El tema monetario en una economía no es propiamente el dinero, sino su impacto sobre la estructura y el ciclo productivo.
Estudiar el dinero respecto a sí mismo es un trabajo que termina donde se establece (si existe) su estabilidad como relación de cambio y su cabalidad en la realización de sus funciones.
En pocas palabras, la teoría monetaria, entendida como la ontología del dinero, consiste en la comprensión de este en cuánto su fundamento. El estudio del dinero per se es tan solo la aplicación a un contexto económico de un fundamento semiótico al signo de la relación de cambio (valor).
La concreción de una teoría monetaria, cual la verdad del ser, su esencia, solo se alcanza al comprender el sistema económico del cual el dinero es dinero.
La respuesta al problema monetario (cambiario) en Cuba, en cuanto a ejercicio lógico, llevaría entonces pensar y modelar la estructura económica deseada, de ahí las proporciones de cambio necesarios que le sean orgánicos a dicha estructura, y de ahí la confirmación de una identidad estable, expresión de aquellas proporciones (que se llama dinero).
Recuérdese que el dinero, las relaciones que lo sostienen, son expresiones del movimiento de la economía (estructura) que le da origen. Él es solo una mediación que refleja una dinámica productiva.
El dinero es forma, y como forma, es forma de algo. Es la forma que adquieren las relaciones entre los distintos resultados de la actividad humana. Pensar el dinero entonces, a un grado de complejidad sistémico, conlleva a llegar a comprender las capacidades productivas que intervienen en la economía, y cómo se interrelacionan estas, creando una cosificación de esas relaciones (dinero), con el que interactúan en una causalidad en doble sentido.
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