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La pandemia vino para quedarse

Fuentes: Rebelión

No solamente no se va a ir la actual pandemia, sino que van a surgir otras más peligrosas y mortales.

Las acusaciones norteamericanas sostienen que la pandemia nació en China: Es más bien una manera de desprestigiar al país que está superando a Estados Unidos en todos los grandes avances tecnológicos, comerciales, financieros y hasta militares… porque la pandemia bien hubiera podido ser fabricada en un laboratorio químico norteamericano. En ese sentido prefiero seguir las explicaciones de teólogo de la liberación brasileño, Leonardo Boff, especialista en ecología. Él afirma que la pandemia es consecuencia del calentamiento global del planeta. Este despierta bacterias y virus dormidos desde millones de años, como las que están debajo de los hielos de los polos.

Esto significa que la situación actual es dramática porque sigue subiendo la temperatura ambiente en todo nuestro planeta. No solamente no se va a ir la actual pandemia, sino que van a surgir otras más peligrosas y mortales. Los científicos no van a tener la capacidad de producir vacunas que las detengan… O cambiamos o, a corto plazo, nos condenamos a desaparecer en unos pocos decenios. Ya desde 5 años la destrucción ambiental ha superado la capacidad de la tierra a reponerse… Así que se va cerrando el circulo del auto-suicidio de los seres humanos en el planeta. Además están apareciendo en varios lugares del planeta algas venenosas que crecen en aguas dulces cuando va aumentando su temperatura…

Hay actualmente siempre más voces que nos suplican de detener nuestra manera mortífera de vivir, en particular la indiferencia culpable de nuestros gobiernos y de las grandes multinacionales a los cuales les interesa la pandemia para encerrar, controlarnos y ganar millones de millones. Científicos de todos los países confirman que, en vez de retroceder, el calentamiento global no deja de crecer, llegando a límites que será cada vez más difícil revertirlos. Las autoridades de las grandes religiones, el papa Francisco, el patriarca de las Iglesias ortodoxas y jefes musulmanes han lanzado un llamado común para que, “en nombre de Dios, se detenga la destrucción inmisericorde de la creación”… Todos somos responsables, cómplices y encubridores por nuestro consumismo incontrolado, los desechos de la basura, la utilización de plásticos, el consumo indiscriminado de papel… Como decía Jesús: ¡Miramos “la paja en el ojo ajeno y no nos damos cuenta de la biga en el nuestro!” Si no cambiamos nosotros, peor van a cambiar los gobiernos y las multinacionales.

La ONU (Organización de las Naciones Unidas) acaba de lanzar pronóstico alarmante sobre la destrucción de la vida vegetal, animal y humana al nivel planetario. Nos ruega hacer cambios urgentes en nuestro estilo de vida, señalándonos hábitos que tenemos implementar de inmediato: Por ejemplo, decidirnos, antes que sea demasiado tarde, a cumplir con ¡los 3 “R” señalados hace… 20 años! “Reducir, Reutilizar y Reciclar”. Parece que no amamos a nuestros hijos porque ellos no van a sobrevivir a la catástrofe que les estamos preparando aceleradamente: ¡Somos como los viajeros descuidados del famoso Titanic que estaban bailando al momento de chocar con un inmenso iceberg en medio del Atlántico!

Por estas razones, tenemos que cambiar radical y prontamente de manera de vivir. Señalemos 5 compromisos a nuestro alcance. 1. Consumir menos en todo: alimentación sin aceites ni gaseosas y con muy poca carne y lácteos, medicamentos naturales, vestimentas sencillas, cero plástico… 2. Revertir el individualismo para volver a una vida más comunitaria, promoviendo los bienes comunes, compartiendo nuestros bienes materiales, multiplicando las amistades, fomentando las actividades colectivas… 3. Combatir el sistema capitalista que organiza nuestra explotación, nuestra manipulación y la destrucción de la naturaleza, desvelando su perversidad y nuestra complicidad con él, emprendiendo actividades alternativas y colectivas, promoviendo una educación que nos capacite para vivir humana, colectiva y respetuosamente… 4. Redescubrir la dimensión espiritual nuestra, la de todos los seres humanos, de las sabidurías ancestrales, de la naturaleza y del cosmos: Somos una sola unidad de vida y de destino porque todos somos interrelacionados e interdependientes. ¡Desarrollemos nuestras espiritualidades! 5. Los cristianos: Revitalizar nuestra fe cristiana: ¡Dios nos ha hecho para la felicidad mediante el amor mutuo y nos destruimos unos a otros! La tierra es nuestra casa común y nuestra Madre: La demolemos sin piedad en vez de amarla y cuidarla. ¡La pasión y la muerte de Dios se cumplen en la pasión y la muerte de la Vida que provocamos nosotros mismos!

La pandemia es nuestra creación continua: Al vivir desordenadamente la fortalecemos más y más: ¡Qué locura la nuestra! ¡Paremos estos crímenes si queremos vivir normalmente y si queremos que nuestros hijos sobrevivan!