La artista Sandra Paula Fernández cuestiona los roles de género a través de sus bordados
Sandra Paula Fernández. ROSA MUÑOZ
Sandra Paula Fernández (Oviedo, 1972) es artista multidisciplinar. Vive y trabaja en Madrid desde hace 17 años. Su obra reivindica situaciones sociales de actualidad y cuestiona roles de género con la puesta en escena de textos y situaciones que casi pasan desapercibidos a nuestra reflexión. El hilo y la aguja son herramientas que utiliza desde sus inicios profesionales. Nunca pensó dedicarse al bordado aunque creció con él: su abuelo fue sastre y su madre ha bordado siempre por placer. Ella y su hermana guardan en sus casas las toallas bordadas por su línea familiar femenina porque son preciosas, con sus cenefas de flores.
Esta artista pertenece a esa generación que ha visto mujeres que cosían para otros o para ellas mismas, mujeres que construían un ajuar durante años casi desde la adolescencia; y pertenece también a esa generación que quiere romper con los roles establecidos en la sociedad, a través de iconos que llevamos grabados a fuego en nuestros cuerpos (en los físicos, en los emocionales y en los mentales). Rostros de protagonistas de los cuentos que hemos leído en nuestras infancias, niñas y niños, mujeres y hombres, son recolocados por Sandra Paula en otras situaciones. Desprogramar, desaprender hábitos heredados, muchas veces necesita de confrontaciones visuales y los usos artísticos que utiliza para este objetivo pueden ser múltiples: pintura, bordado, video, fotografía, collage.
Sus Blancanieves , por ejemplo, las representa en todos los papeles posibles porque se tiene derecho a ello, de entrada. Romper con la idealización a la que nos tienen acostumbrados estos personajes no es tarea fácil y la artista lo intenta atrayéndonos con lo que nos resulta familiar, con un lleno de formas y colorido exuberantes; lugares dónde necesitas acercarte y sumergirte sin remedio, al ir descubriendo lo que nunca imaginabas con una cierta distancia. Su particular belleza nos seduce y nos hace mirar para llegar hasta llegar a la reflexión porque hay temas que no queremos ver.
Saving the amazon! (2017) ©Sandra Paula Fernández
En otras ocasiones el bordado es protagonista en sus obras, con punto de cruz de un solo color, el negro, que delimita las letras de los textos y cuerpos sobre anuncios de prostitución sacados de internet (no quiere quitar nada de lo que lee en ellos y van con toda la información, los honorarios, las razones por las que se prostituyen y las faltas de ortografía… porque quiere plasmar todo sobre la persona que lo escribe y su situación). Anuncios que la propia artista considera que sobredimensionados y colgados de una pared, en una institución museística, alcanzan otra lectura y se empoderan. Su obra la presenta como crítica y como fenómeno sociológico.
Arte Público: la vida no es solo coser y bordar. ©Sandra Paula Fernández
Bordar puede sanar la Historia, las familias y las palabras que nunca se dijeron por estar prohibidas en boca de las mujeres, por tradición, por miedos ancestrales, por lealtad equivocada.
Esta artista aprendió sola a bordar, porque a bordar se aprende sola con concentración, corrigiendo errores, haciendo y deshaciendo. Y comenzó a hacer arte con ello quizás por placer porque era como se hacía en su casa, pero también para darle otro sentido con una forma más reivindicativa, de crítica y empoderamiento. Su madre comenzó a ayudarla entonces, feliz y a la vez preocupada de ver cómo su hija se movía por los caminos de la igualdad feminista o mejor, eco-feminista como se autodefine Sandra.
En esos caminos, la belleza artística tiene otras connotaciones, no se mueve entre los cánones tradicionales. Aquí la obra se llena de la fuerza de la reivindicación y por lo tanto de esperanza. Es la obra que rinde homenaje a las mujeres. A todas. Porque una mujer es una persona antes incluso que sus ideas.
Sandra Paula Fernández ha recorrido muchas manifestaciones porque le gusta la energía que se desprende y en una de ellas, la del día de la Mujer, escuchando las voces de tantas personas, entusiasmada, sobrecogida por el clamor y la energía que las movía, decidió realizar una obra con todas las frases que escuchó. Con ellas ha realizado un pendón de 4×3 metros.
#Tod@s a una (2019). ©Sandra Paula Fernández
Un estandarte bordado y cosido con esas frases de miles de mujeres cuyas voces se oyeron en el recorrido aquel día ocho. Generosidad artística al mostrar línea tras línea tantas emociones que tenían que volver a ser mostradas, a ser leídas mezcladas con las nuevas voces de la manifestación de este año. Días de marzo que nos llenan de alegría, de empatía, de pertenencia y de protección.
Con la ayuda de un taller de bordadoras que casualmente se ubica debajo de su estudio, Sandra llegó a tiempo para mostrarlo en la fecha elegida. Pedro, amigo costurero, cosió todas esas tiras ya bordadas, encantado de participar en esta creación que tanto le sorprendió al principio. #Tod@s a una es el resultado donde la creadora ha querido mostrar la pasamanería más vistosa, los hilos más brillantes que hablan desde la voz íntima de la casa como una revolución silenciosa, contrastada con la voz que sale a la calle y lucha por sus derechos, la que se oye en una manifestación.
#Tod@s a una (detalle). ©Sandra Paula Fernández
Y lo sacó a la calle, colgado de un andamio con ruedas que recorrió todo el Paseo del Prado de Madrid. Se siente agradecida por tanta generosidad de personas que la empujaron a hacerlo y le ayudaron a organizarlo en escasos días (Ruth, Rafa, Chus, y tantos otros nombres que ella siempre menciona porque no quiere olvidarlos).
#Tod@s a una (detalle). ©Sandra Paula Fernández
Esta obra con más de trescientas frases de voces anónimas que hicieron tantos ochos de marzo ha seguido saliendo a las calles en más ocasiones. Necesita ser mostrada, con todo su esplendor, con toda su belleza del color de los hilos y de la diversidad de lazos bordados con palabras de emociones de mujer que ya no se contienen más, nunca más. Tanto potencial brillando embarga, nos llena de fuerza para continuar caminando, encabeza nuestros deseos y nuestros mejores sueños, acompañadas por hombres que ahora también quieren aprender a coser y bordar otro presente, otro futuro.
Este tapiz nos guía, aún, con la fuerza ancestral de las mujeres que no se pudieron mostrar y que ahora son protagonistas más allá del día concreto. Una obra universal que nos invita a recorrer la línea del tiempo.
En su taller de trabajo Sandra lo despliega, se envuelve con él y nos mira con su bella sonrisa que no se olvida fácilmente. Es la sonrisa de la sinceridad, de la vida y de la alegría de ser mujer.
Carmen Fernández Ortiz es historiadora del arte, comisaria de exposiciones y mediadora cultural. @CARMENFERNANDEZ_ARTESVISUALES