Intentemos pensar por un instante ¿Por qué se genera las paradojas de la vida? O ¿Cuál es la consistencia que existe entre el discurso y la acción para hacerlos congruente? Estos dos simples cuestionamientos hacen parte de la tal cuestionada paz. En Colombia la tierra de Macondo pasa un conjunto de contradicciones que sólo contribuyen […]
Intentemos pensar por un instante ¿Por qué se genera las paradojas de la vida? O ¿Cuál es la consistencia que existe entre el discurso y la acción para hacerlos congruente? Estos dos simples cuestionamientos hacen parte de la tal cuestionada paz. En Colombia la tierra de Macondo pasa un conjunto de contradicciones que sólo contribuyen a complejizar los problemas o a llevarlos a estancias más profunda de los mismos.
Primero, suena incongruente observar que un grupo político de tendencias institucionales (derecha- extrema) llame a la sociedad civil a un estado de «resistencia» sobre decir que dicha lógica es una contradicción de lo que constituye tomar una posición y acción contra las lógicas de un gobierno de turno.
Segundo, en Colombia sucede lo más extraordinario en materia política un sector de la sociedad civil proclama discursos en contra de los acuerdos de paz en la Habana pero ¿Cuando se les pregunta alguna propuesta? De sus labios sólo salen voces de odio, discriminación y repudio contra aquellos que ha vivido, gestado y actuado en medio de la violencia estructural de este territorio.
Tercero, el núcleo del problema radica en reconocer que la conciencia, la auto-conciencia y el desarrollo ético de los ciudadanos de estos tiempos en Colombia, guarda una historia de sevicia, dolor y sentimientos de venganza contra lo que ya han vivido y ejercido la violencia en cualquiera de sus medidas.
Pero se encuentra algo en particular mientras en otras tierras se habla de poner el diálogo la política, la teología y la ecología como propuestas alternas que contribuyan a la crisis civilizatoria, la decadencia de los valores y la complejidad de los problemas ambientales – acá sigue la discusión mezquina del capital, el amor por la corrupción y el anhelo por seguir re-produciendo una lógica contra la dignidad humana, el sentimientos de los pobres y el deseo de los oprimidos por salir de su condición de pauperización humana.
En este marco llega a colación la conferencia desarrollada en México entre el Maestro Enrique Dussel y teólogo de la liberación Leonardo Boff titulada «Vida, Ecología y Política» en ella se discute una serie de problemáticas que tiene amplia articulación con la realidad política, cultural, ecológica y económica de lo que sucede en Colombia, y que dichos temas ha sido acordado a punta de pincel por ambas parte en los acuerdos, por ello, menciono la tesis del maestro Luis Jorge Garay al decir que son » acuerdos de élites tanto de izquierda y derecha «véase: https://www.youtube.com/watch?v=codzYyuddOM
Por supuesto que tiene gran relevancia la tesis de ser acuerdos de elites ya que a su interior, no se tiene en cuenta nociones como las siguientes que fueron expuestas en la conferencia ante mencionada:
1) El amor por la naturaleza no es un amor idealista, es una praxis del sujeto por ser pensante y reflexivo de que este mundo es para todos y no para unos pocos. Es decir, que el actual modelo económico es incongruente y adverso a un tipo de pensamiento ambiental que respete y conviva con la naturaleza.
2) La política económica de estos tiempos sólo se fija en la necesidad de ampliar el consumo, aumentar el valor y concentrar el capital a manos de pocos, dichas manos contribuyen a la crisis y acumulación del mismo, la razones son elementales en el escenario global los países del SUR juega un papel transcendental para la realización de las lógicas del libre mercado y la re-producción del capitalismo.
3) La pobreza es un estado que atenta contra la condición del cristiano, porque como decía el maestro Leonardo Boff, se es pobre cuando se ha vivido explotado, y ser explotado es ir encontrar de los planteamientos del crucificado. Por ende, la pobreza, la violencia, la miseria y el despojo de la vida son características que ponen en juego el futuro de lo humanidad y los principios del amor al prójimo en estos tiempos. Para mayor interpretación los invito a leer el siguiente artículo: http://enriquedussel.com/txt/ZIZEK_DUSSEL_Y_BOFF.pdf
Para finalizar, esta serie de planteamientos hacen parte de algunos elementos que rescato, ofreciendo un panorama amplio, y dejar en claro que los actuales diálogos de paz en la Habana, muestra una contradicción estructural de lo que simboliza intentar pensar la paz de forma crítica, decolonial y porque no más humanamente posible. Sobra decir que frente a estas lógicas de juego – se logra carecer de confianza frente al escenario que viven la sociedad colombiana y que pone en tela de discusión el futuro de las comunidades, los pueblos y los sectores sociales en particular los más oprimidos que sin merece un acuerdo pero a la vez alternativas para su realización y respeto por la dignidad humana en estos tiempos.
José Javier Capera Figueroa es Politólogo de la Universidad del Tolima (Colombia), Analista político y columnista del Periódico el Nuevo Día (Colombia) y del portal de ciencias sociales rebelión.org (España).
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.