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Las malas intenciones del infierno

Fuentes: Caracol de agua

Hace algún tiempo circuló en Internet un texto apócrifo que enemigos de la Revolución Cubana atribuyeron a mi autoría, incluso robaron mi identidad y jaquearon una cuenta de correo para tratar de demostrar las dobleces para los que se presta una conexión on line desde cualquier lugar del mundo. Es lamentable que sucedan hechos como […]

Hace algún tiempo circuló en Internet un texto apócrifo que enemigos de la Revolución Cubana atribuyeron a mi autoría, incluso robaron mi identidad y jaquearon una cuenta de correo para tratar de demostrar las dobleces para los que se presta una conexión on line desde cualquier lugar del mundo.

Es lamentable que sucedan hechos como estos, si sabemos los usos de la red, sobre todo contra Cuba, país bloqueado por Estados Unidos, con una carga enorme de problemas económicos.

Implicar a una persona de ética probada y consciente de su compromiso con la Revolución en un acto de disidencia es un arma sucia.

Señalar en el «texto» las debilidades del «Sistema de Educación Superior en Cuba«, sobre todo las relacionadas con las «pruebas de ingreso de este último año, culpando a Fidel y Raúl Castro» de la cantidad de suspensos de la primera convocatoria es contraproducente e irrelevante.

Nuestros problemas los resolvemos entre cubanos, de afuera y adentro, sin necesidad de circular correos para dañar a otros y esconder la verdadera identidad de personas ocultas tras mezquindades, como lo han hecho recientemente contra uno de nuestros mayores intelectuales : Roberto Fernández Retamar, a quien le atribuyen dos textos: «Crisis de valores en Cuba» y «Los caminos del infierno«, usados como ardid para descalificar la obra de la Revolución Cubana.

Ya lo dijo OluOguibe: «Es cada vez más evidente que cuando conectamos, nos volvemos parte de un etnopaisaje, lo que se podría llamar un redpaisaje o ciberpaisaje en el que la información y los individuos circulan y se unen en una nueva comunidad». Pero la entrada a esa comunidad, está necesitada de un tipo de activismo que aspire a generar una cultura de la sensibilidad y la responsabilidad dentro de la Red.

Ocultarse en lás máscaras de la amoralidad para promover cualquier tipo de vandalismo, como el robo de identidades, o circular textos para dañar un proceso, una persona o una sociedad, cualquiera que sea, reclaman una ética urgente en los usos de la Red.

Según el autor citado, criterio que comparto: «Esta es un área en la que los artistas y otros profesionales de la cultura podrían desempeñar un útil papel que sería un corolario de su tradición en la sociedad regular». No sólo se trata de inyectar un espíritu crítico en defensa de los valores en los que uno cree, sino de defenderlos con osadía, siempre con la verdad como bandera.

En lo personal, trataron de convertirme en un cordero, para llenarse con mi sangre y complacer a los enemigos de Cuba; pero se equivocaron, la obra de un hombre vale por sus actos y su probada moral ante la vida.

Reconozco que el sol brilla y tiene manchas, no tengo razones para ser un malagradecido que olvida su origen labriego y hoy es un profesional con todos los honores, en una isla que todavía espera los milagros de un Platón o un Campanella, pero se empeña en conseguirlos.

Todas las malas intenciones están explicadas, y gracias a la dignidad plena del hombre, que reina por estos lares, la vida de un ser honesto fue defendida por las instituciones de la Revolución como lo quiso José Martí; la colocaron a la altura de las palmas. En Cuba la justicia no está olvidada, ni nunca será olvidada. Gracias a mis enemigos por saber que los espero al otro lado con las ideas sobre el fusil.

Fotografía:
1. Caricatura sobre mercenarios al servicios del imperialismo yanqui.

Fuente: http://caracoldeagua-arnoldo.blogspot.com/2010/06/las-malas-intenciones-del-infierno.html