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La "papeleta" con el voto por la paz

Las hipótesis Constituyente y «Congresito»

Fuentes: Rebelión

Colombia entera se ha concentrado politicamente en las elecciones de sus autoridades locales, de alcaldes y gobernadores, lo que debe ocurrir el 25 de octubre. El tema de la paz estará presente, en ese sentido se ha planteado promover una «papeleta» votando la paz y terminación definitiva del conflicto social y armado. Es la vía […]

Colombia entera se ha concentrado politicamente en las elecciones de sus autoridades locales, de alcaldes y gobernadores, lo que debe ocurrir el 25 de octubre. El tema de la paz estará presente, en ese sentido se ha planteado promover una «papeleta» votando la paz y terminación definitiva del conflicto social y armado. Es la vía para derrotar los negociantes de la guerra, a Uribe y sus secuaces del Centro Demoniaco.

El debate sobre la hipótesis del «Congresito» o la Comisión legislativa especial y mixta que asumiría el asunto de la implementación de los consensos de la Mesa de diálogos de paz de La Habana, planteada por el Presidente Santos, su Ministro del Interior y sus voceros políticos de la U, no es más que el reflejo de los avances del trabajo de los delegados plenipotenciarios en el marco de la nueva metodología acordada recientemente para acelerar las conversaciones entre el Estado y las Farc.

Al tiempo con los desarrollos referidos al «fin del conflicto» (verdad, justicia, cese bilateral, seguridad, libertad de presos políticos, reforma del Estado y democratización de los medios), se dan los vinculados con la implementación, verificación y refrendación de todos los puntos acordados que contempla los mecanismos de implementación y verificación; el sistema de implementación, dándole especial importancia a las regiones; comisiones de seguimiento y verificación; mecanismos de resolución de diferencias que tendrán capacidad y poder de ejecución y estarán confirmadas por representante de las partes y de la sociedad según el caso; acompañamiento internacional; cronograma; presupuesto; herramienta de difusión y comunicación; y mecanismo de refrendación de los acuerdos.

Sobre la refrendación de las coincidencias generales, la delegación de la resistencia campesina y popular, ha planteado con claridad y coherencia la necesidad de convocar una Constituyente por la paz que se encargaría de darle vida y forma a las nuevas realidades políticas que surjan con el fin del conflicto. En ese sentido, ha surgido un importante y potente sujeto político del que hacen parte campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes, trabajadores, gestores culturales (como el Teatro La Candelaria), que por todo el país y varios sectores, desarrolla acciones, plenarios y encuentros, promoviendo la inserción de la multitud en los cambios más profundos del Estado y la sociedad en los términos de las reformas pactadas y por pactarse en las negociaciones de paz.

La idea postulada, -en alguna medida se vislumbra en la iniciativa presidencial del «Congresito» colocada para enriquecer el debate democrático-, es que el proceso de paz amplíe su legitimidad con otros referentes conceptuales y teóricos que vigoricen el débil imaginario popular, intoxicado por la pararetorica de la ultraderecha uribista y los medios de comunicación, que le son afines por las coincidencias en la defensa a ultranza del viejo establecimiento oligárquico.

Pero se requieren hechos más concretos. Aterrizados. Politizar la sociedad civil con el tema de la paz exige generar escenarios de experiencia que transformen la conciencia de la multitud.

Como quiera que toda la sociedad y el Estado estan pegados, en la coyuntura, a la agitación y el debate de la elección de las autoridades locales y regionales, lo que debe ocurrir el próximo 25 de octubre, se ha propuesto por varias agencias sociales y políticas la idea de movilizar a la ciudadanía con una «papeleta» o voto por la paz, como un acto simbólico, que recoja el apoyo mayoritario de los colombianos al fin del conflicto interno, que en los actuales momentos vive una especial circunstancia por la vigencia absoluta del desescalamiento y la tregua bilateral, luego que las Farc ordenara la suspensión de las hostilidades desde el pasado 20 de julio, y el Presidente Santos, su Ministro de Defensa y el Comandante del Ejército, General Alberto José Mejía, procedieran recíprocamente en el mismo sentido.

Una copiosa papeleta por la paz en las urnas el 25 de octubre será un contundente mensaje a los enemigos de la misma, representados por la ultraderecha uribista, su Centro Democrático y ciertos militares y paracolumnistas anticomunistas, que aun siguen filtrando información y absurdas ideas al caballista del Uberrimo, para que prosiga en sus labores de saboteo al proceso de paz.

Millones de votos por la paz en municipios y departamentos aceleraran la agonía de la ultraderecha fascista, y ampliaran la imaginación e inteligencia colectiva para determinar la ruta a seguir en los próximos meses, que en mi opinión personal, debe conducir a la convocatoria de una histórica Asamblea Constituyente encargada de construir la nueva Colombia sin guerra.

Vamos todos a votar la «papeleta» por la paz y contra la guerra.

Nota 1. La Unión Patriótica, heroica y martirizada expresión política de la resistencia campesina y revolucionaria, renace y hace presencia en la vida pública. Tiene sus listas y candidatos para las elecciones locales. Muchos líderes se han postulado para ser concejales, ediles, alcaldes, diputados y gobernadores. Hay nombres muy queridos, todos lo son por supuesto, destaco a Aida Avella y Alfonso Castillo, en Bogota. Igualmente a Laureano Monroy y Martha Pinzon, candidatos a ediles en la Localidad de Suba, la 10 de Bogota. Todo mi modesto apoyo a sus excelentes propuestas.

La UP también acompaña a nuestra candidata a la Alcaldía de Bogota, la Doctora Clara López, a quien las grandes encuestadoras de la Embajada gringa y la Cia (Datexco) quieren hacer desaparecer con estudios de opinión fraudulentos.

Nos quieren imponer como alcalde a Bolardo Peñalosa, el candidato de las losas y su robo descarado en la Avenida Caracas; a Pardo y sus grupos paramilitares, disfrazados de guardia parapolicial, el último invento del artífice del asalto a las Farc en la Uribe (1991) y de la guerra sucia contra la UP cuando fue Ministro Neoliberal de Defensa, época en que los militares acribillaron en las calles de Bogota a Manuel Cepeda y Miller Chacón; a Pacho Santos el del Bloque Capital y sus electro choques a los universitarios rebeldes.

Nota 2. Siguen los montajes del retrogrado Procurador Ordoñez. Ahora su arremetida es contra el POT de Bogota, contenido en el Decreto 364 del 2013, que elimino el Decreto 619 del año 2000, mediante el cual se adopto por el Alcalde Enrique Peñalosa, un Plan de Ordenamiento Territorial ultraneoliberal, que ha sido la herramienta privilegiada de las grandes inmobiliarias que tributan al Vicepresidente Vargas Lleras y su movimiento político. Con el POT de Peñalosa/Vargas Lleras, Bogota vio crecer la segregación social, la pobreza y la destrucción ecológica de la Sabana de Bogota. Petro, el actual Alcalde, ha dicho que convoca la movilización ciudadana para los próximos días contra la nueva alcaldada de Ordoñez.

Nota 3. Para quien lo merezca, felicitaciones por el proyecto, a punto de arrancar, para construir el Metro ligero de la Avenida 68 de Bogota, que ira entre la populosa Venecia y la calle 100 con séptima. Es la manera de ampliar el derecho a la movilidad de los capitalinos. Lo que sigue es que se inicien las obras de la Primera Línea del Metro, para impedir que Bolardo Peñalosa y su relleno fluido, lo enrede con sus «estudios» de última hora dizque para construir un esperpento aéreo. No mas estudios, dice la gente. Manos a la obra es el compromiso de Clara López.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.