«la exclusión como modelo la pueden seguir aplicando, pero los excluidos del voto, están dispuestos a ejercer su capacidad de presión en los lugares que lo estimen conveniente y sin pedir ningún permiso». La gran virtud de movimiento estudiantil y de quienes han apoyado sus estrategias, es obligar tanto a la derecha como a […]
«la exclusión como modelo la pueden seguir aplicando, pero los excluidos del voto, están dispuestos a ejercer su capacidad de presión en los lugares que lo estimen conveniente y sin pedir ningún permiso».
La gran virtud de movimiento estudiantil y de quienes han apoyado sus estrategias, es obligar tanto a la derecha como a la concertación a reconocer su incapacidad para solucionar los temas de fondo en educación -no hay ni habrá voluntad política- porque los intereses individuales y de conjunto son transversales, es decir, el negocio de la educación da con holgura para aliancistas, concertacionistas, integrantes de Chile Primero, Partido Regionalista y pequeños feudos de la izquierda pudiente.
Desde el momento en que la comisión nombrada por la presidenta con el objetivo de sortear la crisis de la educación quedara estancada, el camino de las concesiones quedó abierto, así lo entendió perfectamente la alianza conservadora coronando su intervención con un acuerdo educacional que en ningún caso es una derrota para sus intereses. Las razones no son difíciles de sopesar, cuando se analizan ciertos aspectos del documento en discusión.
El derecho a la educación en el nuevo articulado se consagra, es cierto, a diferencia de la LOCE, pero no existe ninguna institución o herramienta que custodie dicho derecho, por tanto es letra muerta.
El lucro como motor de la enseñanza se mantiene, consagrando la competencia entre los municipios y los colegios particulares subvencionados por los recursos estatales. El Estado, sigue cumpliendo entonces su acción subsidiaria y en el mejor de los casos, puede ejercer la facultad de corregir los abusos del mercado de la oferta y la demanda de la educación, para ello usa los subterfugios de mínimas exigencias como las transformaciones de las figuras jurídicas de los sostenedores privados, por las así llamadas «fundaciones sin fines de lucro» acompañadas de organismos espectrales como las superintendencias, tan útiles para la educación como los botones de pánico, para el control de los delitos.
Desde esa perspectiva, la Ley General de Educación, es un saludo a la bandera; y los jóvenes, profesores y apoderados lo han entendido así.
De ahí las reacciones dignas de manual, expresadas por diversos personeros públicos, el empresario Sebastián Piñera, tiene dos intervenciones para reflexionarlas, porque lo delatan de cuerpo entero: » Después de semanas de paros, piedras, violencia encapuchados y bombas molotov, quiero aprovechar de dar una simple recomendación de sentido común: si queremos de verdad mejorar la calidad de nuestra educación, ¡los profesores a enseñar y los alumnos a estudiar! » 24/06/08
Sentido común, a qué apela dicho sentido en este caso, al viejo y universal orden establecido, la concatenación simbólica del argumento dice: Se dan cuenta, los paros son eso «Piedras, encapuchados y molotov» frente a eso la «recomendación» o sea, YO, desde mi lugar de superioridad sugiero, aunque suene a ORDENO volver a los empleados a sus lugares de producción.
De las razones esbozadas por los otros ni una sola palabra, ni un solo argumento, simplemente exponer la vieja contradicción de orden o caos.
Si embargo, para que la subjetividad no se transforme en odiosa y bajo el fragor de las discusiones, el PRE-candidato aliancista, expuso una de sus brillantes ideas, para salir de la encerrona en que se encontraba el proyecto educacional «El Estado financiará un sistema de educación pluralista y gratuito, que asegure el acceso a toda la población y que promueva la inclusión social , de acuerdo a la ley y a los derechos garantizados por la Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes.
Este sistema de educación será de naturaleza mixta , incluyendo tanto la educación pública como la particular subvencionada, correspondiendo a los padres y apoderados la libertad de elegir la modalidad preferida para sus hijos o educandos». (Declaración pública en diversos medios 15/06/08)
Es decir, profundizar al extremo lo que existe, ante la crisis educacional que se gesta desde el proceso de municipalización en dictadura y se profundiza por la Reforma educacional, bajo el gobierno del presidente Freí, el señor Piñera, saca su manual de corta palos de la escuela de Chicago y nos dice, la solución es ubicar en un mismo escalafón a la educación pública y particular subvencionada, cuando se trata de los fondos del Estado.
O sea, usemos el mismo modelo del tranSantiago para la educación, con la salvedad que como padres (apoderados) puede contar con la módica suma de treinta mil pesos, para regodearse en el mercado educacional, porque su hijo e hija tiene un valor establecido y es deber de los establecimientos obtener nuevos clientes y de los padres sacar el mayor provecho de la subvención asignada tan generosamente.
Y en el peor de los casos si hay algo del colegio escogido que dejó de agradarlo, lo cambia, el mercado es abierto y flexible, claro para el señor Piñera y sus expertos en educación, seguramente el concepto de comunidad educativa, no significa nada, los conceptos de apego, proceso, motivación no significan nada, porque lo que cuenta es el producto.
En virtud de esa lógica, escuchamos a expertos argumentar con los bonos de productividad con reconocimientos como: el profesor del mes, el educador del año y con criterios como de cuarenta estudiantes ¿Cuántos suman y restan? ¿Cuántos leen? ¿Cuántos repiten curso? Etc.
Se restringe la educación a índices de resultados, que en el largo plazo no significan gran cosa. La obesidad en niños y adolescentes sigue siendo un problema, la soledad, la incomunicación familiar; las depresiones infantiles y juveniles, son un fenómeno creciente, los niveles de violencia e intolerancia han aumentado, la valorización de la diferencia y de los derechos de los otros, sigue siendo un tema pendiente.
La ministra Mónica Jiménez, obviamente tuvo que referirse a las movilizaciones y explicarse públicamente a sí misma las razones, sus respuestas representan el sentir de la clase política y en eso las diferencias con la titular anterior son siderales, el mensaje a los «honorables» del congreso es directo «sigamos adelante» los que hoy están entorpeciendo el acuerdo firmado -no tienen real importancia- los primeros no votan, ni están interesados en votar, por tanto, su presión real sobre sus cabezas es mínima, los segundos están marginados por el propio sistema y no tenemos ninguna necesidad de rendirles ninguna explicación.
«Creo que hay dos tipos de personas que están movilizándose. Uno son los jóvenes que no están inscritos en los registros electorales y que no se sienten interpretados por el Parlamento porque ellos no los votaron, y los otros son los grupos de partidos que no tienen representación en el congreso y por lo tanto están marginados por el sistema binominal» (15/06/08 declaración en Radio Cooperativa)
El desalojo social, como modelo de la tesis de Allamand
Si hay un elemento que ha caracterizado los años de la concertación, es en primer lugar el consenso como lugar común. Desde esa perspectiva los movimientos sociales, en todas sus dimensiones se auto limitaron a exigir únicamente lo que en ningún caso, molestara al empresariado.
Ante la porfía de ciertos estamentos, la actuación gubernamental ha sido el descrédito, criminalización, silencio y en último término el desalojo, como estamento simbólico de una alianza, entre cúpulas.
La imagen de los estudiantes y profesores desalojados del congreso en Valparaíso, es sin lugar a dudas, la gran metáfora del Chile post-dictatorial, los movimientos sociales, los trabajadores etc. Excluidos del debate, utilizados como público, en un partido FOME, donde quienes se auto atribuyen el derecho de las decisiones, se esconden en la institucionalidad dictatorial, pontificada y auspiciada por la firma del ex-presidente Ricardo Lagos.
Para unos y otros, el movimiento social en todas sus expresiones, no podía ejercer un papel fundamental en el nuevo engranaje político actual, lamentablemente para los ingenieros políticos que idearon este modo de gobernar, los jóvenes hicieron estallar dicha plataforma, tanto así que incluso en la cuestionada comisión para discutir los temas de la educación su presencia, era considerada sobrevalorada, como lo fundamenta Carolina Velasco,(Experta en el tema educacional de LyD) al referirse a las trabas que surgían para aceptar la idea de legislar y por supuesto en cuanto a la actitud de los estudiantes en el nuevo contexto, en estas palabras queda plasmado lo que un sector de la alianza, piensa del espacio cedido a los jóvenes «No olvidemos que en el primero, estuvo representada la opinión de todos los estamentos, actores y sectores relacionados con la educación, incluyendo una fuerte y sobre representada presencia estudiantil. Además, en la segunda instancia, el mismo diputado que después desconoció el acuerdo, fue quien participó en las reuniones y que luego su propio partido firmó el acuerdo» (LyD 16/06 08)
Harold Bayer, coordinador académico del Centro de estudios públicos, por otro lado vaticinaba, que a diferencia de la primera gran movilización de los estudiantes donde no existía:»un proyecto consensuado por fuerzas políticas. Si uno mira el contexto general, las iniciativas son consistentes y resuelven gran parte de las demandas» (25/04/08) las movilizaciones tenderían a disminuir rápidamente, por lo visto el señor Bayer, aprendió poco del conflicto anterior o los investigadores de la derecha, no quieren asumir un hecho que pareciera insignificante para algunos, pero de radical importancia para otros, la exclusión como modelo la pueden seguir aplicando, pero los excluidos del voto, están dispuestos a ejercer su capacidad de presión en los lugares que lo estimen conveniente y sin pedir ningún permiso.
La Santa Alianza
El gobierno, ante la arremetida estudiantil y de los profesores, extendió toda su estrategia, desde generar focos de división entre los estudiantes, usar la amenaza directa y por supuesto la represión en las calles.
De hecho en una medida histórica, la ministra Jiménez, estuvo acompañada por Pablo Zalaquett, Alcalde derechista en la comuna de la Florida y presidente de la comisión de educación de la asociación chilena de municipalidades, escoltada por uno de los nuevos «chiches» de la alianza, se permitió decir que «N o hay razones para convocar este tipo de movilizaciones y que, por lo tanto, se aplicará ley y no se entregarán las subvenciones correspondientes a los municipios y sostenedores que hayan apoyado la paralización».
Pablo Zalaquett, en un tono igual de amenazante aseguró «que no se va a aceptar que los establecimientos extiendan la jornada en una hora, sino que se recuperará cada uno de los días perdidos».
Pero no solo eso, la ministra afirmó «Está perfectamente identificado desde el Ministerio del Interior cual ha sido el comportamiento de los alcaldes y de los sostenedores en general respecto al paro».
Al más puro estilo Thatcher, la señora Mónica Jiménez, continuó con su alocución sentenciando «Como nosotros hemos considerado que el paro es ilegítimo, que la huelga es ilegítima, que las tomas son ilegítimas, porque no hay ningún motivo para tomas, paros o huelgas…» Vale decir, que desde este momento y a juicio de tan honorable ciudadana, las movilizaciones de cualquier tipo y en especial en educación, pasarán por un organismo censor, al parecer ubicado en el Ministerio del Interior, que evaluará previos «informes técnicos» si una movilización es legítima o en realidad no existen motivos aparentes que la acojan.
¡Sorprendente! Me atrevería a decir que es una de las iniciativas más valiosas que chileno alguno haya podido escuchar; y nuestra generación ha tenido el privilegio de hacerlo, debe ser porque la señora es académica y fue rectora de una universidad, nivel superior ¡A todas luces!
Si es así, entonces estamos frente a un nuevo fondo de apoyo a las organizaciones sociales, de seguro se abrirán períodos de proyectos, por tanto, las movilizaciones de diversa índole tendrán que acostumbrarse a respetar las bases o quedarán fuera de los financiamientos concursables y se arriesgan a que se les aplique todo el rigor de la ley, por creerlas innecesarias y carentes de todo fundamento.
La clase política, con sus actuaciones recientes, se acercan peligrosamente a una camino del cual las consecuencias, no son medibles en el corto plazo, la falta de legitimidad a pesar del voto, el uso indiscriminado de la fuerza con los jóvenes y los movimientos sociales en general: Mapuches, deudores, trabajadores etc. obligan a los afectados a buscar diversos modos de auto-defensa, tanto judiciales, personales o grupales preparando el escenario para una escalada de violencia o en el mejor de los casos para el modelo, el surgimiento de grupos de presión capaces de encausar, el sin fin de vacíos y heridos que el modelo económico y político ha generado.
Omar Cid (Centro de Estudios Francisco de Bilbao)