destino de casi 800 presuntos terroristas detenidos en Afganistán e Irak, Guantánamo ha estado en el ojo del huracán por los programas de detenciones secretas y torturas, que incluían ahogamientos simulados y técnicas para que los presos no pudieran dormir.

Estados Unidos gasta cada año 540 millones de dólares para mantener Guantánamo, donde en la actualidad hay 39 hombres internados, 27 de ellos sin cargos penales en su contra, según un informe publicado por la ONG Human Rights Watch (HRW) con motivo del 20 aniversario del penal”.

En resumen, la realidad es que, la oposición cubana aprovecha este momento, de aparente confusión mediática y teniendo a su favor, los fallos de la ONU, para lanzar sus zarpazos contra Cuba heroica. No cesan en sus delirios de acabar con la revolución cubana. Pero no lo lograran, porque, como dijera Fidel, “No existe en el mundo fuerza capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”. Adelante Cuba.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.