Desde fines del 2005, el trabajador contratista con sus luchas instalaron en la discusión nacional el problema de la subcontratación. La clase patronal y sus políticos de la Concertación y la derecha, de contragolpe, aceleraron la discusión y sanción de una ley sobre la subcontratación y el trabajo transitorio que, al mismo tiempo que debía […]
Desde fines del 2005, el trabajador contratista con sus luchas instalaron en la discusión nacional el problema de la subcontratación. La clase patronal y sus políticos de la Concertación y la derecha, de contragolpe, aceleraron la discusión y sanción de una ley sobre la subcontratación y el trabajo transitorio que, al mismo tiempo que debía responder parcialmente a algunas demandas, lo que buscaba era consagrarlo. Así, desde el 14 de enero del 2007, rige la Ley de Trabajo en Régimen de Subcontratación y Empresas de Servicios Transitorios n° 20.123. Al mismo tiempo, los trabajadores contratistas reafirman el proceso de acumulación de fuerzas que con sus luchas y organización vienen conquistando, transformándose en una fuerza con peso propio de la clase trabajadora.
Los diferentes caminos a la precarización del trabajo
A nivel mundial, la clase patronal viene buscando ofensivamente precarizar el trabajo, para poder así aumentar todavía más sus ganancias a costa del sudor de la clase trabajadora. También en Chile la clase patronal, de la mano del gobierno de la Concertación y la Derecha, buscan flexibilizar las condiciones de trabajo, sobre todo de la juventud y la mujer trabajadora. Varios son los ejemplos de esto, que desde estas páginas venimos activamente denunciando:
A) Vienen planteando que quieren bajar el sueldo mínimo. Es decir, que no le alcanza con que ya sea miserable, buscan directamente extinguirlo B) Vienen planteando una serie de medidas para la juventud, como extender el Contrato de Aprendiz hasta los 25 años (actualmente es hasta los 21) porque como éste no estipula un sueldo mínimo, les pueden pagar a los jóvenes sólo el dinero de la locomoción, o nada, obteniendo así una mano de obra barata y calificada. C) Vienen buscando lograr pactos para profundizar la flexibilidad por empresa, ya que a nivel nacional no pueden avanzar como quieren. Es el intento del ex presidente de la Sofofa y CPC Juan Claro en diálogo con Arturo Martínez, de una certificación de calidad laboral donde la empresa se compromete a subir estándares laborales a cambio de que los trabajadores acepten un funcionamiento más flexible (es lo que llaman un certificado «ISO Laboral») D) Aunque no abandonan la idea de un pacto nacional por la profundización de la flexibilidad laboral, a cambio de algunas medidas de protección social, lo que se llamó «Flexi-seguridad», siguiendo el modelo de Dinamarca. Es decir, que se pacte un funcionamiento flexible total, pero asegurando seguros de cesantía mejorados, capacitación, etc.
La subcontratación es también una forma -tal vez la más privilegiada en esta época- que tiene la clase patronal de flexibilizar a la clase trabajadora. Ataca sus condiciones de vida, recorta sus salarios y sus beneficios, destruye o debilita la posibilidad de organización sindical, y sirve para dividir y crear «trabajadores de primera» y «trabajadores de segunda» categoría.
En el mundo se lucha contra la precarización
La precarización del trabajo está empezando a ser el centro de la lucha de los trabajadores en la defensa de sus derechos e intereses. Y esto es una tendencia mundial, -que en Chile es aún inicial- que puede verse claramente en la lucha de la juventud francesa en contra del Contrato de Primer Empleo, que hacía de la juventud trabajadora mano de obra barata y de segunda. Puede verse en la lucha de los trabajadores italianos, con su gran marcha del 4 de Noviembre en contra de la precarización. O en Argentina, con algunos sectores de trabajadores que luchan en contra de la tercerización. Puede verse incluso en Estados Unidos, en donde los inmigrantes -que son allí trabajadores de segunda- están saliendo a exigir mejores condiciones de trabajo y de vida. ¿Comienza Chile a ponerse a tono con la situación mundial? Es probable que sí. Los sectores más explotados de la clase trabajadora chilena vienen dando grandes muestras de organización y de lucha. Tal es el caso de la juventud trabajadora de los colegios industriales, que este año junto a los estudiantes secundarios, salió a exigir que sus prácticas sean remuneradas y que se los respete como trabajadores. Y es el caso también de los trabajadores contratistas del Cobre, que vienen acumulando fuerzas y han dado importantes demostraciones de esto durante todo el 2006, y que adelantan el camino para los trabajadores contratistas de otros sectores. Porque ahora, con la Ley de Subcontratación, se ha consagrado esta forma de producir trabajadores de segunda para toda la economía nacional.
La Ley de Subcontratación
Esta Ley busca consagrar esta forma de superexplotación de la clase patronal. Para hacerla aceptable, busca limar sus aristas más irritantes y abusivas. Busca regular dos formas de trabajo distintas, la externalización o subcontratación, y el trabajo transitorio o temporal. Ambos, a pesar de ser distintos, están unidos por precarizar el trabajo. Esta regulación, entre otras medidas, pretende: 1) que la empresa mandante asuma un rol más activo en verificar las obligaciones laborales de la empresa contratista y subcontratista, en materia de derechos laborales, higiene y seguridad, haciéndose responsable solidaria -es decir: si la empresa contratista no cumple, el trabajador podrá demandar en tribunales a la empresa principal. 2) Que las Empresas de Servicios Transitorios (EST) se inscriban en un Registro de la Dirección de Trabajo y abonen una garantía (para cubrir sueldos y previsión) que en caso de incumplimiento con sus trabajadores cubra ese vacío no dejando desprotegidos a los trabajadores. 3) Que en esta inscripción conste que ese es su único giro, para evitar simulación de verdadero empleador. 4) Que permita controlar que la contratación no es permanente si no que es, como se declara, transitoria. 5) aumentar la protección al trabajador en materia de Seguridad e Higiene (estableciendo Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, Reglamento Especial para Empresas Contratistas y Subcontratistas, Comités Paritarios de Faena, Departamentos de Prevención de Riesgos de Faena). Un resultado general, es que al hacer solidaria a la empresa, según las autoridades, se fomentaría la contratación directa en detrimento de la externalización o subcontratación. La dirección oficial de la CUT, el co-gobierno del PS de Arturo Martínez y el PC, denuncia dos hechos principales: Uno, que la Dirección del Trabajo no tendría capacidad suficiente para fiscalizar el cumplimiento de la normativa. Dos, que faltó legislar sobre el concepto de empresa, por lo que se permitiría seguir funcionando con muchas razones sociales una empresa, lo que permite abusos varios, como el impedir la organización sindical, despidos abusivos, etc. Lo cierto es que esta Ley, lo que hace es consagrar, haciéndolo más «amable», esta forma de funcionamiento del trabajo. Estabiliza y permite que se profundice la subcontratación. La subcontratación podrá extenderse. El plan patronal de avanzar a un «Chile precario» que comenzamos a plantear en CcC n° 101, podrá ir avanzando. La tarea es eliminar la subcontratación. Porque es posible eliminarla. No tiene una función económica necesaria. Es sólo parea aumentar las ganancias de la clase patronal. Esto lo reconoce el mismo diario patronal «El Mercurio»: «que las personas subcontratadas obtienen por tareas similares salarios inferiores a las que están contratadas» (Editorial, 16/1/2007). Esto no va a cambiar: «La equiparación salarial finalmente quedará como mitología. Se pensaba que los sueldos podrían igualarse a los trabajadores de planta de cualquier empresa. En ese sentido, Pumarino, asesor jurídico del Ministerio de Trabajo, recalca que no tiene nada que ver. El objetivo de la ley es que haya regulación y transparencia en las relaciones laborales» (La Nación, 15/1/207). Así que esto es parte de lo esencial de lo que se mantiene. Y de esta manera, es que se consagra la existencia de trabajadores de primera y de segunda. La Concertación, junto con la derecha, le ha hecho entonces un gran favor a la clase patronal. La dirección oficial de la CUT, nada dice de esto. Es necesario organizarse para desplazar a la dirección oficial de la CUT y su política de diálogo social, y recuperar como herramienta para la defensa de nuestros derechos e intereses sin depositar ninguna confianza en los políticos patronales de la Concertación y la derecha. La lucha contra la precarización del trabajo sigue planteada. Los trabajadores contratistas serán sus principales protagonistas.
Las luchas de los trabajadores contratistas en el 2006
4 de Enero. Se inicia un paro indefinido de la Coordinadora Nacional de Trabajadores Contratistas, los principales adherentes son las divisiones Andina y El Teniente. Por varios días la paralización es casi total. Cientos de trabajadores de El Teniente hacen de la plaza central de Rancagua su centro de batalla. Más de 2.000 trabajadores se toman la carretera 5 Sur exigiendo un bono de $500.000 por los altísimos precios del Cobre. Cristian Cuevas, uno de los dirigentes principales de la Coordinadora declaraba «sabemos que éste es un momento histórico para negociar la subcontratación». La precaridad del trabajo empieza a ser cuestionada.
6 de Enero. El gobierno de la Concertación, junto a la Derecha, estudia relanzar un proyecto de ley dormido en el Parlamento, que «regule» la subcontratación. Tenían que responder ante los contratistas movilizados, ¿y cómo lo hicieron? Cambiando algo para que nada cambie.
9 de Febrero. Se logra un acuerdo que pone fin a la huelga. El gobierno se compromete a aplicar una Ley de Subcontratación y Suministro, pero se niega a entregar el bono que los trabajadores pedían. El ánimo entre los contratistas no es de triunfo, pero tampoco de derrota. Se establece una mesa de negociación permanente entre los contratistas, el gobierno y las privadas.
2 de Marzo. Se genera una nueva protesta en El Teniente por la muerte de dos mineros al caérseles una plancha encima, los contratistas muestran las pésimas condiciones de seguridad a las que están sometidos en las minas.
15 de Marzo. Una empresa contratista de Codelco, CMS declara la huelga con un 100% de adhesión. 296 trabajadores piden un aumento de un 4% de sueldo, entre otros beneficios. Se toman la inspección del trabajo para presionar al gobierno. Clase Contra Clase declaraba «¡Hagamos como en Enero!».
6 de Abril. Se prepara el V Congreso de la Coordinadora Nacional de Trabajadores Contratistas en Caldera, cuestionan la subcontratación y exigen estabilidad laboral.
27 de Abril. La Coordinadora exige el retiro del Proyecto de Ley sobre Subcontratación y Suministro, pidiendo que se elabore uno «alternativo» que sea discutido con los trabajadores mismos. Exige además el pago del bono de $500.000.
29 de Abril. Una vez terminada la huelga de CMS, despiden a varios trabajadores que adhirieron a la huelga. La Coordinadora se pronuncia en contra de estos despidos, pero la impunidad patronal quiere hacerse sentir. Clase Contra Clase declaraba «¡Por el derecho efectivo a la huelga para todos los trabajadores!».
12 de Mayo. Los contratistas anuncian una gran marcha para el 21 de Mayo en Valparaíso, para mostrar su rechazo a la ley y exigir que «a igual trabajo, corresponda igual salario». Esta exigencia es tremendamente legítima, y es además un indicador de este proceso que la clase trabajadora, y en especial sus sectores más explotados, ha comenzado a recorrer: el proceso de la recomposición de sus fuerzas.
20 de Mayo. En Codelco Norte se rompe la mesa de diálogo de los trabajadores y las empresas contratistas de El Loa porque éstos se niegan a llegar a un acuerdo. Comienza el proceso de preparación de las negociaciones colectivas. Los contratistas amenazan con nuevas movilizaciones.
29 de Junio. La Coordinadora denuncia prácticas anti-sindicales y abusos laborales. «Los contratistas dicen seguir en estado de alerta» (El Mercurio de Calama).
19 de Julio. Amenazas de nuevas movilizaciones sino se cumplen los acuerdos con el gobierno.
3 de Agosto. Los trabajadores de la empresa Tecno Conservi, junto a la Coordinadora, demandan a dicha empresa por el despido de 183 trabajadores, algunos de ellos dirigentes sindicales con fuero, y amenazan con irse a huelga.
7 de Agosto. Trabajadores contratistas emplazan a Bachelet en un acto público en Rancagua. El Ministro Osvaldo Andrade se compromete a realizar gestiones en Codelco y promete asistir al próximo Encuentro de la Coordinadora. Y aquí es donde está uno de los límites más grandes que tiene a nuestro modo de ver la lucha de los trabajadores contratistas: que sus dirigentes como Danilo Jorquera del PC, siempre confían en que algún político patronal va a solucionar los problemas de los trabajadores. Pero ¿puede Osvaldo Andrade, que fue quien avaló la ley que regula la subcontratación consagrándola -y no terminando con ella- defender genuinamente a los trabajadores? ¿Pueden éstos políticos patronales que son los que quieren precarizar a la clase trabajadora defender nuestros derechos y nuestros intereses? No, todo lo contrario. Van a intentar atacar a la clase trabajadora por todos los medios posibles, y es por ello que la confianza del PC y de sus dirigentes en estos políticos es poner a los trabajadores de la mano de sus verdugos los patrones.
10 de Agosto. Los trabajadores de la empresa Hertz en El Loa, declaran la huelga. La Coordinadora se prepara para las distintas negociaciones colectivas en las distintas empresas. Clase Contra Clase declaraba «¡Hagamos que coincidan las negociaciones colectivas en el tiempo, para que todos los trabajadores contratistas y de planta, puedan negociar al mismo tiempo con el gobierno y con las empresas, duplicando las fuerzas del trabajador, y buscando así la unidad con el resto de los trabajadores!»
Agosto. Trabajadores contratistas de Minera Escondida declararon estar dispuestos a paralizar para sumarse a la huelga de los trabajadores permanentes y su sindicato. La dirección del sindicato declinó el ofrecimiento, atrasando (como mínimo) la necesidad de que se unifiquen los trabajadores contratistas y los permanentes.
17 de Agosto. En Calama exigen un tribunal laboral y amenazan con nuevas movilizaciones.
23 de Agosto. Danilo Jorquera emite una declaración diciendo que la Ley de Subcontratación es un «avance» (!) significativo. Sí -decimos nosotros- una avance significativo en el camino de precarizar al trabajador.
7 de Septiembre. Se realiza en Calama el 2° Ampliado Laboral en la Caja de Compensación de Los Andes, en él se establece: 1) Exigir tarifado por rama. 2) Definir el concepto de empresa en la Ley de Subcontratación. 3) Clarificar los procesos de internalización y el pago de los años de servicio. 4) Propiciar una reforma al Código Laboral. 5) Constituir una Federación de Trabajadores Contratistas.
13 de Septiembre. Los contratistas declaran que no reemplazarán a los mineros de planta de Andina en caso de que se vayan a huelga. Esta muestra de solidaridad era el primer paso para establecer una relación de unidad entre los contratistas y los de planta, pero Cristian Cuevas, otro de los dirigentes principales de la Coordinadora declaraba días más tarde «en ningún caso se ha mencionado siquiera la posibilidad de solidarizar con los trabajadores de planta» (El Mostrador -20/09/06).
20 de Septiembre. La Coordinadora se adhiere al «paro social» en Antofagasta, Calama, El Salvador, Ventanas, Rancagua y Los Andes.
23 de Octubre. Insitu, la empresa contratista más grande de todas, declara la huelga.
26 de Octubre. Central Restaurantes Aramark, la empresa encargada de la limpieza y la alimentación, cuyas trabajadoras son en su mayoría mujeres, declara la huelga.
1 de Noviembre. Comienza el Congreso de Trabajadores Contratistas de Calama, se exige nuevamente un tribunal laboral.
9 de Noviembre. Los trabajadores de toda la división Andina de Codelco realizan un Paro de Advertencia, con varias manifestaciones y la toma del camino que va a Mendoza.
13 de Noviembre. Despiden a 30 trabajadores que habían adherido al Paro de Advertencia en Andina. La Coordinadora exige que sean reincorporados o de lo contrario llamarán a un paro indefinido en todas las divisiones.
14 de Noviembre. Las trabajadores y los trabajadores de Central Restaurantes bloquean el acceso a El Teniente. Al mismo tiempo, más de 1.000 trabajadores de la minera Los Pelambres piden un 30% de aumento salarial
11 enero 2007. El secretario de la Coordinadora declaró que «si 2006 fue el año de los pingüinos, el 2007 será de los trabajadores contratistas».
Este recuento de luchas y declaraciones de los trabajadores contratistas, mineros y principalmente de Codelco, es una muestra de las tendencias a un nuevo despertar de los trabajadores, que desde Clase contra Clase planteamos a propósito de la huelga minería de los trabajadores de Escondida en agosto de 2006 (ver CcC n° 98). Es necesario que luchemos para extenderla al resto de los trabajadores contratistas de otras empresas y sectores, como la industria salmonera con fuerte peso de la subcontratación, y otro sector estratégico de la economía nacional. Para esto deberemos luchar unitariamente por organizar a todos los trabajadores contratistas, por elaborar un Pliego Unico de Reclamos de todos los trabajadores contratistas, con eje en la lucha por «a igual trabajo igual salario» y «pase a planta permanente», por unir las luchas de los contratistas con los trabajadores permanentes de planta. Estas luchas no podremos llevarlas adelante confiando en los políticos patronales de la Concertación y la derecha, como lo hacen las direcciones oficiales mayoritarias, principalmente de la Concertación y el PC, por lo que es necesario organizarnos para desplazarlos de nuestra organización, haciendo de la Coordinadora y las organizaciones que construyamos, herramientas para la lucha por nuestros derechos e intereses.