Resulta anecdótico por decir lo menos, que frente a una resolución Administrativa de la SVS (Superintendencia de Seguros y Valores) la prensa y el gobierno, se preocupen de Sebastián Piñera, sólo como empresario y de una de sus actividades financieras frente a su empresa emblemática como es Lan Chile. Este personaje de la política chilena, […]
Resulta anecdótico por decir lo menos, que frente a una resolución Administrativa de la SVS (Superintendencia de Seguros y Valores) la prensa y el gobierno, se preocupen de Sebastián Piñera, sólo como empresario y de una de sus actividades financieras frente a su empresa emblemática como es Lan Chile.
Este personaje de la política chilena, tiene un prontuario en el campo académico, empresarial y financiero de carácter ético, que no resiste análisis alguno y sin embargo los medios y el oficialismo se niegan a poner sobre el tapete, este rosario de chuecuras.
Académicamente, mintió sobre el nivel alcanzado en Harvard y tenía en su currículum vitae un grado que no le correspondía y que después de ser denunciado fue públicamente, fue rápidamente corregido.
El inicio de su fortuna, no fue menos turbio, pues enviado a Estados Unidos, por sus patrones de aquel entonces, (fines de los setenta) a estudiar el negocio de las tarjetas de crédito; regreso informando que mayormente no les veía un buen futuro y a los seis meses (una vez renunciado) hizo sociedad con otros empresarios en muy buenos términos y abrió una empresa propia en este rubro, que fue el inicio de su futura fortuna.
Con el caso denominado Chispitas, donde estaban metidos otros de su calaña moral, levanto en iras al verse, virtualmente estafado por los administradores de aquel entonces ante una jugada leguleya al crear acciones de primer y segundo orden y reunió a los perjudicados para dar batalla por el derecho de las minorías, pero una vez que Endesa España, le ofreciera una solución individual (solo a él) y se sintiera conforme con los beneficios obtenidos, dejo literalmente botados a sus ex pares.
Las grabaciones presentadas, con términos soeces contra una de sus aliadas política de aquel entonces dentro de Renovación Nacional como era la actual senadora Evelyn Matthei, si bien tenían un carácter y origen espurios, eran palabras y dichos propios de Piñera, los que nunca fueron desmentidos por el imputado.
Hoy es un personaje con miles de recursos y por tanto con equipos en todo orden (buffet de abogados, oficinas de auditorias, empresas de imagen, propietario de un canal de TV, etc…) que tienen como objetivo final, relanzar su candidatura presidencial, con miras a las elecciones de 2009.
Si bien la política y en particular la chilena, no se han caracterizado nunca por tener santos entre sus integrantes, se hace absolutamente necesario que en el caso de Sebastián Piñera, se haga una evaluación moral y ética de su vida pública, que definitivamente deja mucho que desear como ejemplo para las futuras generaciones.
Self made man, como él no le hacen bien a un Chile que lucha por la dignidad y el retorno a una democracia plena.