Manuel Ahumada, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre y militante del Partido Comunista, critica cómo ha decantado la discusión sobre una reforma que incluso genera «limitaciones de derechos reconocidos internacionalmente». En esta entrevista, además, se refiere a la larga negociación para un nuevo Acuerdo Marco y la inseguridad laboral que ha repercutido en […]
Manuel Ahumada, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre y militante del Partido Comunista, critica cómo ha decantado la discusión sobre una reforma que incluso genera «limitaciones de derechos reconocidos internacionalmente». En esta entrevista, además, se refiere a la larga negociación para un nuevo Acuerdo Marco y la inseguridad laboral que ha repercutido en accidentes medioambientales.
En la sede de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) han sido días ajetreados. El trámite legislativo de la Reforma Laboral en el Congreso ha tenido ocupado a Manuel Ahumada, dirigente de una organización que ha sido bastante crítica en el debate de uno de los proyectos claves para el Gobierno de la Nueva Mayoría.
La CTC, organización sindical que preside, nace el 2007 luego de un periodo que define como de «prueba y error» para enfrentar los problemas que tenían en el sector con el tema del subcontrato, cuenta Ahumada. «Organizarse ha significado todo un proceso de madurez», señala. Actualmente, cuentan conalrededor de 10 federaciones y más de 250 sindicatos afiliados.
Además de la Reforma Laboral, otra de las prioridades en las que tienen puesta su energía es en lanegociación del Acuerdo Marco que mantienen con tres mandantes distintas: Codelco, Anglo American y Mantos Copper, que consiste en «un instrumento colectivo supra empresas, donde de alguna manera se regulan derechos y beneficios en torno a la salud, educación o en relación a la regulación de horas extras y el pago de indemnizaciones en caso de finiquitos, de forma transversal para los trabajadores contratistas de una mandante específica», explica el dirigente.
Calificando el 2015 como un año antisindical, debido a la discusión de la Reforma Laboral y la larga negociación para un nuevo Acuerdo Marco, además de la inseguridad laboral que no sólo ha repercutido en accidentes medioambientales (como el derrame en el río Blanco de la Divisón Andina de Co delco) sino que también en costos para los trabajadores por la reducción de personal y presupuesto para la mantención y seguridad en las faenas, Manuel Ahumada nos recibe en un salón donde se lee: «Unidad organización y movilización». Serio, toma posición y espera las preguntas.
Negociación del Acuerdo Marco para el subcontrato
– ¿En qué está hoy día la negociación del Acuerdo Marco?
– Nosotros mostramos durante todo el año pasado una voluntad al diálogo, una disposición a generar mejoramientos, que no encontramos en la contraparte. Podemos hacer los análisis que sean, como todo lo que se dice en relación al precio del cobre y la supuesta debacle económica que nosotros creemos que no es tal. Pero mientras no veamos que efectivamente se genere una propuesta de mejoramiento a este instrumento sin poner en riesgo lo que ya tenemos, que si bien es cierto no está especificado hoy día en el Código del Trabajo, lo vamos a defender y la vamos a seguir manteniendo como hasta ahora aunque sea por la vía de los hechos.
«En ese sentido, sin duda existe una posición de la Confederación de siempre apuntar al mejoramiento de este instrumento colectivo, pero no vamos a permitir nada que ponga en riesgo un instrumento que ha sido beneficioso tanto para los trabajadores y también para la relación laboral que se da entre mandantes y trabajadores contratistas. Entonces, mientras no tengamos una propuesta que vaya exclusivamente a la ampliación y mejoramiento de este instrumento y que no ponga en amenaza lo ya establecido nosotros estamos en disposición (de acogerla). Esa propuesta tendrá que pasar por las asambleas de sindicatos afiliados a la confederación y si estas asambleas nos dicen ‘sí, pongan la firma’ nosotros firmamos».
– En términos concretos, en esta negociación ¿qué beneficios están en riesgo para los trabajadores?
– Más que beneficios en particular quieren desbaratar el acuerdo marco como tal. O sea, quieren terminar con esta relación y no hacerse cargo de la relación que tiene que tener la empresa principal y quieren hacerse a un lado de la relación y tratar de llevarlo a cabo sólo con las empresas contratistas.
«Entonces, imagínate a nosotros como confederación lidiando con más de 400 empresas contratistas que hay en Codelco, ¡es una cuestión imposible! Y lo único que lo logra es la relación que entrega la mandante, y que la mandante a través de sus procesos de licitación genera estos marcos de acuerdo mínimo para los trabajadores».
– ¿Y cree que eso va en el sentido del discurso en relación a que los trabajadores del cobre son privilegiados por sus condiciones laborales?
– Ese es un discurso tendencioso para tratar de dividir a la clase obrera, a tratar de dividir al movimiento de trabajadores. Primero tenemos que entender que los trabajadores mineros, sean de plantas o contratistas, entregan su vida en la minería porque un trabajador minero deja de laborar en minería y se va para la casa a morirse, por sus pulmones con silicosis, contaminación, con metales pesados.
«Entonces este discurso de que los trabajadores mineros son la burguesía obrera por los bonos millonarios que reciben, es instalado por la industria para no permitir el avance de derechos laborales sino que incluso para abaratar costos en las mismas negociaciones colectivas. Es decir, no avancemos en derechos y entregamos un dulce. Esas son las estrategias que logran instalar para que los trabajadores no estemos preocupados del problema de fondo».
«Ahora, la estrategia que hubo el año pasado, de desbaratar por la vía de los hechos los instrumentos colectivos supra empresas y que sí funcionan, es una de las discusiones y que está generando conflicto hoy día en la discusión de la Reforma Laboral».
– ¿En qué está la situación judicial tras la muerte de Nelson Quichillao?
– Nosotros nos reunimos con el fiscal regional y exigimos el cambio de fiscal porque hay un entorpecimiento. También hay cuestiones gravísimas como usar listados de trabajadores para la reconstitución de escena en El Salvador y que después estos terminen siendo siendo despedidos. Y ese antecedente solamente lo manejaba el fiscal. Eso demuestra que hay antecedentes concretos para pedir la salida de éste, y si no es así nosotros iremos al Fiscal Nacional y seguiremos los conductos regulares. Pero más allá de la remoción del fiscal, acá nos interesa que haya justicia.
«El fiscal de Diego de Almagro (Julio Artigas) ha tenido todos los antecedentes para formalizar, nosotros somos parte y tenemos acceso a la carpeta investigativa. Pero ni siquiera ha habido una formalización al autor material que realiza el disparo. Entonces nos preocupa que no se asuman las responsabilidades. Aquí hay mucha gente que tiene que dar explicaciones y las tiene que dar en calidad de formalizado. Acá se organizó una masacre a nuestra organización».
LAs «caretas» de la Reforma Laboral
– ¿Qué opinión tienen sobre la discusión que se ha dado en torno a la Reforma Laboral?
– Nuestra opinión es la misma que planteamos cuando recién se hace la entrega del proyecto de ley en la Cámara de Diputados, porque lamentablemente ha ido cursando lo que temíamos en ese momento: había una clara contradicción entre el mensaje presidencial y el articulado que proponía el proyecto.
«Y hoy día solamente estamos viendo el cómo se van develando esas contradicciones, se van sacando caretas y van quedando claros ciertos intereses. El tema es que lamentablemente la Reforma Laboral tal cual como está es una cuestión que va incluso en sentido contrario al mensaje presidencial, que es el fortalecimiento de los sindicatos, sino que va totalmente en contra, e incluso hay cuestiones que van en contra del derecho internacional. Se está limitando un acápite completo en relación a las limitaciones del derecho a huelga, que es un derecho fundamental reconocido internacionalmente».
– ¿Y qué pasa con los sectores que al interior de la Nueva Mayoría han matizado la discusión de la Reforma?
– Es la defensa de un modelo, y en este modelo hay interesados. Justamente nosotros los trabajadores somos los menos interesados en la mantención de este modelo que se basa en la apropiación de los derechos y se sustenta en torno a nuestras necesidades básicas. No es de extrañar lo que está pasando. Sin duda hay sectores al interior de la Nueva Mayoría que han quedado en evidencia, que quieren mantener un modelo por una cuestión de comodidad, por una cuestión de intereses, porque han generado negocios. El tema es cómo nosotros nos organizamos y vamos de alguna manera metiéndonos en esta disputa y eligiendo bien.
– ¿Cuál ha sido la relación de la CTC con otras organizaciones sindicales como la CUT o la Unión Portuaria en este proceso?
– Ha sido organizacional, ha sido de movimiento sindical. Nos hemos puesto de acuerdo con la Unión Portuaria y otras organizaciones sindicales del sector productivo para poder generar una movilización de presión, y que efectivamente genera y pone en el tapete los riesgos que tenemos los trabajadores respecto a la Reforma Laboral. Y eso no lo pusimos como una orgánica aparte sino que lo trabajamos como movimiento sindical que incluso fue aprobado y respaldado por la Central (Unitaria de Trabajadores, CUT). Porque de lo contrario empezamos a caer en la lógica del empresariado. Entonces, lo que tenemos que hacer los movimientos sindicales es ponernos a disposición y que no nos lleven a las pequeñeces, a disputas de protagonismo, de figuraciones, de quien tiene la razón.
«Ese ha sido el trabajo, con incomprensiones, con matices más, matices menos, pero efectivamente todos estamos dando cuenta que esto es un retroceso, porque hoy día estamos viendo que no sólo defienden el modelo de manera solapada sino que apuntan a los pilares, se atreven a poner de frentón limitaciones a derechos fundamentales. Algo que no pasa en ninguna parte del mundo y es una opinión que comparte en general el mundo sindical».
– De la votación en el Senado, Bárbara Figueroa calificó como avances la aprobación de la titularidad sindical, la huelga sin reemplazo y los pactos de adaptabilidad. ¿Cuál es la opinión de la CTC?
– Lo que yo sé es que los compañeros de la CUT fueron desalojados del Senado y no creo que haya sido porque estuvieran celebrando lo que se votó. Entonces, desde ese punto de vista la posición de la CTC es que la discusión de la Reforma Laboral es avance o retroceso, y hoy día constatamos que efectivamente es retroceso porque si bien es cierto nos pueden decir ‘Ok, va a haber titularidad sindical’, claro podemos ver eso como un avance. Pero con todo el articulado que se está generando en la Reforma Laboral, el problema es que te están limitando el ejercicio a huelga, el ejercicio a negociación colectiva, los fueros. Entonces, vamos a ser dueños de la negociación colectiva pero para llegar a una negociación colectiva están todas las limitantes, entonces ¿vamos a ser dueños de qué? Si no vamos a poder negociar, no vamos a poder constituir, y es más, se le están dando facultades al empresario para decir ‘no, mira, sabes que según la ley este sindicato no puede funcionar así que me lo tiene que disolver’: Autonomía sindical. Esto puede significar un retroceso o afianzar aún más el Plan Laboral de Piñera, y así no conviene derechamente tener una Reforma Laboral.