Recomiendo:
0

La prueba y la cadena de custodia

Fuentes:

Existe en derecho una cosa que se llama cadena de custodia. Y se refiere a la confiabilidad de una prueba. Si la cadena de custodia ha sido violada, la prueba debe estar entre paréntesis, no se puede confiar plenamente en ella. Esa cadena de custodia sirve para que la prueba no se contamine, sea imparcial […]

Existe en derecho una cosa que se llama cadena de custodia. Y se refiere a la confiabilidad de una prueba. Si la cadena de custodia ha sido violada, la prueba debe estar entre paréntesis, no se puede confiar plenamente en ella. Esa cadena de custodia sirve para que la prueba no se contamine, sea imparcial y sobre ella no recaiga ninguna duda.

Y esa cadena de custodia, lo lamento, ha sido violada todo el tiempo en el caso de los computadores de ‘Reyes’. En la recolección de la prueba no estuvo un delegado de la Fiscalía, por obvias razones. Y una vez llegó a Bogotá, permaneció en manos de la Policía e inteligencia militar. Y cuando se dieron a conocer a los medios de comunicación los archivos de esos computadores, todavía seguían en manos de la Policía. La prueba, esa prueba, al menos en derecho, no es confiable. Puede que no haya sido alterada, pero el sólo hecho de haber violado la cadena de custodia, le quita validez.

Eso en derecho.

Los medios de comunicación, todos, nunca se preguntaron por esa cadena de custodia. Y cada información que se saca de esa prueba la acogen como cierta. Y sobre esas informaciones se tejen versiones y se piden explicaciones y se hacen juicios a priori. Eso, al menos en derecho, está mal.

Si en una redada me agarran con una pistola, la policía me la incauta. Y me llevan a un calabozo, por obvias razones. Pero esa pistola, de inmediato, se pone en manos de la Fiscalía como prueba. Y la Fiscalía se encargará de hacer los análisis necesarios para saber si esa arma ha estado comprometida en algún crimen. Y será la Fiscalía la que me levante cargos. Pero en el juicio me defenderé alegando que esa pistola ni es mía ni la tenía en mi poder. Y que fue la Policía la que me la endilgó, paladinamente, para que pareciera más sospechoso de lo que parezco. Y tendré posibilidades de salir libre. Porque así funciona el derecho. Y este país es un Estado de Derecho, al menos eso dice el papel.

En un Estado de Hecho, esa cadena de custodia importa cinco centavos. Se cree a pie juntillas lo que digan las autoridades policíacas. Y punto.

Esos computadores de ‘Reyes’, en derecho, son sospechosos y poco confiables. Pero nadie parece preguntarse nada sobre eso. Y la prensa sigue dándoles todo el protagonismo cada vez que sale un archivo nuevo comprometiendo a otra persona. Porque son no sé cuántos miles de archivos que develarán en la medida del tiempo. Si el carnicero de la esquina no le cae bien a alguien, y ese alguien tiene alguna manera de llegar a la prueba, seguramente saldrá mencionado en uno de esos computadores de ‘Reyes’: «Que le dieron plata para montar la carnicería».

Esa es la sensación que me deja, al menos a mí, el manejo que se les está dando a «los computadores de ‘Reyes’ «. Parecen una chistera de mago, de donde saldrán conejitos, palomitas, violines, neveras, fincas, enemigos, carros, ejércitos, armas, cocaína, sindicalistas, políticos, periodistas, ONG, defensores de derechos humanos, filósofos, estudiantes o lo que fuere, en la medida de las necesidades.

No es por aguar la fiesta, pero la cadena de custodia jamás se respetó, ergo toda la información que salga de esos computadores deberá ponerse entre paréntesis. En derecho funciona así. Al menos en derecho. Y creo que pertenecemos a una República de Derecho.

Si tiene usted un par de acreedores que no lo dejan en paz, busque la manera de que aparezcan en los computadores de ‘Reyes’. O si el vecino lo tiene hasta la coronilla con sus escándalos, mire a ver cómo hace para que aparezca en los computadores de ‘Reyes’. Sólo espero que usted no sea uno de los acreedores ni el vecino bullanguero porque correrá una suerte difícil. Tendrá que armarse de un buen abogado y tratar de decirle al juez esto sobre la cadena de custodia, el Estado de Derecho y esas cosas. De pronto hasta le creen. ¿Quién quita?