La solución política al conflicto interno de Colombia, fue la consigna principal de las Farc-EP, hasta 2016 cuando se firmó el Acuerdo Santos-Timolión. De ahí en adelante fue quedando claro que la otrora fuerza guerrillera tenía que enfrentarse no solo a la Perfidia del incumplimiento del papel firmado, sino a la destrucción física completa y demolición contrainsurgente como fuerza social, politica y militar, por parte de los dos 2 gobiernos Uribistas (Santos y Duque, de neoliberalismo global en lo económico y en lo social, represión indiscriminada, genocidios, contrainsurgencia, y terrorismo de Estado).
Esta ha sido la ruta seguida minuciosamente en estos 5 años cumplidos, que los abundantes y protuberantes hechos del incumplimiento del Acuerdo, incluso reconocidos (23.11.2021) en el diario oficial El Tiempo.com por el señor Philip S. Goldberg, Embajador de los EE. UU. …” casi el 30% de los 578 compromisos del Acuerdo se han cumplido. Más el fraccionamiento, desintegración y descomposición en innumerables organizaciones que se reclaman herederas de la Marca de Origen Farc-EP. Lo baladí e inane en que se convirtió la llamada “bancada parlamentaria de los ex farc”, con la que se premió económicamente a la cúpula firmante del pacto. La masacre gota a gota de los ex combatientes en proceso de reinserción. Los genocidios y matanzas de líderes sociales y de opositores al régimen y al Estado colombiano con la consecuente destrucción del tejido social, indujeron a que la lucha legítima de los colombianos porque se implementara el Acuerdo de manera integral, integra y sin enmendaduras, reemplazara la consigna original de la “solución política al conflicto” por la que tanto se había luchado en Colombia, como en el exterior.
En adelante, engatusados con el gatopardo oficial y su marrulla ilusoria de que el país estaba en una etapa denominada “postconflicto”, y muy a pesar de que el conflicto interno se había reciclado y estaba tomando nuevas formas de violencia política (que Hoy día nos aterran), nadie de los llamados herederos de “Don Manuel” se volvió a acordar de la solución política al conflicto, la que como cualquier palabra repulsiva cayó en desuso definitivo como muestra de su inutilidad e ineficacia, a pesar de haber sido la directa responsable de haber llevado al genocida y corrupto narco-Estado colombiano a tener que firmar ese “maldito papel” en la Habana/16. Era parte del minucioso plan contrainsurgente para el desarme y luego descomposición y demolición de los ya-desarmados.
De los pocos logros mencionados por el mencionado señor embajador Goldberg: La JEP (justicia especial para la paz) y la Comisión de la Verdad, ya estamos viendo sus resultados deletéreos auxiliares al plan contrainsurgente de demolición de los antiguos alzados en armas.
De la comisión de la Verdad, el Pueblo Trabajador colombiano también finalmente ha quedado notificado, con las contundentes declaraciones de su Presidente el sacerdote jesuita Francisco de Roux, dadas este 25 de enero 2022 en la revista Uribista Semana. Co (1), sobre cuál ES la Verdad Oficial o “relato exculpatorio” de los ordenadores desde la legalidad y legitimidad que tuvieron como jefes de un Estado reconocido internacionalmente, al decretar las innumerables masacres horrorosas y las atrocidades inimaginables (imposibles de mencionar en este breve escrito dado su volumen), y que se les va a entregar a los colombianos y a la comunidad internacional en un mamotreto indigerible sobre el conflicto social armado entre el Estado y las FARC, que se pactó acabar en 2016. Es pues una buena y abundante contribución al plan contrainsurgente inicial.
Y sobre la contribución de la JEP vale la pena hacer alguna anotaciones : Al día de hoy, totalmente desvirtuada de la intención original de responsabilizar a TODOS los actores del conflicto interno y ejercer una justicia objetiva; ha ido quedando claro cuál es su contribución al plan contrainsurgente de demolición que venimos mencionando:
Aprovechando la ignorancia en asuntos de la legalidad internacional y en el Derecho Internacional Humanitario de la mayoría de los firmantes y, bajo la inducción traidora de los dos o tres de la cúpula dirigente quienes si sabían lo que hacían, lo aceptaban y habían llegado a un acuerdo con el equipo negociador del Estado; se ha ido induciendo a todo el colectivo (ofreciéndoles penas probatorias de la libertad reducidas y amenazándolos con penas mayores hasta de 20 años en mazmorras oficiales) a que en diferentes sesiones de auto-inculpación y en contra de su propia moralidad rebelde de alzados en armas, catalogados por el Estado que hoy los juzga, desde el inicio del levantamiento armado, como ilegales por fuera de toda legalidad oficial que ellos no reconocieron; a que reconozcan compungidos que son unos CRIMINALES DE GUERRA y ESCLAVISTAS, con todo lo que esto significa tanto a nivel de la Comunidad Internacional como a nivel interno, en la opinión pública colombiana morboseada por la falsimedia prepago, y bajo el efecto demoledor que significa la aceptación de estos crímenes atroces dentro de las bases sociales que en algún momento creyeron y apoyaron a la organización guerrillera de las Farc-EP, y quienes hoy deben estarse preguntando:
¿Fue, a estos personajes a quienes apoyamos, dimos alguna cobertura, incluso sacrificando nuestras vidas y las de nuestras familias?
¿Quién va a seguir creyendo en una organización así?
La demolición total auto infligida.
La lista de los crímenes de guerra reconocidos es larga, a la que se ha añadido recientemente la de haber dirigido una organización que como los nazis alemanes en los campos de concentración, obligaron a los prisioneros y capturados en combates a trabajar como esclavos.
Lo que ha sido confirmado por el propio tribunal de la JEP: ….”El Secretariado tiene responsabilidad por el crimen de lesa humanidad de privaciones graves de la libertad y el crimen de guerra de toma de rehenes. También de otros crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en relación con los secuestros como homicidio, desaparición forzada, torturas, tratos crueles, violencia sexual y desplazamiento forzado.
Los comparecientes que no reconozcan su responsabilidad individual podrán ser condenados hasta a 20 años de cárcel.
La JEP destaca la importante participación de más de 2 mil víctimas de secuestro que han insistido en la necesidad de establecer la verdad plena de lo sucedido e identificar a los responsables.
Algunos comparecientes ya han reconocido su responsabilidad y han aportado verdad sobre las políticas que tuvieron este resultado, así como los hechos que ilustran los patrones…Bogotá, 28 de enero de 2021. La Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz” https://www.jep.gov.co/Sala-de-Prensa/Paginas/La-JEP-imputa-al-antiguo-Secretariado-de-las-FARC-Ep-cr%C3%ADmenes-de-lesa-humanidad-.aspx.
Hoy, a inicios del 2022, en una año electoral, los colombianos ven pavoridos cómo el histórico conflicto social y armado se ha reciclado, fragmentado o regionalizado, y ha tomado nuevas formas y modalidades políticas, que el Estado colombiano responsable legal y legítimo de garantizar la seguridad de sus ciudadanos no es capaz (o no quiere) controlar, ni resolver.
Entonces es cuando se hace necesario volver a levantar de manera masiva por el Pueblo Trabajador la consigna práctica y efectiva de buscar una solución política al tal conflicto pero de una manera definitiva, sin traiciones ni enmendaduras y para aportar mayor credibilidad a la demolida, es más necesario aún, dejar escrita la histórica consigna de la solución política al perenne conflicto social y armado colombiano, en los acuerdos programáticos que firmen las organizaciones de las vanguardias colectivas que pretenden conducirlo hacia la verdadera y definitiva liberación nacional y social.
Notas.
Fuente imagen Internet: https://www.abebooks.co.uk/9781925019070/Solucion-Politica-Proceso-Paz-Colombia-1925019071/plp
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