Ya son casi 70 venezolanos y colombianos los que han sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales en el Caribe y en el Pacífico por parte de soldados integrantes del Comando Sur de los Estados Unidos en cumplimiento de órdenes emanadas desde la oficina del señor Trump y su camarilla de criminales: Rubio y Hegseth.
El presidente Petro ha denunciado tales acciones sangrientas como “ejecuciones extrajudiciales” tachándolas de acciones criminales ilegales. Son el cabal reflejo de la mentalidad fascista del actual presidente de los Estados Unidos quien, paso a paso, ha instalado un régimen al estilo hitleriano en Gringolandia con todas las implicaciones que eso tiene en materia de libertades y derechos democráticos de millones de ciudadanos.
En el Caribe y el Pacifico se ha instalado por Trump un régimen tenebroso orientado a vulnerar la soberanía nacional de Venezuela y Colombia; a propiciar el asalto de nuestros recursos.
Pero la resistencia y el rechazo está creciendo con muchas manifestaciones tano en Latinoamérica como al interior de los Estados Unidos.
Traigo acá un reporte del periódico The New York Times sobre los debates y denuncias por parte de legisladores demócratas en el Congreso de los Estados Unidos contra la campaña de asesinatos y masacres ejecutadas por los marines del Comando Sur.
No la tiene fácil el gringo que pretende intimidar con su parafernalia bélica de fragatas, submarinos, misiles, drones y naves espías.
“El informe del gobierno de Trump sobre los ataques marítimos no tranquiliza a los demócratas. 6 de noviembre de 2025.
Después de una sesión informativa que buscaba aliviar la inquietud bipartidista ante la campaña de ataques en el Pacífico y el Caribe, los demócratas dijeron que seguían sin tener respuestas claras.
Durante una sesión informativa celebrada el miércoles en el Capitolio, altos funcionarios del gobierno intentaron calmar la inquietud bipartidista ante la ampliación de la campaña militar contra el presunto narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, pero los demócratas dijeron que seguían sin tener respuestas claras sobre la base jurídica, el alcance o el objetivo de la misión.
El secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ofrecieron la sesión informativa en vísperas de la votación del jueves en el Senado de una medida que limitaría la capacidad del presidente para emprender acciones militares directas contra Venezuela. Se produjo en un momento en que demócratas y republicanos han expresado una preocupación cada vez mayor por la ofensiva militar que ha escalado y se ha llevado a cabo sin autorización ni consulta del Congreso.
Presionada por los legisladores, la Casa Blanca compartió recientemente con el Congreso un memorando clasificado en el que se esbozaba el argumento jurídico que defiende las operaciones. Pero los demócratas dijeron que la justificación era endeble y sentaba un precedente peligroso.
“No se dijo nada que me hiciera cambiar de opinión de que llevan a cabo ataques ilegales”, dijo en una entrevista tras la reunión a puerta cerrada el representante Gregory Meeks, por Nueva York, el principal demócrata de la Comisión de Asuntos Exteriores.
El representante Jim Himes, por Connecticut, el principal demócrata en la Comisión de Inteligencia, dijo que la reunión no incluyó la “granularidad” típica de las sesiones informativas del Departamento de Defensa a las que ha asistido sobre operaciones similares, y lamentó que los legisladores no recibieran un desglose “ataque por ataque”.
Y aunque Rubio y Hegseth intentaron asegurar a los legisladores que los ataques no eran un preludio de ataques más directos con la intención de un cambio de régimen en Venezuela, los demócratas dijeron que los funcionarios no ofrecieron respuestas sobre la estrategia de políticas subyacente a los ataques.“Los miembros del Congreso simplemente desconocen qué es exactamente lo que están intentando hacer”, dijo el representante Adam Smith, por Washington, el principal demócrata de la Comisión de las Fuerzas Armadas.
El presidente Donald Trump no ha tomado una decisión sobre si emprender acciones en tierra, pero algunos altos asesores presionan para que Estados Unidos derroque al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Los demócratas dijeron que la sesión informativa no aportó claridad sobre los posibles próximos pasos del gobierno en Venezuela. “¿Hay algo inminente?”, fue una pregunta que quedó sin respuesta, dijo el senador Chris Coons, por Delaware, demócrata y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, tras la sesión informativa.Rubio y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, intentaron tranquilizar a los legisladores, asegurándoles que los ataques no eran el preludio de ataques más directos con la intención de un cambio de régimen en Venezuela.
“Aunque en algún momento existiera autoridad, ¿cuánto tiempo durará esto?”, dijo Warner, y señaló que los ataques llevan meses produciéndose. Añadió: “No hay base legal en ningún dictamen jurídico de los que hemos estado debatiendo que aborde a Venezuela de ninguna forma”.
Coons dijo estar “preocupado por la falta de estrategia y políticas claras”. Él y otros demócratas dijeron que la sesión informativa, en la que participó T. Elliot Gaiser, alto cargo de la Oficina del Asesor Legal del Departamento de Justicia, no aclaró la estrategia del gobierno de Trump en la región.
El senador Chuck Schumer, demócrata por Nueva York y líder de la minoría, dijo que tenía previsto solicitar una reunión informativa de seguimiento que incluyera a todos los miembros del Senado.
“Necesitamos muchas más respuestas”, dijo.El gobierno de Trump ha dicho a los legisladores que las embarcaciones atacadas en el mar transportaban cocaína. Trump ha afirmado, sin mostrar pruebas, que los ataques han eliminado cargas tanto de cocaína como de fentanilo, una droga más letal, a bordo de los barcos, y que al realizarlos han salvado miles de vidas estadounidenses.
En una entrevista posterior a la sesión informativa, Himes expresó su escepticismo acerca de las afirmaciones sobre el fentanilo. “Resulta curioso que, dado que el argumento se basa en la noción de que se está causando un gran daño a Estados Unidos” dijo, “la respuesta se dirija a un conducto de narcóticos menos letales, y esto, obviamente, tiene muy poco que ver con el fentanilo, que es realmente la amenaza más letal a la que nos enfrentamos”.
Al salir de la reunión informativa del miércoles, los principales republicanos dijeron que confiaban en que el gobierno de Trump llevara a cabo los ataques en el mar dentro de los límites de la ley.
“Hacen un buen trabajo”, dijo el senador Jim Risch, republicano por Idaho y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. “Lo están haciendo legalmente, y los animo a que sigan así”.
Trump ha emitido mensajes públicos contradictorios sobre sus intenciones militares contra Venezuela y sobre los objetivos y la justificación de cualquier acción militar futura. En las últimas semanas, ha dicho que los ataques en el mar —incluido otro ataque el martes—, que han causado la muerte de al menos 67 personas, se ampliarían a ataques terrestres.Eso no ha ocurrido todavía, pero el Pentágono desplegó recientemente el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford en el Caribe para apoyar la campaña. Esta medida llevará a la región unos 5000 soldados estadounidenses más, junto con el buque de guerra más grande y avanzado del mundo.“Se hacen declaraciones contradictorias”, dijo Smith. “No está claro de qué trata esta misión. ¿Se trata de un cambio de régimen? ¿Planean realizar ataques en territorio soberano?”.
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