Ya Hilary pronuncio su discurso de aceptación. Nuestra prensa, se encargó de transmitir sus puntos de vista sobre el evento. Una noticia dada a medias, o donde faltan elementos, carece de objetividad y da la impresión de que se quiere crear un criterio sobre bases poco serias y profesionales. Cuando digo, transmitir sus puntos de […]
Ya Hilary pronuncio su discurso de aceptación. Nuestra prensa, se encargó de transmitir sus puntos de vista sobre el evento. Una noticia dada a medias, o donde faltan elementos, carece de objetividad y da la impresión de que se quiere crear un criterio sobre bases poco serias y profesionales.
Cuando digo, transmitir sus puntos de vista sobre el evento, es porque en momento alguno se habló de los abucheos a los oradores de la cúpula del partido demócrata, los delegados de Sanders protestando por las trampas que había realizado el equipo de Hillary para escamotearle la victoria al que proponía toda una serie de medidas de beneficio para los más desposeídos, la represión policial contra los que protestaban por la nominación, el arresto a una periodista de TeleSur por estar filmando las protestas, el escándalo de los e-mail y sus consecuencias para la llamada Seguridad Nacional de Estados Unidos, las opiniones de toda una serie de representantes de grupos de izquierda estadounidense que consideran a Hillary un representante de la clase dominante y su más fiel aliado.
Muchas de las noticias que se difundieron en ésta, terminaban resaltando lo dañino y peligroso que pudiera resultar Trump, copiando el objetivo de los demócratas de desviar la atención de los problemas de Hillary hablando de los de Trump. Muchos cayeron en la trampa.
En ese momento la noticia era difundir lo que sucedía en la Convención Demócrata, no las campañas contra Trump.
Cómo formando parte del espectáculo está la aprobación de la Plataforma Política, el 21 de julio se conoció esta. La plataforma `pudiera considerarse la guía programática por la que el partido y en especial el presidente, si es electo, llevará a cabo su labor. La misma incluye distintos aspectos, tanto relacionados con la situación interna de Estados Unidos, como de su política exterior.
Cómo es de esperar, dentro de la plataforma se dedica un espacio a lo que será la política de Hillary en relación con Cuba, claro está, si sale presidente. La plataforma establece:
«En Cuba, continuaremos lo iniciado por Obama con su histórica apertura y terminaremos las restricciones de viaje y el embargo (bloqueo). También estaremos al lado del pueblo cubano apoyando su habilidad para decidir su propio futuro y disfrutar de los mismos derechos humanos y libertades de las que disfrutan las personas en cualquier lugar.
«En Venezuela forzaremos al gobierno a respetar los derechos humanos y responder al criterio de su gente.» Agregué lo de Venezuela por estar en el mismo párrafo de la plataforma, lo cual considero esta hecho a propósito.
(In Cuba, we will build on President Obama’s historic opening and end the travel ban and embargo. We will also stand by the Cuban people and support their ability to decide their own future and to enjoy the same human rights and freedoms that people everywhere deserve. In Venezuela, we will push the government to respect human rights and respond to the will of its people.)
Entonces, de acuerdo con la `plataforma, si Hillary es elegida, continuarán las acciones de subversión política contra la Revolución, mantendrán el financiamiento y dirección de los grupúsculos, seguiremos teniendo Radio y Televisión Martí, continuarán tratando de dar más poder económico a lo que ellos consideran la Sociedad Civil y el sector privado. Seguirán acusándonos de violar los derechos humanos y de que en nuestro país no existen libertades como las que existen en cualquier lugar del mundo (sobre todo si son países serviles a Estados Unidos).
Dicen que terminarán con las restricciones de viajes a Cuba y con el bloqueo. El mismo canto de sirena que nos ofreció Obama cuando se inició el proceso de restablecimiento de relaciones y que no se ha materializado, seguimos con el bloqueo y con las restricciones de viaje.
De devolución del territorio ocupado por la Base Naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo ni hablan, parece que eso estará en el plan de los próximos aspirantes.
En fin, no encuentro nada nuevo en la Plataforma, más de lo mismo y continuar con los planes de Obama de destruir la Revolución Cubana, utilizando otros métodos, después de reconocer que los que utilizaron distintas administraciones, demócratas y republicanas, durante cincuenta años, habían fracasado.
Insisto en la forma en que debemos enfocar lo que está sucediendo en Estados Unidos en relación con las elecciones, debe ser de la forma más objetiva y amplia posible, sin tratar de crear una opinión desfavorable hacia alguno de los candidatos, sobre los que politólogos estadounidenses han dicho resultan los perores candidatos que han aspirado a la presidencia desde que se fundaron los Estados Unidos.
La opinión que tratemos de crear en Cuba no beneficiará a cualquiera de los aspirantes, los cubanos no votamos en estas elecciones. Serán los estadounidenses, utilizando un sistema electoral caótico, cuyos resultados están muy lejos de reflejar la verdadera voluntad del pueblo y menos sus intereses, a los que se les presentará un resultado, siempre el que más convenga a las grande corporaciones y al 1 por ciento que acumula la mayor riqueza del país.
En ocasiones algunos compañeros hablan de estas elecciones, como si fueran verdaderamente libres, limpias, sin fraudes y escándalos que se ponen de manifiesto desde las primarias. Como si aquel fuera un sistema electoral que verdaderamente pudiera calificarse como propio de una democracia representativa.
El análisis político debe primar sobre el criterio personal, o el apuro al copiar un cable de una agencia estadounidense, para nosotros sacar una noticia.
Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba)