En el escenario político actual del país, se viven esperanzas y desesperanzas en torno a las elecciones presidenciales de Colombia. El partido de los desmovilizados, guardan la esperanza que un candidato popular llegue al palacio de Nariño, incurren en una lectura errónea de la situación política, económica y social del régimen capitalista vigente. Las causas […]
En el escenario político actual del país, se viven esperanzas y desesperanzas en torno a las elecciones presidenciales de Colombia. El partido de los desmovilizados, guardan la esperanza que un candidato popular llegue al palacio de Nariño, incurren en una lectura errónea de la situación política, económica y social del régimen capitalista vigente. Las causas que originaron el conflicto político-armado y social en Colombia siguen vivas; no es de extrañar que los hoy traidores del secretariado del partido de la rosa, los auténticos disidentes, pretenden aferrasen a las comodidades que les brinda el mal llamado «acuerdo de paz»; cambiaron las ideas que un día sembró el camarada Manuel y Jacobo por los libertinajes que les brinda la oligarquía Colombiana; los viajes al exterior; los carros blindados; los esquemas de seguridad; los lujosos apartamentos; el turismo; la opulencia; bebidas costosas; los abrazos de amor con la cúpula militarista y los reaccionarios oligarcas y la explotación de la fuerza de trabajo a los excombatientes; gastándose los recursos que le robaron a los bloques de frentes, acumulándolos para su beneficio personal, vendiendo el proyecto que nos costó 53 años de lucha y el sacrificio de la buena voluntad de mujeres y hombres que ofrendaron sus vidas y que dieron todo por el todo en esta digna lucha. ¿En dónde quedo el adoctrinamiento de nuestros mártires?, ¿Dónde quedo el discurso fallido de los intelectuales desmovilizados?, estos arrodillados están convencidos que tal vez Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Humberto de la calle o Piedad Córdoba les salve el tratado (trato). ¿Qué pasaría con el blindaje de los acuerdos si ganara Duque o Lleras a sabiendas que la mayoría parlamentaria electa es de ultraderecha, perteneciente a la clase explotadora, burguesa, los terratenientes y guerrerista?.
Las FARC-EP, seguimos siendo un partido de clase obrera y popular en armas, de carácter Marxista-Leninista, inspirada en el pensamiento del libertador Simón Bolívar y de Manuel Marulanda Vélez.
Al pueblo colombiano le queremos decir que nuestra lucha es justa; que optamos por el legítimo derecho a la rebelión armada y seguimos marchando como un día lo hizo Bolívar, Manuel y Jacobo.
FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA EJÉRCITO DEL PUEBLO
FARC-EP
ABRIL DEL 2018; MONTAÑAS DE COLOMBIA.