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Entrevista a Ángeles Maestro, miembro de Corriente Roja

«La situación política española está marcada por la agudización progresiva de todos los problemas que la Transición, y todos los gobiernos que se han sucedido»

Fuentes: inSurGente

¿Cómo valoras la actual situación política española? Nines Maestro: La situación política está marcada por la agudización progresiva de todos los problemas que la Transición, y todos los gobiernos que se han sucedido. no han resuelto. Dos grandes asuntos la caracterizan: las dimensiones devastadoras de la crisis económica del capitalismo español, en el marco de […]

¿Cómo valoras la actual situación política española?

Nines Maestro: La situación política está marcada por la agudización progresiva de todos los problemas que la Transición, y todos los gobiernos que se han sucedido. no han resuelto. Dos grandes asuntos la caracterizan: las dimensiones devastadoras de la crisis económica del capitalismo español, en el marco de una crisis sistémica, sin perspectivas de futuro, y la agudización sin precedentes de los conflictos por los derechos nacionales de los pueblos, especialmente del conflicto vasco.

* El capitalismo español ha profundizado sus características de atraso científico y tecnológico, de subordinación a los imperialismos de EE.UU. y de la UE y de dependencia del gasto público. A ello hay que añadir la creación de grandes empresas que, casi sin excepción, son el resultado de la venta a precio de saldo de los monopolios públicos de la banca, las telecomunicaciones, la energía, el agua, el transporte, …etc, así como de la privatización del suelo y de políticas de vivienda al servicio de la especulación inmobiliaria. Con el apoyo de políticas y maniobras de presión de los diferentes gobiernos, muchas veces mediante auténticas maniobras de extorsión para forzar privatizaciones[i], se ha producido la enorme penetración de la banca y las empresas españolas sobre todo en América Latina. Ese expolio de recursos, que les proporciona suculentos beneficios, es responsable allí de millones de despidos y del empobrecimiento de las clases populares; origen a su vez de migraciones masivas que se encuentran aquí con condiciones de trabajo semi esclavas, con feroces leyes de extranjería y con el paro y la desprotección social más absoluta como consecuencia de la crisis.

Esta liquidación del patrimonio público, eje estructural del capitalismo español, llevada a cabo en el Estado por el PSOE y continuada por el PP, ha sido y es ejecutada fielmente por todos los gobiernos de CC.AA. y municipales con las únicas excepciones de los ayuntamientos gobernados por la CUT, como el de Marinaleda, algunos como el de Oleiros en Galicia y aquellos en los que tiene mayoría la izquierda abertzale.

El estallido de la crisis capitalista ha derrumbado un modelo de crecimiento económico con los pies de barro centrado en el sector inmobiliario (especulación urbanística, corrupción institucional y depredación medioambiental), turismo (muy sensible al ciclo económico) y empresas automovilísticas filiales de multinacionales extranjeras que se enfrentan a un grave problema de sobreproducción internacional.

Por otra parte ese espectacular crecimiento económico de los últios 15 años se ha producido mediante un espectacular transvase de las rentas del trabajo a las del capital, con incrementos sin precedentes de la tasa explotación y de la precariedad, con reducciones sucesivas de los impuestos sobre grandes fortunas y beneficios empresariales y de las cotizaciones patronales a la Seguridad Social, con un enorme déficit exterior intensificado tras el ingreso en el euro, un déficit público gigantesco y un endeudamiento generalizado de familias y empresas. Como muestra de esto último téngase en cuenta que el endeudamiento sólo del sector inmobiliario asciende a 470.000 millones de euros, equivalente al 50% del PIB. Ante estos datos se puede valorar el riesgo real de bancarrota de la banca española y que por consiguiente los más de 200.000 millones puestos a su disposición por el gobierno Zapatero son un desesperado intento de que ésta no se produzca[ii]

En este marco se producen también las privatizaciones de los grandes servicios sociales públicos, la educación, la sanidad y los servicios sociales, con la consiguiente transferencia al capital privado de la parte del león de los presupuestos públicos y con las consecuentes degradaciones de la calidad que caminan rápidamente hacia su conversión en guetos de beneficencia para las grandes mayorías que ven así reducido a la miseria su «salario social».

Tras estos datos se oculta el drama cotidiano de más de cuatro millones de desempleados, cerca de un millón y medio de familias sin ningún ingreso, el agotamiento de las raquíticas prestaciones por desempleo – fruto de las sucesivas reformas laborales – los desahucios de miles de personas, las graves repercusiones sobre la salud y la vida de las que dan cuenta el intenso incremento de los suicdios y todo tipo de enfermedades mentales y un largo etcétera de sufrimientos anónimos que lo son más al carecer de esperanza razonable en el futuro y de expresión colectiva.

La expresión más evidente del agotamiento del régimen político de la Transición es la absoluta incapacidad para servir de cauce a la volutad de soberanía de los pueblos del Estado español, especialmente agudizada en Cataluña y en Euskal Herria. En el caso de Cataluña, la experiencia de un Tripartito de «izquierdas» con políticas imposibles de diferenciar de gobiernos anteriores, privatizaciones, aceptación de EREs y deslocalizaciones, incluidas las de «orden público» dirigidas por Iniciativa per Catalunya, que ve caer su expectativa de voto mientras se ve envuelto en gravísimos casos de corrupción, es paradigmático del agotamiento de un modelo. Buena cuenta de ello da escalada de referéndums en los que el pueblo catalán está expresando sus deseos de independencia, justo en el momento en el que todo indica que la próxima sentencia del Tribunal Constitucional recortará gravemente una reforma del Estatut votada por el 92% de la ciudadanía. La claridad meridiana con que este hecho mostrará a todas luces los intolerables límites del aparato jurídico constitucional presagia un cataclismo al que se refería el presidente Montilla aludiendo a la capacidad del Tribunal Constitucional crear independentistas.

Pero es sin duda la brutal represión de la Izquierda Abertzale ejercida mediante un repetido engranaje que incluye: la acusación por parte de la extrema derecha contra personas y organizaciones de pertencer al «entorno de ETA», la orden de detención y el proceso de ilegalización orqustado por un juez de la Audiencia Nacional, y la ejecución de la misma por el Ministeriodel Interior, la que con más claridad pone de manifiesto la continuidad de los aparatos del Estado con el régimen de la Dictadura[iii].

El rechazo por parte de sectores muy importantes del pueblo vasco de la Constitución y del Estatuo de Guernica, su No en el Referéndum de la OTAN, las dimensiones de la lucha obrera y popular y el alto grado de respaldo electoral logrado por la izquierda abertzale, expresan – a diferencia de lo ocurrido con la izquierda política y sindical en el Estado español – la persistencia de la identidad nacional vasca, su voluntad de soberanía y el desarrollo, aún en las condiciones más difíciles de su denso entramado político, social y cultural. Frente a ello se estrella una vez tras otra la red de la represión, legislativa y policial, que articulada sobre la Ley de Partidos, cada vez debe inventar medidas más sofisticadas y brutales para intentar doblegar la voluntad del pueblo vasco.

Las declaraciones de Rubalcaba autocalificándose de heredero de 50 años de lucha contraterrorista y afirmando que la Izquierda Abertzale (IA) no volverá a las instituciones aunque condene la violencia de ETA, desvelan las verdaderas razones de la persecución: acabar con la expresión política de la voluntad de independencia y socialismo. Todo indica que, pese a la dureza de la represión, esa estregia de la que forma parte destacada el gobierno del PSE apoyado por el PP, puede estar teniendo un efecto boomerang. Las últimas detenciones, las llevadas a cabo en la sede de LAB y las de los 34 jóvenes de SEGI, no han podido ocultar ante el pueblo vasco que lo que se quería abortar precisamente era la propuesta exclusivamente política de la izquierda abertzale, desencadenando una solidaridad expresada en la calle de enormes dimensiones. Estas importantes movilizaciones, que tuvieron su precedente inmediato en la huelga general convocada el 21 de mayo pasado, se están acompañando de tomas de posición por parte de otras fuerzas políticas y sindicales vascas favorables a escenarios como los que pretende abrir la Propuesta de Altsasu y que se ha visto facilitada por la percepción de éstas de que el esperpento españolista más rancio es la única alternativa a la liquidación de la IA.  

¿Qué escenario puede definirse para el país, con una profunda crisis pero con una izquierda cuantitativamente muy débil?, ¿podrán seguir el gobierno y el partido que lo apoya engañando a millones de trabajadores al decir que son de «izquierdas»?, ¿cuál es el papel de CC.OO. y UGT?

Por ahora, la estrategia de las clases dominantes y de las fuerzas políticas que las representan, de forma especialmente útil el PSOE, avanza sin obstáculos gracias a la impagable labor de contención de CC.OO. y UGT que en medio del desastre que viven millones de trabajadores siguen pregonando la paz social como la solución. La última muestra es la convocatoria de manifestación estatal en Madrid para el próximo día 12 de dicembre «Por el diálogo social», en el que no denuncian medidas ni responsabilidad alguna del Gobierno hasta el punto de que el PSOE anuncia su apoyo a la citada manifestación. Como analiza el sindicato CO.BAS en su excelente comunicado sobran razones para salir a la calle contra la crisis, contra el Plan de la CEOE y contra un gobierno que habla de proteger a los pobres y gobierna para los ricos, pero no hay una sola razón para manifestarse a favor de un diálogo social que ha sido la ruina de la clase obrera, porque es evidente que el 12 D es una manifestación de apoyo a una nueva contrarreforma laboral[iv]

La cadena que atenaza a la clase obrera y a las clases populares es una izquierda institucional doblegada ante el gobierno PSOE y que no osa despegarse un ápice, como repiten machaconamente los dirigentes de IU y del PCE, de las «centrales sindicales de clase», cuando hace mucho tiempo que las mismas sirven de forma privilegiada a sus enemigos de clase. Los datos reflejados en el citado informe de CO:BAS son abrumadores:

  • Crecimiento real de los salarios 1995 – 2005, según OCDE …….………………..-0.30%
  • Crecimiento real de los beneficios empresaliales 1995 – 2005, según OCDE…+73%
  • Trabajo temporal en España (33,3%), en la UE (14,2%)
  • ERE,s que según el Mº de Trabajo llegan aprobados con firma de sindicatos…. 85%
  • Indemnizaciñ por despido. 1980: 60d/año, ahora………………………………………….19d/año
  • Subvenciones a sindicatos: CC.OO.:6,4 M euros, UGT: 6,1M euros

Para Formación: 28M euros

La situación general que se vive en cada empresa y en cada sector en lucha, es una mezcla de indignación e impotencia ante la actuación por parte de las burocracias correspodientes, a veces sutil y a veces violenta. Los ejemplos son incontables: SINTEL, SEAT, TELEFÓNICA, la reciente huelga del metal en Sevilla, la huelga estatal de la admimistración de Justicia, la privatización de la sanidad en Madrid, la enorme cantidad de EREs con beneficios empresariales..

No todo son derrotas. La lucha de los metalúrgicos gallegos, de la TMB barcelonesa, las protestas de los jornaleros andaluces, las asambleas y marchas de los parados, o la última huelga general en Euskadi muestran que hay donde apoyarse para luchar e impedir que la crisis no acabe por hacernos retroceder a condiciones de hace más de un siglo, porque esa es la única «salida» concreta a la crisis que nos preparan. Apoyar cada lucha, ¡que nadie se sienta solo en la pelea!, construir la unidad de acción con todas las organizaciones que se oponen a la burocracia sindical y rechazan la nueva reforma laboral que se prepara, en el camino de reorganizar el sindicalismo de clase, combativo y democrático es la única salida. Sólo en la realidad y en la acción se puede destruir ese enorme poder económico y político, cultural y mediático, que se erige precisamente sobre la claudicación y la complicidad de los supuestos representantes de los intereses de la clase obrera y de los pueblos. Para ello no hay atajos, sólo el trabajo organizado en cada centro de trabajo, en cada barrio y en cada pueblo, para mostrar el desastre a que nos lleva en entreguismo de las burocracias sindicales, de apoyo a las luchas concretas, de reforzamiento de organizaciones independientes de los gobiernos y de la patronal y de búsqueda de la unidad, conseguirá que la brutal guerra social que se prepara para destruir cualquier resistencia e imponer lo que en otras épocas consiguió el capital en crisis mediante guerras, no se imponga.  

¿La lucha por la III República es estratégica para la acumulación de fuerzas de la izquierda?

La lucha por acabar con el régimen monárquico impuesto por la Transición y con todo el entramado de las clases dominantes que sobre él se sustenta es, efectivamente, estratégico porque se hizo para consumar una doble derrota: la de los pueblos del Estado español tras la guerra civil y la del potente movimiento obrero y popular construido en la lucha contra la Dictadura. Quiero abrir aquí un debate que me parece necesario. La traición mas fuerte a los pueblos del Estado español perpetrada en la Transición fue la imposición de la monarquía. Por un triple motivo:

  • porque el rey designado por Franco encarnaba, y encarna, la perpetuación del dominio de las clases dominantes vencedoras de la guerra civil y de sus aparatos de Estado.
  • porque su aceptación implicaba la ruptura con la indispensable continuidad de las luchas emancipatorias y muy especialmente con el tesoro de dignidad que nos legaron quienes se dejaron la vida y la juventud en la lucha contra el fascismo en el campo de batalla aquí y al lado de otros pueblos europeos, en el exilio, en las cárceles, en las cunetas en ejecuciones extrajudiaciales y en los asesinatos perpetrados por fuerzas represivas y grupos fascistas.
  • porque su papel constitucional de jefe de las fuerzas armadas, éstas a su vez garantes de la unidad de España, erigen al rey en símblo máximo del nacionalismo español más arcaico y por ello máximo baluarte frente a los derechos nacionales de los pueblos del Estado español.

La consecuencia de todo ello es que la lucha por la República es efectivamente estratégica y que sin la fuerza de la memoria de quienes nos precedieron, que con tanta saña como inteligencia pretendieron y pretenden extirparnos, no seremos capaces de reconstruir nuestras organizaciones de clase y de pueblos soberanos. El asunto que quiero plantear es si la lucha por la III República, es decir una República del Estado español, fedral o confederal y continuidad de la II, es la formulación adecuada.

Que asumamos la enorme legitimidad histórica de la II República, no quiere decir que ignoremos errores o asuntos inconclusos. Por ejemplo, la insensibilidad del Gobierno del Frente Popular frente a la legítima lucha antiimperialista de los pueblos de las colonias africanas fue el caldo de cultivo que bien aprovechó Franco. Son hechos reales las dificultades para la aprobación de los Estatuos catalán, vasco y gallego, no llegando a consumarse los dos últimos, fruto de enormes tensiones entre el nacionalismo español republicano y los deseos de autogobierno de las nacionalidades históricas de los que partipaban ampliamente las organizaciones obreras, incluidas de forma destacada las comunistas.

Más allá de la historia de la II República, hay un hecho innegable. La identidad nacional y la reivindicación del Derecho de Autodeterminación ha servido en las nacionalidades históricas, incluida Andalucía con el ejemplo del SOC-SAT, como elemento de resistencia y dique de contención frente a la debacle política, sindical y de los movimientos populares en el resto del Estado español. Este hecho toma proporciones mucho mayores en Euskal Herria, donde el rechazo al régimen de la Transición y su reivindicación de Independencia y Socalismo ha servido para mantener la continuidad histórica de la lucha y de sus organizaciones. Estos hechos, a mi juicio incontestables, a los que habría que añadir realidades que desconozco más como la del pueblo canario, cántabro, asturiano, etc, no suponen que se puedan crear artificialmente «identidades nacionales» en otros lugares del Estado. Me remito al análisis realizado anteriormente por el que se concluye que uno de los elementos claves que muestra la insostenibilidad del marco constitucional de 1978, sin duda agudizado por la crisis económica y por las fuerzas centrífugas que alimenta en sectores de la burguesía, es su incapacidad para dar respuesta a la voluntad de soberanía y autogobierno de los pueblos. La tesis que planteo tiene dos vertientes que son inseparables:

  1. El análisis objetivo de la realidad y el pánico desatado en los aparatos del Estado por Iniciativa Internacionalista ha mostrado con claridad meridiana que no es posible construir una alternativa política real que no plantee como dos caras de la misma moneda la emancipación de la clase obrera y los derechos nacionales de los pueblos del Estado español, frente al régimen surgido de la Transición y a sus aparatos de Estado como instrumentos de dominación en ambos frentes.
  2. La lucha por la República, que además de su legitimidad histórica, aporta elementos cruciales de identidad popular y de memoria indispensable de continuidad en la resistencia y en la lucha emancipatoria, no puede obviar la realidad, ni la legitimidad de la lucha por la independencia de los pueblos del Estado español, ni su valor para quebrar la identidad españolista, clave en el aparato ideológico de las clases dominantes. Otra cosa serán las condicones concretas en que las luchas nacionales y de clase se manifiesten y la adecuación a las mismas que nos exijan.

En consecuencia hablar de III República, no así de la República a secas, supone negar o supeditar, el derecho de los pueblos vasco, catalán, gallego, etc, a sus legítimos objetivos de independencia. Además introduce una discusión que calificaría de absurda por extemporánea, acerca de qué será primero si el ejercicio concreto del Derecho de Autodeterminación o la República, sino fuera porque su mismo planteamiento nos aleja del objetivo central común: acabar con el régimen de la Transición monárquica.

Las conclusiones, mientras tanto, son claras: Que la situación de crisis política y económica muestra que las clases dominantes y sus representantes políticos están ante una situación extrema, en la que los colchones de legitimidad desaparecen y su única posiblidad es acentuar la represión y la explotación. Que en Euskal Herria su incapacidad para la propuesta política se resuelve arreciando en lo único que es capaz de ofrecer, la represión. Que la impunidad con la que actúan es precisamente posible por el éxito conseguido en levantar un muro entre la lucha del pueblo vasco y el resto de las luchas obreras y populares en el resto del Estado. Que en otros pueblos del Estado, el ejemplo de resistencia del pueblo vasco puede servir de pilar para la reconstrucción de nuestra memoria colectiva y de nuestras organizaciones obreras y populares, que deben llevar en su código genético el respeto por los derechos nacionales de los pueblos del Estado español. Que a partir del compromiso real con el derecho a la independencia de los pueblos del Estado español es preciso construir, paso a paso, encuentro a encuentro, solidaridad a solidaridad, elementos de lucha conjunta frente al enemigo común: el Estado que oprime a los pueblos y el mismo Estado que representa a las clases dominantes. Todo ello sin presuponer o anticipar marcos que encorseten proyectos políticos nacionales de cada pueblo que, legítimamente, actúen en los tiempos y en los contenidos, de acuerdo con los caminos que abra la lucha popular.


[i] Como muestra recuerdo la imprescindible película del argentino Fernando Solanas «Memoria del saqueo» http://video.google.es/videoplay?docid=-7470743912986095493&ei=ObkaS5STJ9WC-AbMgvH8Ag&q=memoria+del+saqueo&client=firefox-a#

[ii] Un análisis detallado de la crisis del capitalismo español puede encontrarse en http://www.corrienteroja.net/spip.php?article456

[iii] Ver comunicados de Corriente Roja ante las últimas detenciones http://www.corrienteroja.net/spip.php?article466 y http://www.corrienteroja.net/spip.php?article497 [iv] http://www.cobas.es/spip.php?article283