Guillermo Teillier, secretario general del PC, destaca que el país vive «un nuevo momento político» después de las elecciones municipales del 31 de octubre donde el PODEMOS -movimiento del cual los comunistas forman parte como uno de los fundadores-, alcanzó el 9,14 por ciento de los votos. Teillier afirma que se ha creado la oportunidad […]
Guillermo Teillier, secretario general del PC, destaca que el país vive «un nuevo momento político» después de las elecciones municipales del 31 de octubre donde el PODEMOS -movimiento del cual los comunistas forman parte como uno de los fundadores-, alcanzó el 9,14 por ciento de los votos. Teillier afirma que se ha creado la oportunidad histórica de asestar un duro golpe al binominalismo que ha sumido a nuestro país en las políticas neoliberales, pero que eso requiere que toda la izquierda asuma un nuevo desafío: la amplia unidad de todos los sectores antineoliberales, incluyendo a quienes actualmente no conforman el PODEMOS, el que debiera actuar como pilar de esa gran alianza para terminar con el reinado de la derecha y la Concertación levantando como bandera una plataforma básica de lucha que ponga en el centro las demandas democráticas fundamentales.
Conversamos con él inmediatamente después que la comisión política del PC fuera a La Moneda a expresar su rechazo al proyecto de reparación anunciado por el Presidente Lagos frente a la prisión política y la tortura.
Sus palabras confirman que el escenario político vive un nuevo momento, y que plantea a la izquierda desafíos cruciales, donde el PC reafirma que la clave está en el mandato del pueblo, que «ha hecho emerger la unidad desde la base».
-Anteayer el Presidente Lagos informó al país acerca del proyecto de reparación del gobierno sobre prisión política y tortura. El Partido Comunista reaccionó manifestando su posición crítica: ¿en qué se fundan sus principales reparos?
«Yo creo que el elemento más importante de nuestro rechazo es que Ricardo Lagos no expresa ningún tipo de voluntad de hacer realmente justicia. Aquí hay una contradicción fundamental, porque a Chile se le está entregando la prueba de un gigantesco delito cometido institucionalmente contra decenas de miles de chilenos, y al mismo tiempo no se plantea la voluntad de hacer justicia, de modo que se está planteando una reparación incompleta, porque lo principal de una reparación es la justicia.
También aquí hay una verdad a medias. Se está tratando de ocultar la verdad porque se van a archivar por 50 años los antecedentes de los testimonios que entregaron los torturados, y de esa manera si alguno hubiera entregado antecedentes importantes para hacer justicia, éstos van a quedar ocultos todo ese tiempo.
Nuestra exigencia principal es la de hacer justicia. Además, nos parece que el mensaje no ha estado a la altura del significado histórico que tiene que el país conozca esta realidad que vivió la sociedad, que todavía es una herida abierta y no se va a cerrar con este informe. No está a la altura tampoco porque se plantea con mucha mezquindad, lo que ha sido refrendado por las declaraciones posteriores en las que tanto Lagos como el ministro de Hacienda dicen que para la reparación pecuniaria el país está haciendo un inmenso esfuerzo, pretendiendo imponer un sentimiento de cargo de conciencia para los que fueron prisioneros y sufrieron la tortura al señalar que estos fondos van a salir de los recursos para superar la pobreza. Incluso, Ricardo Lagos dijo que estos recursos equivalían a construir una carretera desde Santiago hasta Puerto Montt… No hay una valoración de lo que realmente significó ser detenido y torturado».
-Qué importancia le otorga al reconocimiento de que hay responsabilidad institucional de órganos del Estado en los hechos de tortura y prisión política?
«Le otorgamos ese valor al informe, pero eso no basta porque no viene acompañado de las medidas para resarcir realmente el daño que han producido tanto el Estado como sus agentes, y especialmente el Ejército.
Nosotros no le quitamos mérito al trabajo de la comisión Valech. Todo lo contrario, yo fui a inscribirme diciendo que aunque desconfiaba de que este camino nos llevara a conocer toda la verdad y a que se hiciera justicia, pensábamos que había que inscribirse porque es importante que quede testimonio de que hubo tortura, hubo responsabilidad institucional, lugares destinados especialmente para la tortura. Incluso, planteamos ahí ideas como que en cada uno de esos lugares se colocara una placa diciendo ‘aquí se torturó’.
Lo que estamos diciendo es que la posición del gobierno nos parece mezquina, primero ante lo que realmente es el informe, y segundo en lo que debiera ser su voluntad principal en materia de encontrar toda la verdad y hacer justicia, porque las Fuerzas Armadas debieran entregar seriamente todos los datos sobre detenidos desaparecidos y ejecutados políticos. No es verdad que no tengan más información.
Hemos dicho también que las FFAA tienen que depurarse de aquellos que torturaron, y creo que hay que empezar a publicar las listas de los torturadores y que nosotros mismos, los ex presos, estamos en condiciones de empezar a entregar los nombres, reconocer dónde están e iniciar toda una campaña. Todos somos libres de entregar nuestros testimonios ante la justicia y es lo que tenemos que hacer ahora con más fuerza».
-¿En qué tendría que haber consistido la reparación para ser suficiente?
«En que se conociera quiénes son todos los que cometieron aquellas atrocidades, y que fueran juzgados. Yo no quiero hacer una afrenta a las Fuerzas Armadas, porque hacer justicia no es hacer una afrenta a nadie, y son ellas las que han infligido una afrenta a la sociedad chilena. Son ellas las que tienen que responder.
Y hay que ir todavía más al fondo, porque mientras sigan existiendo en las FFAA doctrinas en las que se plantee que una parte de los chilenos pueden ser enemigos de la patria, o que ahora nuevas doctrinas impuestas desde Estados Unidos planteen que la mayoría somos sospechosos de terroristas porque nos oponemos al orden establecido -el neoliberalismo- las Fuerzas Armadas nunca van a ser imparciales y siempre van a estar al servicio de los grandes intereses. Eso es lo que hay que cambiar».
-Hasta ahora este proceso ha tenido como centro la reparación individual a los afectados. ¿Comparte que es insuficiente entender esto como un problema restringido a las relaciones del individuo con el Estado?
«Concuerdo con lo que dice la Coordinadora de Ex Presos Políticos. Ellos tienen una plataforma muy completa acerca de cómo tratar el tema institucionalmente, cómo debiera tratarse el problema de las FFAA. Lo que pasa es que el gobierno no los ha escuchado y no los toman en cuenta. A nosotros todavía nos siguen tratando como objetos o números estadísticos, no como personas.
La propia comisión ha planteado la necesidad de crear un Instituto de Derechos Humanos. Es una muy buena idea, pero ¿quiénes van a dirigir ese instituto? ¿Van a tener cabida allí los ex presos políticos? Lo fundamental es que el gobierno quiere solucionar esto de la manera más fácil posible, ojalá lo más de acuerdo posible con las instituciones armadas y con la derecha».
-El informe, además de no consignar la totalidad de los casos de prisión política y limitarse a quienes se presentaron a prestar declaración, no se refiere al contexto general de terror que se sembraba en la población…
«Eso era terror de Estado, era la forma que tenía la dictadura de imponer el temor, el miedo, la angustia. La gente salía a las calles temerosa, las madres temían por los hijos, por los maridos porque en muchos casos no volvían. Y no solamente los ponían manos arriba y les pegaban en los allanamientos en las poblaciones, sino que también hacían redadas y los detenían. No sé si de eso hay contabilidad, pero fueron decenas de miles los afectados. Por eso muchos especialistas dicen que la sociedad chilena está enferma por el temor, la angustia y la depresión a causa de la aplicación sistemática del terror de Estado.
Los alcances del daño causado van mucho más allá de lo que se consigna. Habría que pensar también en lo que pasó con las familias de esos presos».
Nuevo cuadro político
-Después de las elecciones del 31 de octubre y de las manifestaciones de rechazo masivo a la presencia de Bush en Chile, el PC ha señalado que se vive un nuevo momento político en el país. ¿A qué se refiere más específicamente esta afirmación?
«Este momento político, yo creo que se ha ido conformando en primer lugar por las luchas de los trabajadores durante un par de años. Un punto culminante fue el paro nacional del 30 de agosto del año pasado, y tiene que ver con la formación de una conciencia crítica de los trabajadores frente al modelo, y que ha culminado con la propuesta al país de la plataforma Por un Chile Justo, que es una plataforma antineoliberal.
El crecimiento y desarrollo de la organización de los trabajadores y su influencia en la sociedad, fueron creando las condiciones y abriendo paso a una confluencia de fuerzas políticas y sociales, y varios partidos y movimientos sociales llegamos a la conclusión de que debíamos enfrentar en conjunto al sistema neoliberal.
Eso se vio en las últimas elecciones de concejales y alcaldes, donde alcanzamos cerca del 10 por ciento de los votos, lo que significa un avance muy grande de la izquierda y de las fuerzas que conforman el PODEMOS, y esto ha permitido abrir una puerta de esperanza, ha conmovido a muchos que ya pensaban que no había nada que hacer, ha elevado el entusiasmo de quienes después de luchar por mucho tiempo no habían obtenido un triunfo como éste, yo diría que desde la victoria del No. Con todo esto, el PODEMOS se transforma en una fuerza determinante desde el punto de vista político, y es una fuerza que podría determinar incluso el curso de las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias.
A la vez, el entusiasmo que despierta este triunfo potencia las luchas de los trabajadores y las organizaciones sociales. La lucha electoral potencia a todo el cuadro, y si el PODEMOS es capaz de unir a todas las organizaciones políticas y sociales y a todas las personas que estén por cambiar el sistema neoliberal, en ese caso pasaríamos a transformarnos en protagonistas de todos los sucesos que vengan para adelante en Chile y a disputar el gobierno y el poder a las fuerzas que hoy administran el sistema neoliberal. Por eso es que se ha abierto una nueva situación política, porque se crean estas posibilidades; y nosotros decimos que esto va a ser así si es que se dan estas condiciones de unidad, de lucha, de trabajo conjunto, de mayor conciencia, y para eso tenemos que trabajar muchísimo; y seguramente las horas que vienen van a ser más complicadas y difíciles. Pero así tendrá que ser para lograr esos objetivos».
Amplia unidad antineoliberal
-Está presente esta idea de la «unidad del pueblo», que incluye a quienes están más allá del PODEMOS, pero en algunos sectores ha surgido la idea de que esto pudiera ser entendido como la sustitución del PODEMOS por algo más grande. Otra variable podría ser que haya un entendimiento más grande, fortaleciendo el PODEMOS. ¿Cómo lo ve usted?
«Yo estoy por fortalecer el PODEMOS y que éste tenga la capacidad -y creo que la tiene y tiene también la responsabilidad histórica de hacerlo- de construir alianzas con otras fuerzas para lograr una plataforma única antineoliberal. Eso es lo principal.
Dentro del PODEMOS hay sectores que tienen desconfianza ante la posibilidad de llegar a la unidad con otras fuerzas, fuerzas que en cierto modo se manifestaron en posiciones distintas al PODEMOS hasta el día mismo de la elección, y no respecto a la postura antineoliberal sino a cómo conseguir el objetivo de construir una alternativa. Estas fuerzas, incluso, en algún momento se manifestaron con matices diferenciadores del PODEMOS, haciendo presente su incredulidad de que el camino que éste mostraba fuera la salida. A mí me parece que el día de las elecciones se disipó el problema de quién tenía la razón: la razón la teníamos los que estábamos en el PODEMOS. Eso no indica que por tener la razón nosotros tengamos que decir ‘nada con estas otras fuerzas’. Yo creo que no, que la fortaleza del PODEMOS está en que precisamente ha demostrado con su ejemplo que tenía razón, y que si estas fuerzas están planteando venir a una alianza con el PODEMOS nosotros tenemos que tener la capacidad de acogerlas. Además, eso me parece que está en la esencia de la declaración de principios del PODEMOS, que se hizo ya hace un año, es lo que está en el fondo de esa declaración y es lo que tenemos que perseguir. Yo también defiendo el derecho del PODEMOS a ser quien convoque a esta alianza amplia, porque es quien tiene la fuerza electoral detrás suyo.
Pero también tenemos que tener la capacidad de comprender que no somos la única fuerza antineoliberal y que si bien es cierto que tenemos más fuerza y mejor derecho a convocar, no ‘podemos’ menospreciar a otras fuerzas, porque si lo hacemos vamos a ir a las elecciones divididos y creo que el mandato que nos ha dado el pueblo es que nosotros consigamos esa unidad. Esa es una tendencia que se ha creado en el país, y quien se quede fuera de esta tendencia, yo creo que sinceramente va a perder el rumbo.
La unidad, creo que finalmente se va a imponer porque lo está haciendo desde abajo».
-¿Está el PODEMOS suficientemente sólido como para que la tensión provocada por este tema presidencial no lo rompa?
«Yo creo que el PODEMOS es sólido. Lo que pasa es que cada partido o movimiento tiene su tiempo para discutir el tema. Nosotros como Partido Comunista ya lo hemos discutido y pensamos que debemos partir por que haya una sola plataforma y después de eso elegir a un candidato presidencial único. Nosotros hemos nombrado a un precandidato -Tomás Moulian-, que lo planteamos como un aporte al PODEMOS, teniendo claro que ninguna candidatura puede erigirse pretendiendo que sólo respecto de ella se puede lograr la unidad de todas las fuerzas. Todos los precandidatos tienen que nombrarse con la disposición de que es probable que no sea el candidato definitivo. En esto, los partidos y movimientos tenemos que ir con la mejor predisposición a elegir al que mejor nos represente de acuerdo a las condiciones políticas actuales».
-¿Y si ese precandidato no es del PODEMOS?
Bueno, quizás no está en el PODEMOS… Nosotros, como comunistas, no tenemos ningún prejuicio de que sea alguien que no es del PODEMOS, pero lo que importa es que lo elija el PODEMOS. Yo creo que es cuestión primaria que el PODEMOS elija, no lo pueden elegir otros por el PODEMOS. El PODEMOS tiene que dotarse de la capacidad para elegir un candidato, y creo que ningún partido o movimiento puede venir a reclamar que ‘si no se hace la unidad en torno a mi candidato, nosotros rompemos el PODEMOS’. Eso creo que está vedado para todos nosotros, y creo que hemos logrado la madurez necesaria para entenderlo.
Los comunistas ya hemos reflexionado sobre esto en un pleno del Comité Central, seguramente vamos a hacer otro en el plazo más breve. Sabemos que el Partido Humanista tiene elecciones, que el MIR tiene un pleno de su Comité Central y que cada uno de los partidos hará lo suyo. Entonces, nos estamos dando los plazos suficientes para que cada uno determine.
Creo que el 18 de diciembre va a haber una reunión del PODEMOS en la que se va a entrar más de lleno a la discusión sobre la plataforma y candidaturas presidencial y parlamentarias.
Hay que tener muy en cuenta los tiempos políticos, y lo único que me preocuparía es que se produzcan vacíos. Creo que al nombrar a nuestro precandidato nosotros hemos evitado que se produzca un vacío y esto ha sido muy importante ante la emergencia de otras candidaturas de la Concertación y la derecha. También me parece muy importante que no perdamos la iniciativa política, que mantengamos la presencia que hemos logrado legítimamente en los días de la elección de concejales y alcaldes».
-¿A qué se refiere con que el PODEMOS va a ser determinante en las próximas elecciones presidenciales?
«Eso es evidente, porque si somos una fuerza que tiene un 10 por ciento -fíjate que la diferencia en la votación de concejales entre la derecha y la Concertación es de 10 puntos- lo que hagamos va a ser determinante.
A mí me parece que si logramos esta conjunción de fuerzas de todos los sectores antineoliberales, vamos a pasar largamente el 10 por ciento. No sabemos si la Concertación va a llevar uno o dos candidatos en la primera vuelta, y eso nos pone en una situación en que a lo mejor hasta podríamos disputar la segunda vuelta, aunque es difícil que la Concertación se vaya a arriesgar a eso. De todas maneras, de la forma como nos ganemos la voluntad popular dependerá lo que ocurra en las próximas elecciones presidenciales».
-El Partido Comunista en su último congreso, hace dos años, hizo un planteamiento respecto de la lucha electoral, particularmente en lo que denominó como el viraje, que incluye una nueva forma de mirar las elecciones. ¿Hasta qué punto esas ideas se expresan en este momento?
«Creo que lo hemos logrado, que hemos recorrido un camino, aunque todavía no lo suficiente. Muchos de los concejales y alcaldes electos son compañeros que han estado al frente de las luchas sociales y eso es muy importante, porque el carácter que nosotros le damos a las elecciones es la de estar íntimamente relacionadas con la lucha del pueblo por la solución de sus problemas. Sabemos que en los marcos del sistema neoliberal no se pueden solucionar todos los problemas, pero por lo menos tenemos que tener la capacidad de hacer claridad sobre esta realidad, hacer conciencia de que hay que cambiar el sistema y que para cambiarlo hay que desarrollar las luchas por la solución concreta de los problemas. Dirigentes nuestros como el presidente de la Federación de Trabajadores Contratistas de Codelco, sale elegido con una gran votación porque estuvo al frente de las luchas, e incluso tuvieron que tomarse los accesos a la mina El Teniente para que los escucharan y por primera vez se empezara a hablar de contratos de trabajo. La presidenta del sindicato del Persa Los Morros, que después de un año de lucha, de huelgas de hambre y manifestaciones en la calle lograron derrotar las pretensiones de un alcalde concertacionista que quería poner ahí un supermercado, es elegida también concejal, y podríamos poner muchos otros casos.
En el PODEMOS planteamos que nuestros alcaldes y concejales no estén encerrados en una oficina, sino en contacto permanente con las organizaciones sociales y poniéndose al frente de la solución de los problemas. Y si tienen que marchar desde una comuna a la cual el gobierno no le da solución o declararse en huelga de hambre y usar las formas de lucha que tiene el movimiento popular, tienen que hacerlo y ponerse a la cabeza».
El Congreso Bolivariano del Pueblo
-El triunfo del Podemos se da en un marco electoral latinoamericano muy interesante, y ahora usted va a Venezuela como secretario del PC de Chile al Congreso Bolivariano del Pueblo: ¿cuáles son los temas que se van a plantear ahí?
«Este es el Segundo Congreso Bolivariano del Pueblo, yo estuve también en el primero pero creo que éste va a ser mucho más grande, más macizo. Imagínate que en la inauguración van a estar personalidades de la estatura del gobernador del Estado de Paraná en Brasil, Tomás Borge, dirigente nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional. En sus países, y en la propia Venezuela, se han producido procesos electorales en que la izquierda ha triunfado ampliamente. En Nicaragua sacaron más del 50% de los votos, en Brasil se consolidó el triunfo de Lula, con algunos retrocesos en Porto Alegre y San Pablo. Va a hablar Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, y la intervención principal es del Presidente Hugo Chávez. Eso es sólo la inauguración, después hay una serie de temas, de ponencias. A mí me corresponde estar en el temario «América Latina y El Caribe y los resultados eleccionarios en el 2004. Resultados y perspectivas». Voy a ser uno de una serie de expositores. Fundamentalmente está Uruguay, el triunfo de Tabaré Vásquez; Brasil, Ecuador, Venezuela, Puerto Rico, Panamá, República Dominicana, con sus elecciones que vienen, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Es decir, se le va a dar una connotación muy grande al significado de los procesos electorales en medio de la lucha y la movilización social en América Latina. Porque ambos están íntimamente ligados, no son sólo mecanismos electorales: aquí hay un resurgimiento de las luchas del pueblo, y en ellas hay una marcada tendencia antineoliberal. Eso es lo que está marcando el cuadro en América Latina.
El cuadro electoral ha cambiado de sentido absolutamente, al ponerse es el centro los contenidos antineoliberales, y de muchos lados surgen propuestas alternativas. Ya se está hablando de que hay que teorizar respecto del post neoliberalismo. O sea, tenemos que imaginarnos el post neoliberalismo. Algunos dicen: ¿será el socialismo? No sabemos. Nosotros aquí en Chile decimos que nuestra contradicción se da entre neoliberalismo y democracia. Es decir, estamos peleando por la democracia, una democracia participativa, tal como la pensamos. ¿Qué es lo que hay en Venezuela, donde está más asentado un sistema antineoliberal? ¿Es socialismo?: no es socialismo. ¿Es democracia?: es la Revolución Bolivariana, que antineoliberal y caramba que ha puesto los puntos sobre las íes la presencia de Venezuela en relación a la hegemonía norteamericana.
Habrá otros exponentes chilenos. Sé que está Marcel Claude, con una ponencia. Y Rodrigo Ruiz, de la Surda, que hablará sobre «Democracia participativa» .
El Encuentro Bolivariano de los Pueblos va a tratar de crear una alternativa».
-En este viaje, ¿va a pasar a visitar a Gladys?
¿Sí: estaré el 10 de diciembre en La Habana por unos cuatro o cinco días, visitando a Gladys. Desde luego que es una visita muy importante para nosotros y creo que también lo es para que ella sienta una vez más el respaldo, el aprecio y el cariño de todo el Partido. Es lo que llevo muy presente, mi visita es en representación del conjunto del Partido. Yo siento una gran amistad y cercanía por Gladys, por todo lo que nos ha tocado trabajar en conjunto durante tantos años, pero en lo principal llevo la representación del Partido».
Sobre la detención del Comandante Salvador
-¿Qué opinión tiene sobre la detención de Galvarino Apablaza?
«La primera impresión que tenemos es que es demasiado coincidente con la entrega del Informe sobre Tortura. No sabemos si es sólo una coincidencia, pero según algunos diarios él estaba ubicado desde mayo, lo que da para pensar que se puede hacer un uso político de esta detención, en este intento irracional de la derecha de buscar una especie de ‘empate moral’ que es injustificable.
A nosotros no nos consta de que Apablaza sea responsable en el caso de Jaime Guzmán, eso deberá verlo la Justicia. Nosotros no justificamos el asesinato de Jaime Guzmán, pero esperamos que Apablaza sea sometido a un debido proceso y, si nos pide ayuda jurídica, se la vamos a dar. Respetamos el hecho de que él sea una de las personas que luchó contra la dictadura, que se jugó la vida en eso, aunque desde 1988 siguiésemos caminos diferentes con posiciones claramente distintas en la forma de enfrentar el nuevo período. Creo que el tiempo nos ha dado la razón, pero no por eso dejaremos de solidarizar con este luchador antidictatorial a quien, si es extraditado a Chile, visitaré personalmente».