En un año electoral, y debido a la centralidad histórica en el desarrollo social chileno que CODELCO tiene desde hace más de setenta años, el debate respecto de la administración de la minera estatal resurge constantemente en el escenario nacional. En este contexto, parece relevante desarrollar dar cuenta del debate, mostrando cómo es que la […]
En un año electoral, y debido a la centralidad histórica en el desarrollo social chileno que CODELCO tiene desde hace más de setenta años, el debate respecto de la administración de la minera estatal resurge constantemente en el escenario nacional. En este contexto, parece relevante desarrollar dar cuenta del debate, mostrando cómo es que la renacionalización se puede convertir en una alternativa popular de sindicato y organizaciones, cuando sea complementado con otras políticas a favor de la clase trabajadora.
El discurso derechista – concertacionista: De la privatización declarada a la privatización velada.
Al respecto, es importante realizar una primera constatación: El discurso de la derecha, y en gran medida, de la Concertación, respecto de CODELCO ha variado considerablemente durante la última década, y en este proceso, ambas posiciones han tendido a acercarse.
Por una parte, la derecha ha abandonado la asociación lineal entre privatización y eficiencia. Según esta perspectiva, la privatización total de CODELCO sería la única medida que permitiría a la minera despegar en su producción, afianzar su desarrollo y desarrollar su potencial exportador. En los últimos meses, esta visión ha sido reemplazada por una perspectiva más procesual, donde se reconocen algunas bondades de la administración estatal, pero se insiste en la necesidad de generar «independencia y transparencia» a través de fórmulas como el Gobierno Corporativo u otras similares, que, a la larga, deberían devenir en una privatización del cobre.
Por otro lado, la Concertación, ha pesar de que ha desarrollado una posición de mantención del status quo respecto al tema (No privatizar, pero tampoco renacionalizar), en la práctica ha dado todos los pasos que han permitido avanzar en la privatización de este recurso natural, mediante tres fórmulas: Una legislativa, que ha generado incentivos para la explotación minera (como el mísero royalty que se les cobra), permitiendo que hoy cerca del 75% de la extracción de cobre la realicen mineras privadas. En segundo lugar, su discurso ideológico ha potenciado la visión ineficiente de las empresas estatales, plagadas de corrupción y caracterizadas por su baja productividad. En tercer lugar, y desde un punto de vista político, ha generado espacios de privatización, a través de eufemismos como «enganches tecnológicos» o «consorcios internacionales» que permiten a multinacionales tener un rol activo en la producción de cobre chileno.
El diagnóstico de la izquierda: Renacionalización a secas
Frente a este escenario, la izquierda ha planteado la bandera de la renacionalización del cobre (junto con otros recursos naturales) como una necesidad fundamental para el desarrollo de un proyecto de país inclusivo, igualitario y democrático. Sin embargo, hasta el momento, este discurso se ha desarrollado más de una manera defensiva (No a la privatización) que ofensivo (Renacionalización) lo que ha impedido avanzar en la construcción de un proyecto coherente, política, técnica e ideológicamente.
Esto ha decantado en que el argumento de la renacionalización, en gran medida, no haya considerado dos aspectos que creemos fundamentales: Por una parte, no ha desplegado una relación clara entre externalización y renacionalización que pueda mostrar la centralidad que los trabajadores subcontratados pueden jugar en la renacionalización del cobre. Por otro, la necesidad de incorporar en la discusión un re-definición de la relación entre producción y salario, es decir, entre tasa de ganancia y plusvalía, revitalizando algunas propuestas de participación de los trabajadores en la dirección y utilidades de la empresa.
Las organizaciones sindicales: El reimpulso de los contratistas
Un aspecto central es entender el rol que los trabajadores pueden (y deben) cumplir en la renacionalización. Si bien la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) ha defendido constantemente a CODELCO como una empresa estatal, no ha desarrollado mayores análisis respecto de otras empresas mineras, siendo la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), que agrupan a contratistas de la minera estatal y de algunas privadas, la que ha revitalizado la discusión respecto de la administración del cobre chileno.
Por ello, cualquier consideración de renacionalización debe contemplar mecanismos y procedimientos de internalización de los trabajadores contratistas, en el entendido que la subcontratación como proceso es precarizador y sobreexplotador, y por lo mismo, la nacionalización debe generar herramientas para que estos puedan capacitarse, profesionalizarse y desarrollarse en el interior de la empresa. De esta manera, la renacionalización se convierte, a la vez, en una bandera política, económica y social de fomento de la calidad de vida de los trabajadores, superando los límites de un mero «cambio de dueños»
Más allá de la renacionalización: Trabajadores, plusvalía y productividad
En segundo lugar, es necesario que la renacionalización reincorpore una discusión respecto del salario y la productividad de los trabajadores. Los cambios en la administración deben ser, a la vez, cambios en los modos de producción en la que los trabajadores aumenten su poder de negociación, dirección y producción de las empresas.
De esta forma, la renacionalización se entenderá como una vía de ampliación de sus beneficios, a través del tronco que constituye su labor: Su rol dentro de la empresa. Para esto, deben incorporarse dos medidas. Por una parte, mecanismos que incorporen progresivamente una asociación entre el aumento de la producción con el aumento de los salarios. Además, deben asegurarse mecanismos claros que apunten en dirección a la co-gestión de la empresa, donde los trabajadores tengan un rol fundamental en la dirección de la minera y así puedan ser ellos los que construyan las líneas estratégicas de desarrollo de la minera, apropiándose de CODELCO como suya.
Cristóbal Villalobos Dintrans es Sociólogo UC.