El desplazamiento forzado, los falsos positivos y el persistente asesinato de líderes sociales son las principales heridas abiertas del pueblo colombiano. Las heridas del pueblo colombiano no cicatrizan. Son heridas que están abiertas en el alma de millones de personas; permanecen vivas. Son heridas profundas, absolutamente, profundas. El dolor que produjo y produce la violencia […]
El desplazamiento forzado, los falsos positivos y el persistente asesinato de líderes sociales son las principales heridas abiertas del pueblo colombiano.
Las heridas del pueblo colombiano no cicatrizan. Son heridas que están abiertas en el alma de millones de personas; permanecen vivas. Son heridas profundas, absolutamente, profundas. El dolor que produjo y produce la violencia en el país no cesa todavía. La horrible noche de sufrimientos no ha pasado, a pesar de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y la exguerrilla de las FARC.