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Las leyes de la guerra

Fuentes: Argenpress

Las guerras capitalistas modernas de ayer y de hoy, siempre han sido guiadas por la misma lógica del capital: Destruir Fuerzas Productivas sobrantes que se han tornado ineficientes o improductivas y despoblar, para luego repoblar y reconstruir con Relaciones Productivas más acordes con las exigencias del mercado. Quien abrigue alguna duda, puede iniciar el repaso […]


Las guerras capitalistas modernas de ayer y de hoy, siempre han sido guiadas por la misma lógica del capital: Destruir Fuerzas Productivas sobrantes que se han tornado ineficientes o improductivas y despoblar, para luego repoblar y reconstruir con Relaciones Productivas más acordes con las exigencias del mercado. Quien abrigue alguna duda, puede iniciar el repaso histórico con la primera guerra moderna que constituyó la llamada guerra civil de los EEUU, y continuar con las espantosas guerras mundiales que le siguieron a continuación: ¿Cual de esos países beligerantes a pesar de la inconmensurable destrucción en bienes y hombres, no se reconstruyó a partir de las ruinas y continuó su expansión desarrollista? ¿USA, Francia, Japón, Italia, Alemania, Inglaterra, España, etc, incluso Rusia, ¿no han servido para alimentar la mitología empresarial capitalista del invencible ave fénix surgido de las cenizas del ‘postconflicto’?

En Colombia durante los últimos 30 años, nos ha costado 4 millones de desplazados y cerca de 100 mil muertos el comprobar esta amarga realidad de la guerra: El Chocó, Urabá, las Costas Pacífica y Atlántica, la llanura Orinóquica y la selva Amazónica, en donde el latifundio improductivo ha tenido que ceder ante la presión del capital financiero para convertirse en alcancía especulativa del Narcotráfico, o en gigantescos cultivos para producir biocombustible (aceite de palma + alcohol de caña), que necesita la industria Transnacional del automóvil, preocupadísima por que con el cambio climático que ha producido con sus vehículos, el oso polar se va a extinguir.

¿Cultivos de pan coger o alimentos? No son posibles. Contra ellos está la guerra química y el glifosato ‘asperjado’. ¿Que entonces los campesinos y sus hijos mueren de hambre?. No importa, para eso está el doctor (médico) ministro de Salud, quien rebatirá la libreta de Norbey Quevedo con estadísticas del DANE, y confirmará que ‘no son tantas como se dice’ ¿Como se llama ese escupitajo a Hipócrates? ¿Donde lo graduaron de médico? Apuesto que hizo la carrera mientras recibía un ‘sueldito’ por cuidar la morgue del hospital universitario en Medellín. ¡Es que se le ve en la cara!

Pero la guerra común y corriente, prehistórica, histórica, premoderna y moderna, esa que desde que el hombre se convirtió en ‘Homo Sapiens’ ha asolado a la humanidad, solo tiene una suprema ley: Imponerle la voluntad al adversario.

Y en eso está ‘el gustador’ doctor (también médico) Luis Carlos Restrepo, a quien conocimos en su época de estudiante en la Universidad Nacional, almorzando con un pintadito y una empanadita en la hora vesperal de la cena; tratando de imponerle a la dirección del Ejército de Liberación Nacional (ELN) la voluntad (no del país) sino del Miniführer Uribe Vélez a quien dice representar, y tratando de recuperar su credibilidad ante la comunidad internacional con entrevistas a Telesur y El Tiempo ( 08. 04.07) y artículos de opinión (El Espectador 07.04.07), en donde le plantea el ‘quicio de la negociación’ a esa agrupación insurgente, que a todas luces es una solicitud de rendición. Leamos:

-‘Estamos dispuestos a desarrollar todos los temas de agenda del ELN, si eso se articula a un hecho de paz efectivo que no puede ser otro que el cese del hostilidades y la liberación de secuestrados. No podemos bajarnos de ahí. Lo que el país no aceptaría es que sigamos discutiendo de manera interminable mientras el ELN sigue secuestrando y se vincula cada vez más con el narcotráfico y expande sus estructuras militares

¿Cambio de fusiles por votos? -‘No podemos actuar con un marco distinto al que nos señala la Constitución. Los delitos de lesa humanidad no son amnistiables, para esos delitos tenemos la Ley de Justicia y Paz que ofrece beneficios especiales a quienes participen en un proceso de paz. Los del ELN no pueden pretender ser perdonados por delitos atroces.

Pero ellos han rechazado esa Ley…-‘Muy bueno que se inicie este debate en el país y que sectores muy críticos con el Gobierno en la aplicación de la Ley de Justicia y Paz a los paramilitares, nos digan si están de acuerdo con que amnistiemos los delitos atroces de la guerrilla.

En este momento no estamos pensando en una legislación nueva para el ELN, y lo debe entender. También tiene que contar su verdad. Infiltró la política en Arauca durante mucho tiempo, ha cometido asesinatos selectivos, masacres, secuestros…

Y según esto, ¿quiénes del Comando Central no podrían hacer política? – ‘No conozco las investigaciones en marcha, pero creo que ninguno’.

Y a continuación el jueguito: ‘El que se levante de la mesa pierde’

Muy pocos conocemos en su totalidad la actual realidad interna de la organización fundada por Camilo Torres. Algunos de sus amigos y ex militantes como León Valencia hablan sin especificar, de sus errores y de su decisión de privilegiar la política en lugar de la lucha militar. El Secretariado de las FARC en sus comunicados públicos al país y para explicar los enfrentamientos con algunos de sus frentes, hablan del proceso lento, gota a gota, de infiltración y descomposición de las principales estructuras político militares del (ELN) por parte de la Inteligencia Militar y los Narco Paramilitares, con quienes habrían hecho acuerdos para asesinar a sus comandantes. El Director del periódico Comunista Voz Carlos Lozano, denuncia en la edición actual que el (ELN) está asesinando a los miembros de su Partido desarmados, acusándolos tal y como lo hace el ejército colombiano de ser guerrilleros de las FARC. Otros analistas cercanos comentan diplomáticamente del ‘fraccionamiento de algunas cadenas de mando’.

En Fin, pueden haber muchas causas que han llevado a la dirección del (ELN) a aceptar precisamente en estos momentos, tirarle un salvavidas al gobierno del Miniführer Uribe Vélez, cuando está para desfondarse ante el auge de la creciente lucha unitaria de resistencia obrera y popular, que entre otras cosas está llevando al Vicepresidente Santos a serruchar la silla presidencial.

Pero lo que si queda claro a la luz pública actual, es que el poco tierno comisionado Restrepo, al hacer pública su imperiosa solicitud de rendición al (ELN), también debe tener no solo información privilegiada, sino sus razones de Estado. Por ejemplo que el (ELN) acepte la Ley de perdón y olvido hecha por y para los Narco Paramilitares.

Por eso hábilmente plantea su jueguito de que ‘quien se levante de la mesa pierde’, cuando está bien claro que es lo contrario: Quien apresuradamente le firme una rendición sin estar derrotado y acepte la voluntad que le impone el adversario, es quien pierde. No solo ante las leyes de la guerra, sino ante el pueblo Trabajador y ante la Historia, y ante ellos, tendrá que responder. ¿O es que de verdad si están derrotados?