Comunicado 1. La liberación unilateral de cinco congresistas y de una ex candidata a la vicepresidencia, ocurrida entre enero y febrero, fue ante todo un gesto de generosidad y voluntad política de las FARC, no de debilidad o resultado de una presión, como equivocadamente lo asume el gobierno del señor Uribe.Tales liberaciones obedecieron a […]
Comunicado
1. La liberación unilateral de cinco congresistas y de una ex candidata a la vicepresidencia, ocurrida entre enero y febrero, fue ante todo un gesto de generosidad y voluntad política de las FARC, no de debilidad o resultado de una presión, como equivocadamente lo asume el gobierno del señor Uribe.Tales liberaciones obedecieron a una decisión soberana de la insurgencia de las FARC estimulada por la persistente labor humanitaria del Presidente Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba.
2. Desde la última liberación unilateral del 27 de febrero hemos estado a la espera del decreto presidencial ordenando el despeje militar de Pradera y Florida para concretar allí, con la garantía de la presencia guerrillera, el acuerdo de canje humanitario. Los guerrilleros presos en las cárceles de Colombia y los Estados Unidos, son nuestra prioridad. Rechazamos la calificación amañada del delito político que pretende impedir que los guerrilleros salgan de las cárceles. No estamos reclamando a nadie el estatus de refugiado, utilizado como nombre camuflado del destierro y de la institucionalización del delito de opinión.
3. Lamentamos profundamente que mientras propiciábamos hechos palpables en dirección al canje de prisioneros, el Presidente Uribe planificaba y ejecutaba el artero asesinato del comandante Raúl Reyes, hiriendo de muerte la esperanza de intercambio humanitario y de paz. Quien ordena a sus generales el rescate militar a sangre y fuego, no quiere el canje. Quien ofrece millones de dólares instando a la deserción con prisioneros, no está por el intercambio. Eso es Uribe: el obstáculo principal y el enemigo número uno del canje. Por eso le apuesta irresponsablemente, todos los días, al desenlace fatal.
4. Por las mismas razones expuestas al CICR el 17 de enero, la misión médica francesa no es procedente y mucho menos cuando no es resultado de la concertación, sino de la mala fe de Uribe ante el gobierno del Elíseo, y una burla desalmada a las expectativas de los familiares de los prisioneros. No actuamos bajo chantajes ni bajo el impulso de campañas mediáticas. Si a comienzos de año el Presidente Uribe hubiese despejado Pradera y Florida por 45 días, tanto Ingrid Betancur, como los militares y los guerrilleros presos ya habrían recobrado su libertad, y sería la victoria de todos.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, abril 4 de 2008