Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y Estado republicano. *** Cito tus últimas palabras: «Creo que, bajo esa elaboración de Canfora, que es un gran filósofo y un gran filólogo, se […]
Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y Estado republicano.
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Cito tus últimas palabras: «Creo que, bajo esa elaboración de Canfora, que es un gran filósofo y un gran filólogo, se expresa nostalgia de los beaux temps du passé. Pero ni tan siquiera la nostalgia es ya lo que era». Tienes razón. Ni eso como creo que apuntó Simone Signoret en un libro que sigo recordando emocionado. Por cierto, y abusando un poco más de ti. «Es uno de los míos, uno de los nuestros. Y entre otras virtudes, tiene la de obligar a posicionarse y desenmascararse. Descanse en paz». ¿Son palabras tuyas? Hablas de Fidel Castro. No te pido un ensayo de 2.000 páginas, pero ¿por qué es uno de los nuestros, por qué es uno de los tuyos?
El proceso revolucionario cubano, encabezado por los barbudos desde Sierra Maestra y por Fidel Castro, que era el líder, se ha desarrollado en el tiempo y ha forjado una sociedad cubana actual fuertemente cohesionada social y políticamente. Tal como se echa de ver, ahora mismo: las fuerzas reaccionarias, la emigración política -«Miami»/»Washington»- no tiene capacidad alguna de intervención en la república de Cuba, cuya dinámica social se determina desde dentro
Esto es consecuencia de una envidiable soberanía o capacidad de control de la sociedad cubana sobre su propia sociedad, a comenzar por sus recursos económicos. Envidiable e incomparable con la de las sociedades económica y políticamente intervenidas que formamos parte de la cárcel de acero de la Unión Europea y de su unión monetaria, e incomparable con el nivel de soberanía de cualquiera de las repúblicas del Caribe.
La soberanía material es lo que posibilita que la república de Cuba tenga un nivel de garantismo efectivo, real, de los derechos de la ciudadanía, muy elevado, tanto en lo que hace a los derechos sociales, económicos, civiles y políticos.
¿Superior al de nuestras sociedades?
Un nivel efectivo muy superior al de nuestras sociedades, las de la Unión Europea. La soberanía material, sin la que no es posible la existencia de la democracia, sin la que es una farsa la denominación de «república» -res publica-, aplicada a una comunidad social, es la que posibilita la redistribución de la renta, el garantismo cívico y la igualdad existente en la sociedad. La horquilla de desigualdades sociales es muy reducida.
A pesar del bloqueo económico, un verdadero estado de sitio que se prolonga desde hace sesenta años, la república de Cuba posee un sistema educativo universal de calidad sin parangón con el de los países de su entorno, incluido el sistema educativo de los Estados Unidos; sin parangón, también, con el nuestro. Y la esperanza de vida de la ciudadanía de la república de Cuba es muy superior a la de cualquier otro estado de la región, incluida la propia ciudadanía estadounidense.
¿Logros de la Revolución?
Logros de la Revolución.
He incluido la libertad política en la lista de derechos civiles garantizados a sus ciudadanos por la república de Cuba. Un ciudadano cubano tiene muchas más posibilidades de incidir en el decurso de adopción de decisiones políticas, a comenzar por las fundamentales, las económicas, que las que poseemos nosotros, los ciudadanos de los estados demediados, sometidos a Bruselas.
No se suele decir con frecuencia lo que señalas.
Recordemos que el poder político real que nos gobierna, el de la Unión, que dirige e impone el proceso de desmantelamiento de los derechos sociales de la ciudadanía, y el neoliberalismo desregulador más feroz, es ejercido en realidad por una burocracia mixta formada por altos cuadros del Partido Popular europeo y del Partido Socialista europeo, que son indistinguibles. Su anterior presidente, Durao Barroso, miembro del PPD portugués, homólogo del PP español, es hoy un alto cargo de Goldman Sachs, y tuvo como vicepresidente de su ejecutivo a Joaquín Almunia, del partido socialista…
Las puertas giratorias made in UE.
Por cierto, que a menudo me he encontrado discutiendo sobre democracia en Cuba con personas que ni tan siquiera habían consultado la ley electoral de la república de Cuba.
Suele pasar, casi siempre.
Con lo que queda claro que, en lo que hace a la república de Cuba, a menudo, cuando se discute de lo que se discute, realmente, no se está discutiendo de lo que se discute, sino de la legitimidad de la existencia sociedades, de repúblicas, no liberal capitalistas. Bueno, bien está: hablando se entiende la gente.
En lo que hace a la ley electoral de la república de Cuba, ésta contempla la revocación de mandato de los cargos electos. Y los candidatos NO son propuestos por el partido comunista cubano, que carece de potestad de proposición, sino por las asambleas populares de la Sociedad Civil cubana. Tampoco hay campañas electorales, cuyo coste económico es un discriminante que reduce la igualdad de oportunidades, etc.
Como en España o USA por ejemplo.
Por ejemplo.
Pero además, la república de Cuba ha sostenido en el plano internacional una constante acción política antiimperialista, y ha ayudado, con los recursos a su alcance, a los procesos políticos y sociales populares de los países subdesarrollados.
Algunas ilustraciones no vendría mal para recordar cosas que deberíamos saber todos.
Basta recordar para muestra, la intervención de Cuba en ayuda de Angola, cuando este Estado estaba siendo invadido por el ejército de la Sudáfrica racista en 1987. La batalla de Cuito Cuanavale, la mayor batalla de tanques de la historia de África -este dato puede servir como referencia al lector-, batalla que se prolonga desde septiembre-octubre de 1987 a marzo abril de 1988. Tras la derrota catastrófica del ejército sudafricano en marzo (de 1988), a manos de las tropas cubanas, angoleñas y del Swapo namibio, las tropas racistas, y sus aliados del Unita, se retiraban de Angola. Y el gobierno sudafricano aceptaba la evacuación inmediata de Namibia, en 1989. Era el fin de la aventura imperialista sudafricana y del régimen de apartheid.
Lo recuerdo, lo recordamos todos.
Creo que con esto basta para explicar por qué me siento honrado por el hecho de que Fidel Castro fuera uno de los nuestros. Por qué nosotros somos de los suyos.
Me apunto la inversión. Gracias.
Pasamos, si te parece, (¡ya es hora pensarán muchos lectores/as!) a la segunda parte del libro: «La República es una cultura común de vida. Crítica del republicanismo federal». Me centro a continuación en el primer apartado: «Tres republicanismos y sus momentos históricos».
Cuando quieras. Esperemos no agotarnos ni agotar a nadie.
Me olvidaba. No es un ataque de inmodestia, so sufras, pero debo decir que algunos lectores me han enviado notas felicitándonos (es decir, felicitándote) por las conversaciones.
Pues muchas, muchas gracias, de las de verdad. Da fuerza para seguir pensando, conversando y actuando.
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