Raúl Reyes propone a la UE borrar a las FARC de la lista de «grupos terroristas». En una carta al presidente de la Unión Europea y al mismo tiempo primer ministro de la república de Finlandia, el señor Matti Vanhanen, el jefe guerrillero de las FARC invita a este organismo europeo de encontrar caminos para la paz en Colombia. Al mismo tiempo rechaza la decisión de la UE del año 2002 de incorporar a la guerrilla en la lista de grupos terroristas. Subraya, el jefe insurgente, que su organización no realiza acciones armadas fuera de las fronteras de Colombia.
Primer ministro de Finlandia
Matti Vanhanen
Reciba de nuestro Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez y de todos sus mandos y combatientes nuestro saludo y a la vez desearle éxitos en su gestión que termina el 31 de diciembre del año en curso, para beneficio de los pueblos que hoy hacen parte de la Unión Europea.
El pasado mes de Junio, se cumplieron cuatro años de la inclusión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejercito del Pueblo [FARC-EP] en la lista de grupos terroristas por los Ministros de Relaciones Exteriores de los quince países de entonces.
Coincide este lamentable error con (el advenimiento) a la elección a la presidencia en nuestra Patria del señor Álvaro Uribe Vélez, con la promesa incumplida de devolverle la tranquilidad y la seguridad a la mayoría de los colombianos. Es incuestionable la utilización perversa de los diálogos de paz con el gobierno de Pastrana, satanizándolos con montajes provenientes de la ultraderecha colombiana y sus regidores en Washington, que empujaron a su ‘descredito mediático’ cerrando de un tajo la posibilidad de alcanzar la tan anhelada paz para todo los colombianos.
Han sido cuatro años sangrientos, acompañados de una enorme crisis social. Caracterizada por desapariciones, asesinatos, masacres, desplazamientos forzados, corrupción administrativa, narcotráfico, elecciones tramposas y la fabricación de leyes para legitimar la impunidad, es la presentación oficial del gobierno actual. Adornada con la falacia de unos supuestos diálogos con los grupos paramilitares del Estado, a la postre con el objetivo de legalizarlos y adoptar sus enormes riquezas provenientes del narcotráfico a la economía nacional.
Colombia no puede continuar condenada a la guerra permanente. Aceptamos la solidaridad de gobiernos sin condicionamientos ni chantajes, menos listas descalificadoras pretextando la supuesta lucha contra el terrorismo. Las FARC son producto de la guerra del Estado contra nuestro pueblo, también sujeto incuestionable en la salida dialogada del conflicto social y armado que hoy se desarrolla en Colombia por una paz duradera y con justicia social.
Nuestra lucha política es contra la oligarquía colombiana a causa de las inequidades sociales, económicas y políticas, y se desarrolla en Colombia. Por fuera de nuestras fronteras, única misión nuestra es establecer relaciones diplomáticas con todos los gobiernos del planeta, con sus partidos políticos y organizaciones sociales y populares. La mejor manera de ayudar en el objetivo de la paz de Colombia es conocer los dos rostros del conflicto.
Destacamos el interés de algunos países de la Unión Europea en coadyuvar para la búsqueda de caminos que conduzcan al intercambio de prisioneros, sistemáticamente torpedeado por el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez quien se obstina en negar las garantías solicitadas. Mientras nosotros persistimos en concretar la liberación de los prisioneros.
Raúl Reyes
Jefe de la Comisión Internacional de las FARC- EP
Montañas de Colombia, Julio de 2006