La reforma planteada por parte del gobierno nacional en el proyecto de ley ordinaria 210 de 2013, la cual aún se encuentra en proceso de discusión y debate en el congreso y por medio de la cual se redefine el Sistema General de Seguridad Social en salud, no es más que una propuesta que profundiza […]
La reforma planteada por parte del gobierno nacional en el proyecto de ley ordinaria 210 de 2013, la cual aún se encuentra en proceso de discusión y debate en el congreso y por medio de la cual se redefine el Sistema General de Seguridad Social en salud, no es más que una propuesta que profundiza un sistema inequitativo cuya premisa fundamental continúa siendo la concepción de la salud como una mercancía y no un derecho fundamental.
La reforma plantea cambios en la administración de los recursos y algunas modificaciones al sistema de salud, las cuales deberían disminuir barreras de acceso, mejorar la calidad en la atención y continuidad de los servicios de salud y dar una solución a la crisis humanitaria ocasionada por el actual modelo.
Sin embargo, la reforma no responde a estos objetivos porque la esencia inequitativa del sistema de salud se mantendrá intacta, las barreras de acceso permanecerán y la salud continuara como un servicio que se vende y se presta según sea la capacidad de pago o si el cliente está clasificado como pobre y merecedor del servicio de salud por el SISBEN.
La precaria calidad en la atención será la misma pues las EPS (privadas) que ahora serán los GESTORES DE SALUD, continuaran como encargadas directas de prestar la atención de la salud individual con lo cual se garantiza que la mala calidad y la inhumanidad se mantenga como un problema en el sector, ya que el único objetivo de estas empresas es aumentar su capital financiero y NO dar un servicio humanizado coherente con las necesidades de salud de la población.
El estado solo administrara los recursos del sistema por medio del SALUD-MIA, sin embargo las EPS que se convertirán en GESTORES DEL SERVICIO DE SALUD seguirán recibiendo los recursos del sistema de salud, además recibirán apoyo económico en caso de tener déficit económico y recibirán dinero por gastos de administración, así que la ganancia y acumulación de capital será mayor por parte de las EPS y por lo tanto la salud seguirá siendo un negocio muy rentable
La crisis humanitaria evidenciada en la muerte de miles de pacientes por falta de atención, cierre de hospitales públicos y el empeoramiento de los indicadores de salud pública, ha sido ocasionada por la implementación de un sistema de salud mercantilizado y no será contrarrestada con el proyecto de reforma, pues este sólo apunta a mantener el mismo modelo en salud que busca maximizar las oportunidades de negocio contribuyendo a la rentabilidad de la empresas privadas de salud, quienes serán las únicas beneficiadas con la reforma de corte neoliberal y de ajuste a las exigencias del libre comercio internacional.
El movimiento social y político MARCHA PATRIÓTICA capitulo Valle, como un movimiento social que defiende los intereses de las mayorías, rechaza totalmente la actual propuesta de reforma a la salud del gobierno, por ser una propuesta que no genera cambios profundos que respondan o lleven a una solución del problema fundamental de la salud en Colombia sino que por el contrario, empeora el panorama de crisis humanitaria en la salud de los colombianos.
Invitamos a todas las organizaciones sociales que a diario luchan por una sociedad justa a exigir un modelo de salud equitativo, publico, donde el estado sea el administrador y garante absoluto del derecho a la salud, donde la salud sea un derecho fundamental y no el vulgar e inhumano negocio que hace más de 20 años viene enriqueciendo a las grandes aseguradoras a costa de todos los colombianos.