Según informaciones de «Heraldo de Soria», la comunidad islámica de esta ciudad remitió en diciembre de 2015 a los juzgados la propaganda electoral del partido «Democracia Nacional» por si constituía delito. En los carteles pegados en las calles figuraba una mezquita inscrita en una señal de prohibición, junto a la leyenda «Stop islamización de Europa». […]
Según informaciones de «Heraldo de Soria», la comunidad islámica de esta ciudad remitió en diciembre de 2015 a los juzgados la propaganda electoral del partido «Democracia Nacional» por si constituía delito. En los carteles pegados en las calles figuraba una mezquita inscrita en una señal de prohibición, junto a la leyenda «Stop islamización de Europa». La Comunidad Islámica de Soria afirmó que fue objeto de amenazas tras la denuncia. Éste es uno de los 278 casos de discriminación y odio que la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia ha registrado en 2015, cifra que supone un incremento del 567,3% respecto a 2014 (49 casos) La plataforma, que forma parte del Consejo de Víctimas de Delitos de Odio y Discriminación, realiza desde 2011 un seguimiento de estas expresiones, además de acompañamiento a las víctimas para que interpongan las denuncias correspondientes.
El informe de 2015, hecho público en febrero de 2016, destaca que la mayor parte de los incidentes fueron por «Ciberodio» (21,8%), acciones contra mujeres por la indumentaria o hiyab (19,4%), agresiones contra personas (5,3%), vandalismo contra mezquitas (5,3%), incidentes durante la construcción o apertura de mezquitas (4%), por odio o discriminación contra personas refugiadas (3,4%) y por islamofobia durante las campañas electorales (3,4%). Durante la campaña electoral para los comicios municipales en L’Hospitalet, el PP local propuso «limitar la proliferación de locutorios, bazares y kebabs»; el partido conservador también repartió en el barrio barcelonés del Raval octavillas con la consigna «El Raval no puede convertirse en un gueto islmámico». El informe apunta que las provincias de Barcelona (28%), Madrid (14,4%), Valencia (11,4%) y Castellón (6,8%) concentran más de la mitad de los casos de Islamofobia.
Los autores del informe advierten que los casos aportados no comprenden la totalidad del fenómeno, ya que se limitan a las denuncias directas en la Plataforma o las informaciones remitidas por las víctimas. No se incluyen, por ejemplo, la mayoría de los artículos que señalan a los musulmanes como «terroristas», «violentos» o «enemigos de la democracia». Tampoco figuran la mayor parte de los mensajes islamófobos que circulan por las redes sociales. Se constata asimismo que en el 82% de los casos no se producen denuncias. Cuando éstas se llevas a término, apunta el informe, «sigue siendo notable la mala gestión», pues en muchas ocasiones «se consideran en los datos policiales como delitos comunes, sin el agravante islamófobo». Otro apunte de interés hace referencia a que en 2015 (hasta el mes de septiembre) la islamofobia se convirtió en el principal delito de odio en España, hasta el punto de que, según informó el diario El País a partir de fuentes del Ministerio del Interior, los ataques contra el Islam y los musulmanes representaron el el 40% de los delitos de odio. Para refutar los tópicos relativos a la supuesta extranjería o de religión «importada», la Plataforma contra la Islamofobia recuerda que el 40% de los musulmanes del estado español son españoles.
El informe de 2015 incluye múltiples casos de discriminación, odio, manipulación y agresiones físicas o verbales. En marzo de 2015 el presidente de VOX, exparlamentario del PP y uno de los impulsores de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, Santiago Abascal, defendió públicamente la «identidad católica de España» y acusó a la formación Podemos de proponer la «islamización de España». Abascal recalcó que su partido «no quiere una España con burkas, ni una España en la que las mujeres no puedan conducir, y en la que los hombres tengan que arrodillarse no por voluntad propia sino obligatoriamente cinco veces al día mirando a La Meca». El líder ultraconservador pronunció estas palabras durante la campaña de las elecciones andaluzas, y agregó la siguiente frase: «No queremos que desde la Giralda se arroje a los homosexuales».
Un día después, el 11 de marzo de 2015, tuvo lugar la primera concentración en Cataluña del grupo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA), fundado en Dresde en octubre de 2014 y cada vez más visible por las manifestaciones en esta ciudad. En la convocatoria de PEGIDA-España en L’Hospitalet de Llobregat se mostraron enseñas de la Cruz de Sant Jordi y de Cataluña, y se difundieron consignas como «tolerancia cero contra la islamización de Europa». Miembros del partido Plataforma per Catalunya participaron en la concentración. La Plataforma contra la Islamofobia también se hace eco de las pintadas en el barrio de Los Arroyos en San Sebastián de los Reyes (Madrid). En puertas, muros y comercios regentados por población musulmana aparecieron en noviembre de 2015 pintadas del estilo «Moros no», «Adolf Hitler tenía razón» y «Stop Islam», además de cruces gamadas. Ese mismo mes se convocaron concentraciones contra el Islam y la multiculturalidad en ciudades como Zaragoza, Elche y Salamanca. En la capital aragonesa se mostraron pancartas con el lema «No al terror islámico» y en Elche, con la consigna «Defiende tu identidad». En la ciudad castellana algunos carteles proclamaban «Hoy Francia, mañana España; fuera Islam de Europa».
La Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado presentó en octubre de 2015 una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por unas declaraciones del cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en las que se refería a una supuesta «invasión a Europa» por parte de emigrantes y personas refugiadas. Dudaba además de que estas fueran «trigo limpio». En un sentido parecido, en septiembre de 2015 se inició una campaña estatal con pegatinas y reparto de información en los que se visibilizaba la cabeza de un cerdo y los siguientes lemas: «refugiados no bienvenidos» y «no es racismo, son matemáticas» (en este caso, con el personaje de animación «coco»). Otro de los ejemplos recogidos es el de un profesor de la Facultad de Magisterio de Zaragoza que expulsó del aula a una alumna por llevar hiyab (velo o pañuelo que cubre el cabello); cuando fue obligado a admitirla, le espetó: «Me obligan a tenerte en clase, pero no eres bienvenida». Un artículo publicado el 20 de junio en el diario «La Opinión de Murcia» defiende la misma tesis: «No debe permitirse a ninguna mujer llevar el velo musulmán, en cualquiera de sus variantes» ya que ello implica «un mundo que se quedó en la edad media». El partido de extrema derecha España 2000, que cuenta con un concejal en el Ayuntamiento de Silla (Valencia), apeló del siguiente modo a la formación Compromís: «El catalanismo musulmán se disfraza en la marca Compromís! Felicitan el Ramadán insultando al cristianismo y a todas las mujeres occidentales».
Algunos de los casos relatados tienen como protagonistas a las fuerzas de seguridad del estado. El 7 de julio un ciudadano marroquí, A.E.M., fue requerido para que se identificara cuando se trasladaba en un ferry a Meilla para pasar el Ramadán en Marruecos. A los siete meses se le notificó una sanción, en la que figuraban todos sus datos personales, por no querer identificarse. Por otro lado, en un escrito en el que pedía el voto, el candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ofrecía un ayuntamiento «gobernable, con las ideas claras y sin una gran mezquita». El informe de la plataforma recoge, el 27 de febrero, las denuncias de agresiones y lanzamiento de piedras en la mezquita Mulay Mehdi de Ceuta; los ataques tuvieron lugar mientras los fieles oraban en el interior del templo. El 3 de marzo se hizo pública una sentencia del Tribunal Supremo que condenaba a Telemadrid a indemnizar a Mohamed Attaouil, presidente de la asociación musulmana Al Hilal, del municipio de Salt (Girona) y al imán Rachid Menda, por vincularlos al terrorismo en un reportaje titulado «Los doce imanes de la yihad», constata la Plataforma contra la Islamofobia. La sentencia consideró que las informaciones suponían una intromisión ilegítima en el honor y la imagen de los afectados.
El entonces alcalde de Badalona y actual presidente del grupo parlamentario del PP en el parlamento catalán, Javier García Albiol, cerró el 23 de enero el centro cultural y escuela de la Comunidad Islámica de Badalona. En un comunicado el consistorio justificó su decisión en la falta de permisos y en que el local se podía estar utilizando como mezquita. El mismo día tuvo lugar una concentración frente a la Mezquita del Centro Cultural Islámico de Madrid (conocida como de la M-30), en la que el líder de Alianza Nacional afirmó que la el problema «no es de inmigración, sino de invasión musulmana». «Aquí se recluta a voluntarios se adoctrina a la gente y se crea un clima en contra de Europa», añadió en el entorno del edificio religioso. El 8 de enero, denuncia la Plataforma contra la Islamofobia, la mezquita de San Juan de los Lagos (Burgos) fue objeto de pintadas racistas («putos moros» y cruces gamadas). Hechos similares se produjeron en la puerta de la mezquita de la Comunidad Islámica de Montmeló (Barcelona). El informe de 141 páginas incluye 278 casos similares. Como el de una enfermera de origen marroquí, residente en Lleida desde hace años, que fue increpada dos veces en la calle un día después de los atentados de París.
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