Con tantos impedimentos en nuestro camino para crear nuestro propio futuro, a veces es rico respirar profundo y no meternos en discusiones cada rato. ¿Por qué tantas discusiones cuando lo más importante es la construcción de una base social fuerte y dinámica? Rico sería olvidar las diferencias que tenemos, pero desafortunadamente, algunos quieren una base […]
Con tantos impedimentos en nuestro camino para crear nuestro propio futuro, a veces es rico respirar profundo y no meternos en discusiones cada rato.
¿Por qué tantas discusiones cuando lo más importante es la construcción de una base social fuerte y dinámica?
Rico sería olvidar las diferencias que tenemos, pero desafortunadamente, algunos quieren una base social para unos propósitos. Y otros, para propósitos distintos. Cada uno según su política.
La nueva pillería quiere una base fuerte que se opone a la derecha, pero un movimiento que apoya al gobierno. Somos, según ellos, como una pareja feliz, cada uno juega el rol que le corresponda en una «política» compartida.
Nosotros en Igualdad somos distintos. Queremos una base movilizada capaz de construir un futuro propio. Un futuro bajo el control del pueblo, donde ya no existe la compra y venta de la educación, de la salud, de las pensiones, de la vivienda. En vez de un mercado, el buen vivir. En vez de comprar la vida, gozarla.
Al filo con la Ideología
Ahora bien, a veces nos dicen que no debemos meter esta «ideología» en las luchas sociales, porque es demás. Cada cosa en su momento, nos dicen. Primero lo básico, la base, luego las grandes ideas, los grandes planes. Pero no todavía porque no tenemos cómo hacer esos cambios tan grandes.
Bueno, si es mejor postergar esa construcción del futuro para después de tener la obra gruesa lista, también corresponde postergar la creación de una organización que dedica gran parte de su tiempo a difundir ese futuro. ¡Todo en su momento!
¡Pero un momento!… los del gobierno transmiten su imagen del futuro cada minuto de cada día. Su futuro se llama la democracia parlamentaria, y cuando chuteamos nuestro futuro a lo lejano, dejamos la batuta en las manos de ellos.
¿El futuro y el presente en las manos de quienes?
Nuestro país del futuro es uno bajo el control del pueblo, cien por ciento democrático. Es «PPP», Puro Poder Popular. La organización democrática que construimos, activa, de base, es lo esencial de ese nuevo país, entonces no tenemos por qué hablar de nuestro futuro como algo «después», porque es parte de lo que hacemos hoy.
Si no transmitimos, si no enseñamos el tipo de futuro que queremos, ¿es que no tenemos confianza?…o ¿es que creemos que no le interesa a la gente de base?
Bueno, algo tenemos de razón cuando pensamos que a la base no le interesa la «ideología». A algunos NO, a otros SI. Y más cuando nuestra ideología nace del poder de las organizaciones de base, de su confianza y capacidades de crear. Algunos han llamado ese mundo del futuro «socialismo», pero lo que sí es cierto, es que el futuro queda en nuestras manos, si queremos tomar la batuta.
Construyamos Igualdad para avanzar con la obra.
Estamos en guerra. El presente está en las manos del sistema, de gobiernos que «mandan», que solamente «representan» al pueblo.
Y queremos un país en manos del pueblo. El futuro es lo nuestro, o lo suyo. La obra de ganar la batalla comienza cada día, hoy, y no deberíamos postergarla hasta un futuro lejano.