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La reconfiguración imperialista del mundo también es para Colombia

Fuentes: Rebelión

El Sistema Global del Imperialismo con su Hegemón, después de que la globalización capitalista y neoliberal llegara hasta el último rincón del planeta, sumiéndolo en una grave multi o poli crisis otoñal (como la llama Arrighi), desesperadamente trata de revertir los efectos ya irreversibles exprimiendo las últimas gotas que aún quedan por exprimir. El plan por ser único y repetitivo en todas las crisis amenazantes de ese estilo, es sencillo: Reconfigurar bajo sus intereses privados irrenunciables y mediante las armas y la coacción, el mundo conocido. Y en eso estamos, viviéndolo en vivo y en directo en Gaza y en Ucrania, por ahora.

No se crea que es de último momento. La reconfiguración imperialista del mundo como todo proceso social complejo se desarrolla en el espacio-tiempo y en medio de contradicciones graduadas o en cascada, es decir es Histórica,  y se remonta en lo más próximo a 1990, con la reconfiguración que impuso al Hegemón que ganó la guerra fría y precipitó la destrucción de la Unión Soviética y de bloque de naciones conexo.

 Inmediatamente se precipitaron fenómenos como la ampliación y expansión de la alianza militar de la OTAN en la Europa post soviética. La reconfiguración del Asia Central y el llamado espacio post soviético y el llamado mundo musulmán en especial Afganistán; la naciente revolución islámica en Irán; el blindaje militar a la tiranías monárquicas del Golfo Pérsico; la toma total del control del aparato militar israelí para convertirlo en su punta de lanza político-militar con el fin de resolver el espinoso asunto postcolonial  de la ocupación palestina del imperio Ingles en 1948, es decir, lo que hoy se denomina el conflicto en el Cercano Oriente. Y, para el llamado Lejano Oriente y Australia, se planteó idéntica estrategia, pero con diferentes tácticas, distintos actores y países y otra conformación de bloques político-militares.

Pero el capitalismo global expandido, no elimina las contradicciones, por el contrario, las aumenta y precipita nuevas crisis. A medida que se desarrollaba el capitalismo en Rusia y en los países del llamado “socialismo realmente existente”, en gran parte de la China, en La India, en Indonesia, Filipinas, en Taiwán y en los llamados tigres del sudeste asiático, Vietnam, Laos y Cambodia y, se reforzaba la unión (en todo) del Hegemón triunfante con Japón, Corea del Sur y con los países del capitalismo desarrollado en Europa noratlántica, confirmando la tesis de Samir Amin de la poderosa y agresiva Troika Imperialista, se hizo más necesaria la estrategia de reconfiguración.

A continuación, vino la cascada de agresiones, destrucciones, cambios de fronteras y surgimiento de nuevos países, entre los más destacado; la destrucción de Yugoslavia en Europa 1991, y, con la mampara de la guerra conta el terrorismo en Asia (2001) nueva guerra en Yugoslavia, ampliada a Afganistán, Irak, Siria, Kurdistán, Libia, Yemen. Para el continente africano la guerra civil endémica en Liberia, Argelia, Níger, Magreb, Ruanda, Congo, Somalia, Chad, Sudán, etc.

En el continente americano; en la región andino-amazónica, la estrategia del garrote de la fracasada o derrotada (aunque siempre actual)  “guerra contra las drogas o plan Colombia” (2000), y para México y Centroamérica un plan Colombia rebautizado en 2008 como “Iniciativa Mérida”; que combinado con zanahoria, una vez más se vuelve a blandir como estrategia de dominación en el «hinterland»  natural imperialista en Nuestramérica y el Caribe, al que cínicamente llaman «nuestro Patio Trasero» y,  enlo cual estamos actualmente, repito, no es nada nuevo. 

Sin embargo, en el continente americano se ha dado un fenómeno que, bien vale la pena profundizar. En medio de las contradicciones generadas por el desarrollo del capitalismo y su expansión, se han dado varios fenómenos de masas que se deben tener en cuenta: Uno, la continuidad de la revolución cubana a pesar del criminal bloqueo imperialista al que está sometido el heroico Pueblo Cubano. Dos, el afianzamiento popular de la revolución Sandinista en Nicaragua. Tres, el arraigo masivo de las ideas anticoloniales y emancipatorias en los principales pueblos de las islas antillanas que los une al continente del que forman parte y han sido separados por las potencias coloniales. Cuatro, el auge de masas antiimperialista antioligárquico y anti neoliberal que ha generado una flujo y reflujo electoral, reflejado en el ascenso de gobiernos progresistas en la región, que luego son reemplazados por gobiernos adictos al dictado Imperial. Casos como Bolsonaro en Brasil, Boric en Chile, Milei Argentina, Noboa en Ecuador, el más reciente reflujo en Bolivia (para mencionar los más conocidos) no son excepciones a la regla, ni productos de errores de los progresistas o reformistas, sino la confirmación de la estrategia de la reconfiguración continental.      

Y Cinco, tal vez la contradicción determinante, el afianzamiento y encarnación popular del ideal Bolivariano de la Patria Grande, verdadero faro de orientación continental y antídoto al veneno venenoso del Nacionalismo de la burguesía imperialista de fines del siglo XIX, que envenenó a los pueblos europeos y los enfrentó en las llamadas guerras mundiales del Siglo XX, y continúa enfrentándolos en la llamada guerra de Ucrania y en la reconfiguración imperialista de la llamada Europa Oriental y Báltica.

Además, en la región aldino-amazónica que, incluye los países Liberados por Simón Bolívar: Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Venezuela, el desarrollo de la globalización neoliberal, el flujo gigantesco y circulación incontrolada de dólares (Ecuador está dolarizado), es el espacio donde se cultiva la planta de la coca, se procesa la hoja, se cristaliza el narcótico, se empaca, se distribuye, se comercializa y se exporta el narcótico al llamado primer mundo desarrollado como cualquier otra mercancía, aunque sin aranceles y con el riesgo de pérdida del 100% asumido por el exportador. Paralelo a este proceso económico de grandes implicaciones sociales, se ha dado una simbiosis comercial entre exportadores andinos con los centroamericanos, mexicanos e incluso, comerciantes de otros continentes que ha complejizado o complicado el fenómeno del narcotráfico hasta llevarlo a un insospechado nivel global, obligando al Hegemón unilateral  a reconfigurar la región y poner bajo su control toda esa  enorme masa de dinero fluctuante.

El asunto es que esa reconfiguración político militar a la brava, que además de las sanciones ilegales que desde el 2005 se aplican contra el Estado Bolivariano, las guarimbas e intentos de magnicidio, la fallida pretensión del llamado grupo de países de Lima de invadir desde Colombia a Venezuela para cambiar su gobierno; además, repito, de la guerra psicológica e híbrida de las amenazas, los premios nobel de la paz etc, actualmente ha sido escalada, según la vieja tradición imperial de las cañoneras, hasta poner frente a sus costas submarinos atómicos y barcos con misiles que evaporan lanchas de pescadores, y, haberse autorizado formalmente por el presidente de los EEUU, las operaciones clandestinas de la pavorosa  Agencia Central de Inteligencia (CIA) que se venían realizando. 

Toda esa panoplia armamentística choca cada vez más con los ideales antiImperialistas de los pueblos, países y naciones de la región Andina y Caribeña y si se llegara a dar el paso malhadado e infortunado de hacerse realidad, la agresión Imperialista a Venezuela Bolivariana, convertida desde su refundación en patria matriz y faro de los pueblos libres latinoamericanos y caribeños, tal y como lo dijo uno de sus dirigentes; “los agresores deben prepararse para una guerra de cien años”, es decir una guerra irregular, cuyos costos serán realmente incalculables, que sin lugar a dudas incendiaría toda la pradera convertida en un pajonal reseco y frustraría los procesos electorales que están proyectados en varios países, uno de ellos Colombia.

Hay que tener ilusiones. Esto forma parte de una mente humana sana. El problema (como dicen en mi pueblito) es hacerse ilusiones. Nadie debe dudar que un escenario militar de invasión a Venezuela Bolivariana, frustrará el proceso electoral colombiano en marcha, a lo cual se debe agregar el actual enfrentamiento entre los presidentes de los EEUU y Colombia, que ha rebasado lo personal, para convertirse en una crisis político-diplomática de graves consecuencias económicas y sociales que sin duda golpearán a los trabajadores, lo que sin lugar a dudas constituye un paso más, en la implementación de esa estrategia Imperial que venimos comentando.     

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.