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La profecía canadiense

Fuentes: Rebelión

A finales del 2001, cuando el llamado proceso del Caguán agonizaba, llegó uno de los oficiales políticos de la embajada del Canadá en Bogotá a la pequeña oficina de la comisión de personalidades o notables, que el presidente Pastrana nos había dotado en un costado de la casa presidencial. Era un hombre joven de habla […]

A finales del 2001, cuando el llamado proceso del Caguán agonizaba, llegó uno de los oficiales políticos de la embajada del Canadá en Bogotá a la pequeña oficina de la comisión de personalidades o notables, que el presidente Pastrana nos había dotado en un costado de la casa presidencial. Era un hombre joven de habla hispana sin acento particular, y si la memoria no me traiciona, de mediana estatura, inquieto, complexión débil y cabello un tanto ondulado. Venía a invitarnos a almorzar. Nos sugirió un restaurante «casero» en el barrio de La Candelaria y, con mi inolvidable amigo y colaborador Omar García Alzugarate, aceptamos la invitación.

Ya en el restaurante, mientras le agregaba un poco más de alcaparras y crema al típico ajiaco bogotano, nos sorprendió con su franqueza. Nos dijo mirándonos a la cara, algo que siempre he tenido rondando en la mente durante estos 12 años: «Mire, y esto es para que lo comente con quien desee. Solo existen dos condiciones para que la Farc logren desbalancear (usó la palabra desbalancear) el curso del conflicto. Pero ambas son imposibles: Una es que consigan cohetes tierra- aire. La otra es que con el desprestigio que tienen, logren movilizar la sociedad civil a favor de sus propuestas».

Esperó muy atento nuestra reacción, que fue una pausa silenciosa y, agregó: «Además existe el agravante de que Álvaro Uribe será, sin ninguna duda, el próximo presidente de Colombia».

Omar, sorprendido, le preguntó por qué hacía esas afirmaciones tan categóricas, casi proféticas, si por ejemplo faltaban 6 meses para la realización de las dos vueltas que concluirían en la elección presidencial. Tomó aire como meditando la respuesta, y respondió sonriendo: «Cumplo con avisarles», luego concluyó su predicción diciendo: «La información, doctor, la información es hoy en día el poder».

Era obvio que se trataba de un mensaje si no intimidatorio, sí de amonestación y premura, ante el cual no había mucho para discutir. El resto del almuerzo hablamos sobre el clima del Canadá en ese invierno, etcétera y, de postre saboreamos unas muy bogotanas «brevas en almíbar».

Hoy, 12 años después de rotos aquellos diálogos del Caguán, destinados a reestructurar y americanizar totalmente los 480.000 hombres armados de la «Fuerza Pública» de Colombia, de satanización extrema de la Insurgencia guerrillera y, de intensa lucha de clases (olvidada por TODOS los analistas y opinadores del régimen), la profecía del joven oficial de la embajada canadiense en Bogotá, se ha cumplido, pero parcialmente.

Uribe Vélez, con la ayuda invaluable del presidente de los EEUU G. Bush, del corrompido aparto electoral colombiano y, de sus socios y amigos Mancuso, Castaño, don Berna etc., «ganó» las elecciones presidenciales del 2002. Prolongó su mandato por 8 años, y si bien es cierto, cada día que pasa, se acerca más a la Corte Penal Internacional, su mandato cipayo se prolongará indefinidamente con la vicaría de JM Santos y su sucesor.

También resultó cierta la imposibilidad de la insurgencia guerrillera para conseguir cohetes tierra-aire y desbalancear el curso de la lucha armada. Las Farc, según Boris Salazar, columnista recomendado por el portal WEB Razón Pública .com (que más bien parece la razón privada de su dueño) escribe: «… El mismo Timochenko ha reconocido que las Farc no aspiran a derrocar al poder actual a través de la guerra. Creen que sólo una insurrección popular podría terminar con la larga y sangrienta contrarrevolución que ha ocurrido en Colombia en los últimos sesenta años. Aun sabiendo que ya no podrán ganar la guerra, y que lo ganado hasta 2001 se fue por el despeñadero de los secuestros como estrategia política, las Farc siguen teniendo una salida. La que han aprendido en estos sesenta años de actividad clandestina: sobrevivir contra todas las probabilidades. Lo hicieron a principios de los años setenta cuando tenían muy pocos hombres y casi ni podían movilizarse por lo que antes habían sido sus territorios. Lo volvieron a hacer luego del bombardeo agonístico a La Uribe en 1990. Y lo han seguido haciendo a pesar de la pérdida en combate, y fuera de él, de casi todo el Secretariado presente en las negociaciones del Caguán. Claro, las Farc no aspiran a la simple supervivencia. Quieren cambiar la sociedad colombiana. Al menos a transformar sus condiciones estructurales. De lo contrario, su lucha de tantos años habría sido inútil. Si las causas que llevaron a la resistencia armada en 1964 no han sido superadas, la guerra seguiría vigente como una alternativa…»

Seis mil (6.000) muertos o dados de baja a la Fuerza Pública, causados por la Farc en los últimos tres años (2.000 cada año), según lo dice el así mismo bien informado León Valencia en su último artículo de la revista Semana (29.01.2012), no son para menospreciar.

Y la sociedad civil de Colombia, cuyo «gerente vitalicio» durante toda la oscura noche Uribeña ha sido el ministro conservador Sabas Pretel de la Vega, en estos doce años de intensa lucha de clases, contra lo vaticinado por el oficial canadiense y, a pesar de la aplastante hegemonía de los medios de comunicación adictos, ya no come cuento y, ha entrado en una dinámica propia o autónoma de comprensión amplia y concientización del complejo e histórico conflicto armado colombiano y de su posible Solución Política, muy distante o alejada de la eterna monserga militarista de «la victoria de los buenos y la derrota de los malos»: Está en un serio e intenso proceso de organización y movilización popular a través de muchas organizaciones, como el Congreso de los Pueblos, COMOSOCOL, o el Consejo Patriótico Nacional, hasta imponerla como solución definitiva a la guerra imperial en Colombia.

Ver : http://anncol.info/index.php?option=com_content&view=article&id=805:convocatoria-constitucion-y-lanzamiento-del-consejo-patriotico-nacional&catid=81:europe&Itemid=578 )

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.