Compañeras invitadas internacionales y hermanas Colombianas, combatientes de las causas justas, en algún momento de sus vidas con las armas, hoy con la más efectiva herramienta que poseemos las mujeres: nuestra palabra e inquebrantable decisión de lucha. !Bienvenidas a este intercambio de saberes y sueños! · Las mujeres colombianas y las mujeres de todas las […]
Compañeras invitadas internacionales y hermanas Colombianas, combatientes de las causas justas, en algún momento de sus vidas con las armas, hoy con la más efectiva herramienta que poseemos las mujeres: nuestra palabra e inquebrantable decisión de lucha. !Bienvenidas a este intercambio de saberes y sueños!
· Las mujeres colombianas y las mujeres de todas las latitudes y regiones, a lo largo de la historia de la humanidad, hemos estado vinculadas de diversas maneras a fuerzas insurgentes, movimientos sociales, ejércitos y grupos armados, a través de los cuales hemos defendido el derecho a vivir en sociedades libres, justas, democráticas e incluyentes.
· Aunque la historia nunca ha reconocido plenamente la participación de las mujeres en las luchas emancipadoras, tampoco se ha podido ocultar nuestro papel imprescindible. Las mujeres como sujetos políticos activos y conscientes de las transformaciones, ganan mayor protagonismo día a día. Nuevas profundizaciones de la historia han reconocido nuestro compromiso ideológico, el objetivo político de nuestras decisiones y nuestro heroísmo enfrentando al enemigo de clase.
· Las mujeres que integramos las FARC-EP, lo hacemos con apego a nuestras convicciones políticas que nos motivan a luchar para transformar las condiciones de pobreza y discriminación en las que viven la mayoría de personas en nuestro país. Creemos necesario remover los obstáculos estructurales que impiden el desarrollo humano, y alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, y del conjunto de la sociedad, que son las promesas fallidas de esta democracia.
· Las y los integrantes de las FARC-EP hemos asumido este diálogo para alcanzar la paz que el pueblo colombiano se merece, bajo el supuesto de que esta no es el simple proceso de dejación de las armas y cese al fuego bilateral. La paz debe ser el reflejo de una sociedad justa y equitativa que incluya a toda la ciudadanía, sobre todo a quienes hemos sido excluidas y excluidos del desarrollo y de los más elementales derechos humanos. La paz requiere de la participación plena de las mujeres en todas las etapas de diseño, firma, implementación y monitoreo de los acuerdos.
· Para nosotras, las mujeres de las FARC-EP, la paz significa la materialización de sueños colectivos e individuales. En el nuevo movimiento al que hagamos tránsito con ocasión del fin del conflicto, las mujeres de las FARC-EP participaremos con los mismos derechos y deberes de nuestros camaradas. Tenemos la plena convicción de que en la Colombia del futuro, las mujeres seremos protagonistas determinantes.
· Por todo lo anterior, consideramos sumamente importante aprender de las lecciones de otros procesos. De allí que esta oportunidad de compartir con todas ustedes, tenga verdaderas dimensiones históricas. Queremos que nos transmitan las conquistas y falencias de sus respectivas experiencias, las consecuencias que para sus pueblos representaron los acuerdos alcanzados en distintos momentos, y la particular visión que ustedes como mujeres tienen de la paz.
· Estamos seguras de que nuestra experiencia es un aporte para la construcción de un país mejor para todas las mujeres colombianas y todo nuestro pueblo. Lo haremos en homenaje a todas nuestras heroínas que entregaron sus vidas en esta lucha, a nuestras camaradas que resisten con dignidad desde las cárceles, a las mujeres víctimas del conflicto y a todas nuestras compatriotas que desde la resistencia diaria en los movimientos sociales construyen alternativas de país.
· ¡Queremos que en una Colombia Nueva todas las mujeres nos sintamos felices, reconocidas y emancipadas! ¡Contamos con la contribución de todas ustedes!!
· ¡¡Bienvenidas y muchas gracias!!