Como gestos de buena voluntad en la búsqueda de la paz con justicia social y buscando crear un medio ambiente propicio en medio de las conversaciones con el gobierno, las FARC-EP hemos decretado varios ceses unilaterales de fuego. En contraste, el Ejército Nacional ha aprovechado nuestra actitud para lanzar operaciones militares pretendiendo aniquilarnos. En el […]
Como gestos de buena voluntad en la búsqueda de la paz con justicia social y buscando crear un medio ambiente propicio en medio de las conversaciones con el gobierno, las FARC-EP hemos decretado varios ceses unilaterales de fuego. En contraste, el Ejército Nacional ha aprovechado nuestra actitud para lanzar operaciones militares pretendiendo aniquilarnos.
En el centro y norte de Valle del Cauca se han incrementado las violaciones de los derechos humanos ya que tropas del Batallón número 10 de alta montaña, acantonadas en los caseríos de Santa Lucia, Monte Loro, Puerto Frazadas, la Moralia, San Antonio, Alta Flor, Tochecito, Ceilán y otros puntos de la geografía del centro y norte del Valle del Cauca, persiguen a la población civil bajo la acusación de ser de milicianos y colaborarle a la guerrilla. Toman fotografías a las personas, a las cédulas, a las viviendas, a los vehículos, acosan sexualmente a mujeres campesinas, realizan censos en toda la región y reúnen las poblaciones buscando comprometerlas en redes de informantes.
Es de conocimiento de todos los pobladores de la región que dondequiera se da la presencia del Ejército, los soldados se dedican a consumir bazuco y marihuana en compañía de algunos jóvenes a los que convidan, corrompiendo a la juventud de una región que histórica y culturalmente ha sido sana. Comportamientos como los mencionados coinciden con los realizados por el Batallón Palacé en el año 1999, en días previos a la incursión de los paramilitares al servicio de la Tercera Brigada del Ejército, que asesinaron un millar de habitantes y desplazaron más de veinte mil.
En la actualidad los campesinos viven en zozobra porque son constantes las explosiones de bombas y el ruido de las ráfagas de fusil producidas por el Ejército, con el deliberado propósito de simular combates que mantengan aterradas a las comunidades y las empujen a abandonarlo todo por el temor de perder su vida.
Hacemos un llamado a la población en general a no dejarse engañar, a unirse y a fortalecer sus organizaciones de base para luchar por la defensa de su territorio. Operaciones militares como la que se están llevando a cabo buscan desplazar las comunidades a fin de garantizar el saqueo de los recursos naturales por parte de las compañías mineras transnacionales. Todos estos atropellos y violaciones deben ser denunciados abiertamente ante los organismos defensores de los derechos humanos, Cruz Roja Internacional, la Defensoría del Pueblo, Procuraduría, Fiscalía y ante los delegados de la ONU para los derechos humanos. Las grandes inversiones de capital extranjero que tanto alaba el Presidente Santos tienen relación directa con lo que viene ocurriendo en la región.
Columna Alirio Torres y Compañías Víctor Saavedra y Alonso Cortés
BLOQUE OCCIDENTAL COMANDANTE ALFONSO CANO DE LAS FARC-EP
Montañas de Colombia, 18 de julio del 2014.
Fuente: http://farc-ep.co/?p=3494