Recomiendo:
3

La patética lógica del gobernante

Fuentes: Rebelión

Dice Karl Marx que la política es una mera superestructura cambiante de lo económico. Si aceptamos este aserto, los políticos de las democracias occidentales de partidos son meros rehenes de los poderes que manejan la economía y especialmente la financiera. Luego los políticos y los gobernantes no pueden pasar de ser meros consentidores o muñecos en manos de las fábricas de armas, de los Laboratorios, de la Banca, de las grandes corporaciones, de los grandes lobbys y de todo cuanto sin responsabilidad directa, maniobra para que los gobernantes se plieguen a sus intereses y a su ideología.

Hay otra parte de su competencia que también depende, aunque en España es cada vez más débil, de otro poder fáctico, el religioso. La parte de responsabilidad e iniciativa en la que el gobernante tiene plena autonomía es mucho más pequeña de lo que se supone… El gobernante que no se somete a las directrices que se le hacen llegar a su Gabinete a veces por complicadísimos caminos, tarde o temprano lo paga con su derrocamiento o con su vida. ¡Cuántos lo han pagado así en América Latina, en África, en Oriente Medio!

En realidad esto siempre fue así. Pero es a partir de cierta edad cuando a fuerza de ver desfilar los hechos de la vida y el modo de tratarlos las naciones, sus políticos, sus gobernantes uno se da cuenta de lo inútil y ridículo que resulta razonar desde la lógica, que es como se supone el razonador pudiera tener razón porque todavía no la ha perdido. Y a este propósito me parece esencial, por cierto, recordar qué es “la lógica”: una parte de la filosofía que estudia las formas y principios generales que rigen el conocimiento y el pensamiento humano, considerado puramente en sí mismo, sin referencia a los objetos. Los problemas principales de la lógica son las doctrinas del concepto, del juicio, del silogismo y del método. Y me parece esencial, porque todo el Derecho, las Constituciones, los Tratados, los Pactos, los Acuerdos, etc, sean bilaterales, colectivos o internacionales están fundamentados en razonar, argumentar y llegar a acuerdos conforme a la lógica. Pues bien, cuando digo que sobre todo a partir de cierta edad uno se da cuenta de lo inútil y ridículo que resulta razonar desde la lógica, es porque la historia es un continuo de barbaridades, pero también un perpetuum mobile de atentados contra la lógica a secas que, extrapolada a la política, no hay duda de que parece solo pensada para el engaño.

Procuraré no irme por las ramas de la historia y me ceñiré a los motivos “oficiales” de la segunda guerra mundial y a su estallido. La práctica totalidad de los países occidentales, con la intervención a última hora de Estados Unidos, aplastaron las intenciones de quienes se supone cometieron atrocidades de lesa Humanidad y se habían propuesto adueñarse del mundo, a través de la Lebensraum, teoría del espacio vital acuñada por el nazismo. En esa guerra Alemania y el Nazismo quedaron literalmente laminados. Es decir, resumiendo, Occidente venció, tras seis años de guerra, al bíblico Gran Mammon, dios de la avaricia. Al término de tan pavorosa guerra, por un lado los países europeos eslavos pertenecientes a la URSS firman el Pacto de Varsovia, y los países europeos no eslavos, con Estados Unidos como protagonista principal, firman el Tratado del Atlántico Norte, la OTAN.

Pues bien, veamos cómo asistimos sin pestañear a los gravísimos atentados a la lógica formal…

 Primer agresión a la lógica.

Después de cuatro décadas e incluso antes empiezan de nuevo los brotes de nazismo en naciones europeas. Austria es la primera donde emergen retazos de la ideología, en 2009. El 9 de mayo de este año, grupos de neonazis austríacos atacan a sobrevivientes de Mauthausen, durante la jornada anual de conmemoración de la liberación de este campo de concentración, el más importante de Austria. Jörg Haider primero es presidente del FPÖ. Se opone a la inmigración y también al bilingüismo en el sur de Carintia, donde vive una comunidad eslovena… El ultranacionalista Viktor Orbán gana en 2022 con mayoría absoluta las elecciones legislativas en Hungría. Orbán inicia su cuarto mandato tras doce años presidiendo el país. Durante su Gobierno se han llevado a cabo políticas duramente criticas por la Unión Europea, que ha tratado de interponerle sanciones económicas en numerosas ocasiones. Este gobernante lleva 12 años al frente de Hungría. La británica Margaret Thatcher fue 11 años primer ministra. Y Angela Merkel fue 16 años Canciller de Alemania. Sin embargo, nunca se ha sabido de alguien de relieve que dijese de estos tres personajes que fuesen dictadores por el largo tiempo que permanecieron en el poder. Sin embargo, a Putin, que lleva once años sucesivamente elegido en otro sistema, también democrático, de elección directa,  más democrático que la farsa, por ejemplo, que se representa en España desde 1978, es llamado públicamente dictador. Incluso políticos españoles que parecieron siempre razonables, como un separatista catalán y un ultranacionalista cántabro, lo repiten una y otra vez…

 Segunda agresión a la lógica

El 16 de marzo de 2014, siendo presidente del país Yanukóvich, prorruso, se organiza en Ucrania un referéndum de independencia y de unificación con la Federación de Rusia. Un golpe de Estado le apea del poder y en su lugar es elegido Zelensky. A partir de ese mismo año los bombardeos sobre las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, prorrusas y de paso sobre la población civil en la región de Dombass, por parte del sector nazi del gobierno y aún de mercenarios descontrolados, se suceden. Y el 24 de febrero de 2022 se inicia la invasión rusa para poner fin a ese comportamiento nazi.

La agresión grave a la lógica se produce con la injerencia a la que Estados Unidos dedica tres cuartas partes de su política exterior. E injerencia superlativa es no sólo no dejar que el conflicto se resuelva entre los dos contendientes, Ucrania y la Federación Rusa, si no sobre todo su decisión de apoyar a un Estado y un gobierno prácticamente nazis (después de haber combatido al Nazi de 1939 a 1945), por sus acciones previas a esta guerra, durante catorce años. ¿Los verdaderos motivos?  Los que se corresponden con el dictamen de Karl Marx: el económico y mantener su hegemonía Estados Unidos. El golpe de Estado es patrocinado por esta potencia que tiene en Europa 500 bases militares y 900 en todo el globo. Nación que se ha erigido desde el término de la segunda gran guerra en el Hegemón del planeta y ahora arrastra a las naciones de la OTAN a intervenir directamente en la guerra de Ucrania, siempre a salvo su país por su situación geoestratégica, y siempre lanzando las guerras fuera de su metrópoli como suelen hacer los imperios y principalmente el Imperio Romano. ¿Tiene lógica, de la lógica común, la nuestra, la del ciudadano o ciudadana ilustrada desde su infancia por la “Lógica”?

Tercera y definitiva agresión a la lógica

Después, desde poco después de iniciada la guerra, de que Estados Unidos y las naciones de la OTAN armasen a Ucrania y estar enviando a ese país armamento cada vez más potente, Estados Unidos, contraviniendo todos los acuerdos sobre el asunto, va a enviar a Ucrania armas, estas sí (no las inexistentes de Sadam Hussein) de destrucción masiva (bombas de racimo). Y por otro, ejércitos privados en los países miembros de la OTAN  están instalando sus armas a lo largo de las fronteras con Rusia, embolsando a su territorio por el sur y por el oeste, provocando en un in crescendo la reacción de la Federación Rusa que habrá de defender su nación, pero en condiciones de guerra total apocalíptica. Lo que supone el mayor peligro para la Humanidad de la Historia. Después de las dos bombas lanzadas por Estados Unidos sobre Nagasaki e Hiroshima en 1945, todo el mundo conoce los efectos de la deflagración de esa arma. Hoy, aquellas bombas, al lado de todas las que dispone no sólo la Federación Rusa y Estados Unidos, sino también numerosos países pese al afán de evitar su proliferación por distintos Convenios Internacionales llamados, como todos y como siempre, a ser incumplidos, y la amenaza que, por azar o error de cálculo, como ya advirtió Kennedy en un discurso en la ONU, están a un paso de ser activadas. Y a una activación, por azar o por error de cálculo, se sucedería la réplica instantánea del o de los adversarios contra distintos puntos del globo… En este punto de la “lógica” humana nos encontramos. Porque a fin de cuentas, como dice Montesquieu en su obra Cartas Persas, “parece como si las inteligencias de los grandes hombres se empequeñecieran cuando están reunidas; y que donde más sabios hay, existe menos sabiduría”. Lo que traducido a la lógica que los políticos, los gobernantes que inventaron la política para engañar a los pueblos, se traduce a que los supuestos grandes hombres, por el influjo del gran Mammon, el dios de la avaricia de poder y de riquezas, son capaces de autodestruirse y destruir su propia casa con tal de no desprenderse, como necios que son, del oro que les hundirá en la ciénaga…

¿Es todo esto lógico? ¿Vale la pena esforzarse en razonar desde la lógica, a menos que sea la lógica de la fuerza bruta? ¿De qué sirve enseñar en la escuela, en el colegio, en el instituto y luego en la universidad, si no se les dice la verdad al alumno, todo ese cúmulo de mamotretos sobre el Derecho internacional, Público y Privado, sobre el Derecho de gentes sobre… si lo que sigue siendo en el siglo XXI determinante de nuestro destino personal y colectivo, es la misma fuerza que empezó a emplearse en la caverna multiplicada por mil o por un millón de newton, la unidad de fuerza? 

 Jaime Richart es antropólogo y jurista.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.