Las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron hoy su disposición para liberar a dos uniformados, uno de ellos capturado hace más de 11 años. Los rebeldes aceptan la intervención de la Cruz Roja internacional, pero insisten en la participación de la senadora Piedad Córdoba. Las FARC aseguraron en un comunicado que liberarán al […]
Las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron hoy su disposición para liberar a dos uniformados, uno de ellos capturado hace más de 11 años.
Los rebeldes aceptan la intervención de la Cruz Roja internacional, pero insisten en la participación de la senadora Piedad Córdoba.
Las FARC aseguraron en un comunicado que liberarán al cabo policial Pablo Moncayo y al soldado José Clavo, y admitieron la participación de la Iglesia católica en la gestión humanitaria.
«No nos oponemos si el gobierno nacional considera que el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) y la Conferencia Episcopal también estén presentes, pero la entrega se hará personalmente a los compatriotas mencionados (a Córdoba y al padre de Moncayo)», informó la guerrilla.
Las FARC anunciaron la liberación de Moncayo desde abril, pero no fue posible porque el gobierno del derechista Álvaro Uribe cohibió la participación de personas u organizaciones diferentes al CICR y a la Iglesia en la entrega.
Clavo fue capturado el 20 de abril después de combates entre las tropas y los armados, mientras que Moncayo fue retenido en 1997 junto a 22 uniformados más durante una toma en el departamento Nariño (limítrofe con Ecuador).
La guerrilla divulgó su disposición de concretar la entrega y liberar al soldado a través de la página de Internet de la senadora, quien logró en los últimos años el éxito de gestiones para que al menos cinco políticos recuperaran su libertad.
Gustavo Moncayo, padre del prisionero de las FARC con mayor tiempo en cautiverio, lleva a cabo una campaña internacional para que el presidente Uribe se desista de condicionamientos y de los operativos de rescate para que los rebeldes devuelvan a su hijo.
La guerrilla dice que tiene en su poder a 20 uniformados que espera intercambiar por rebeldes presos en el marco de un intercambio humanitario.