Lo que son los malos usos del lenguaje. Usos maliciosos y alterados. Ahora resulta que quien está haciendo una «revolución» es Juan Manuel Santos, el Jefe de la «Casa de Nari», como le decían los paramilitares a la Casa de gobierno en Bogotá, cuando eran atendidos allí por Uribe y su Secretario, en cumbres clandestinas […]
Lo que son los malos usos del lenguaje. Usos maliciosos y alterados. Ahora resulta que quien está haciendo una «revolución» es Juan Manuel Santos, el Jefe de la «Casa de Nari», como le decían los paramilitares a la Casa de gobierno en Bogotá, cuando eran atendidos allí por Uribe y su Secretario, en cumbres clandestinas para planear los actos criminales que ya conocemos, y que precisamente hoy tienen en líos judiciales a Edmundo del Castillo y a Cesar Mauricio Rodriguez, hombres de mucha confianza en las altas esferas oficiales.
Según la reciente serie de Tuits de Santos (http://bit.ly/1XR0t5D), en Venezuela no existe ninguna revolución social, ni democrática, menos socialista.
En Colombia, afirma, la «revolución» es otra, una «revolución» por la democracia…..por la equidad y la educación, por los derechos humanos (Sic).
Agrega, Colombia es una democracia. Cree en la libertad de opinión, culto, expresión, en el derecho inviolable a informar y ser informado (Sic).
Pero, cómo son las cosas de la vida. Dios, dice la gente, no castiga ni con palo, ni con rejo. Quiero citar en esta nota dos hechos ocurridos hoy 10 de septiembre que, por supuesto, hacen parte de la vida cotidiana de Colombia desde hace muchas décadas, desmintiendo tanta palabrería demagógica.
Son hechos que dejan a Santos como un soberano mentiroso. Como un cínico insuperable.
El primero.
Periodista fue asesinada hoy frente a una emisora en Huila.
Flor Alba Núñez Vargas, de 25 años, fue atacada de manera sorpresiva por un desconocido. Ella tenía 25 años.
Los hechos sucedieron unos minutos antes de las 12 del día de este jueves en la entrada a la emisora La Preferida, del barrio Cálamo, en Pitalito (Huila).
La joven recibió un disparo de arma de fuego en la cabeza. Un desconocido seguía sus pasos y cuando ella ingresaba a la sede de una emisora, le disparó por la espalda con su arma de fuego.
Núñez fue trasladada de inmediato a un hospital pero falleció por la gravedad de la herida pese a la atención médica que recibió.
Núñez Vargas, oriunda de San Agustín, era corresponsal del periódico La Nación y de Nación TV, medios de comunicación de Neiva con los que laboraba sin inconvenientes.
Flor Alba se destacaba por el trabajo que realizaba sin descanso, era una periodista excelente, aseguraron comunicadores de Pitalito (http://bit.ly/1ODXxTN).
No se trata de un hecho extraordinario. Eso ocurre seguidamente por todo el país. En los últimos meses han matado cerca de 80 líderes de derechos humanos, han desaparecido integrantes de la Marcha Patriótica. Son crímenes ejecutados por los grupos paramilitares que en las esferas gubernamentales dicen no existir, menos en Cúcuta, en Maicao y la frontera.
Esa es la libertad de opinión, de expresión, el derecho inviolable a informar y ser informado, en que según Santos creemos en Colombia.
Y Segundo.
Caos en el Puente Aéreo de Bogotá por toma de desplazados.
Unos 300 desplazados mantienen bloqueadas las puertas.
Un grupo de al menos 300 personas, que dicen pertenecer, entre otras agremiaciones, a la Asociación de Desplazados y Desmovilizados de Santa Rosa se tomó este jueves en la mañana las instalaciones del Puente Aéreo, que sirve a Avianca para vuelos nacionales.
Los manifestantes que reclaman cumplimiento de compromisos al Gobierno llegaron sobre las 11 de la mañana y causaron daños en la fachada del terminal aéreo. Además, impidieron el ingreso a los funcionarios de la aerolínea y bloquearon las entradas. Hombres del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía hicieron presencia en el lugar para controlar la situación, que persiste a esta hora.
Esto también es de todos los días.
Santos y sus amigos del Congreso hicieron una Ley de víctimas y restitución de tierras dizque para atender a 6 millones de desplazados y seis años después es un rotundo fracaso (http://bit.ly/1mUD1n4). Las platas se las robaron los politiqueros oficialistas y los campesinos ni reciben las tierras que les quitaron los paramilitares, pero tampoco les entregan las reparaciones anunciadas, se pierden en los bolsillos de senadores y legisladores de la cuerda santista, especialmente en Norte de Santander y Cúcuta.
Tremenda la «revolución» de Santos y su Tercera vía. Tremenda la democracia liberal, que vota sangre y muerte por todos lados.
Santos, en lugar de atender los llamados del Presidente Nicolás Maduro, se inventa cortinas de humo para no resolver conjuntamente entre los dos Estados los problemas de contrabando, paramilitarismo, especulación monetaria y narcotráfico que dañan las relaciones binacionales.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.