El próximo domingo 30 de mayo podremos saber hasta qué punto la luz de la conciencia habrá avanzado en el tremedal de la política en Colombia. El país llega a esta cita electoral sin haber resuelto el enigma de la miseria en un territorio abarrotado de riquezas con un pueblo sufrido y laborioso. No se […]
El próximo domingo 30 de mayo podremos saber hasta qué punto la luz de la conciencia habrá avanzado en el tremedal de la política en Colombia. El país llega a esta cita electoral sin haber resuelto el enigma de la miseria en un territorio abarrotado de riquezas con un pueblo sufrido y laborioso. No se ha resuelto tampoco por la vía política una confrontación incubada en la persecución exterminadora de la diferencia que se inició con la aniquilación del movimiento gaitanista desde 1945, y se reeditó, con feroz intensidad en macabra alianza con el narcotráfico, a partir de1985.
La degradación moral resultante de la sacralización del dinero, la no reparación en los medios que se utilizan para alcanzar fines, la pérdida del respeto al valor sagrado de la vida y la dignidad, el imperio de la mentira y la intoxicación en el odio, han engendrado un entorno miasmático en el que los brutales atropellos cotidianos han llegado a ser contemplados con indiferencia o como un sino irremediable. Esta atmósfera delirante produjo, tan sólo el año pasado, 29.000 muertes violentas.
Las elecciones del próximo domingo no son sólo objeto de observación, sino de intervención, de poderosos intereses económicos y políticos, foráneos y nacionales, ilegales y legales, que no pueden evitar el intento de incidir en un escenario que afectará de una u otra manera sus conveniencias.
La opción más aprehensiva compartida por estos intereses: la del Polo Democrático Alternativo , pareciera haber quedado relegada; en primer lugar porque la confrontación intestina absorbió las energías de la dirección colectiva en la rivalidad interna antes que en la construcción de un partido unido y ejemplar , que sintonizado con el sentimiento popular pudiera haber ocupado en el momento justo el espacio previsible que se abría para el suceso histórico pendiente: la instalación de un rumbo estable de soberanía , democracia genuina permanente y presente en cada intersticio de la vida colectiva, y curación de los destrozos morales y materiales causados a la nación durante largo tiempo ; y también porque al aparato mediático ligado a los poderosos capitales no se le ha podido neutralizar su capacidad de poner a escoger entre opciones que no signifiquen inquietantes amenazas a su tradicional dominio.
Esto no significa que no pueda haber sorpresas que demuelan las encuestas que, más que retratar el estado de la opinión pública, apuntan a modularla. Es importante tener en cuenta que en el Polo Democrático Alternativo están presentes liderazgos sociales ejemplares que han consagrado, y arriesgado, y ofrendado su vida, para que la verdad y la justicia con los excluidos de siempre siga vigente frente a un poder feroz, repleto de miedo y de violencia, que no ha dudado en acudir al exterminio en su pretensión de acallar el clamor que lo cuestiona.
Es probable que el resultado electoral del PDA supere ampliamente las encuestas que han pretendido reducirlo. Si esto sucediera, podría abrirse una opción inédita para el país: una unidad de diferentes sectores sociales reunidos en torno a la ética , la necesidad de laborar conjuntamente en la recuperación del cuidado de la casa común , el hallazgo de vías que permitan cesar la confrontación armada y las cadenas del odio y la desconfiaza , el deber primordial de construir y garantizar los espacios de participación que sólo existen en el papel, la tarea de emprender la sanación de los gravísimos daños morales infringidos y de construir una economía que nos ponga en la ruta estable de disipar la miseria , la devastación de la tierra y la angustia, que hoy imperan.
La opción del Partido Verde ha sido ejemplar en el proceso democrático que condujo a Antanas Mockus a la representación del mismo. La insistencia de Antanas en el voto de conciencia frente al voto comprado o intimidado se sintoniza con el hastío que sentimos como población con la clase politiquera que tanto daño ha causado a la nación y con la sed de honestidad en el manejo de los asuntos colectivos de un pueblo escarnecido e impotente frente a un poder corrupto que ha logrado la contra hazaña de instaurar la miseria y el horror en los territorios de la prosperidad y de las vetas morales insospechadas.
La insistencia de Antanas en librar del odio la acción gobernante es un aporte invaluable en un proceso de comunicación política que en si mismo se convierte en una dinámica de pedagogía ciudadana. Su insistencia en el valor de los principios tiene también un inmenso valor en una cultura degradada en la que el éxito asociado a alcanzar los fines ha conducido a no reparar en los medios que se utilizan. En un país que fue atrapado en forma gradual y creciente por los tentáculos mortíferos de una economía internacional mafiosa no es insignificante el valor de distanciarse en términos absolutos del poder que representa este capital.
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