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Las PYMES y la reforma del modelo cubano: ayúdame que yo te ayudaré

Fuentes: El Estado como tal (Blog)

Las medidas anunciadas el pasado 16 de julio reactivan la relegada discusión sobre la función de la pequeña y la mediana empresa (PYMES) en el desarrollo nacional.

A diferencia de momentos anteriores en que las PYMES parecían estar circunscritas al sector privado, ahora se habla del establecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas (MYPYMES) que pudieran ser privadas, estatales y mixtas.

El documento de la “Conceptualización” aprobado en 2017 –uno de los textos guías de la transformación del modelo- reconoció que las personas naturales cubanas podrían constituir “empresas privadas de mediana, pequeña y micro escalas”. Por otra parte, la “Conceptualización” no estableció criterios de escala respecto a las empresas estatales. Es decir, la MYPYME estatal es un elemento nuevo que anteriormente no estaba explícitamente considerada en el modelo.

¿Hacia una visión pragmática del sector privado nacional?

Desde hace años, el modelo cubano ha adoptado una visión pragmática respecto al sector privado extranjero. Oficialmente se ha afirmado que la inversión extranjera no es un complemento, sino “un elemento fundamental de nuestro desarrollo”. (1)

Desde principios de 2019 se había declarado que el sector no estatal nacional se concibe oficialmente “como un actor económico importante, un actor económico que tiene que jugar un papel, jugar un rol en el desarrollo económico del país”. (2)

En ese sentido, las medidas recientemente divulgadas parecen indicar un avance en la visión oficial sobre el tipo de actores “internos” del modelo.

Aparentemente estaría utilizándose ahora una visión más pragmática porque se diluiría notablemente la forma de propiedad como criterio central de la tipología de actores y se adoptarían parámetros más “técnicos” para identificar una nueva categoría de actores que se apoyaría en indicadores de volumen de activos, niveles de ingresos y número de trabajadores, para diferenciar categorías de entidades. Sería la escala económica lo que ahora permitiría mezclar a “tirios y troyanos” en una definición “elástica” de MYPYMES que abarca lo estatal y lo privado.

Quedaría por ver si el pragmatismo avanzaría hacia un área clave: los límites que se establecerían a la acumulación de esa nueva categoría de actores (MYPYMES), especialmente para su componente privado.

No es un asunto menor pues, en el fondo, se trata de una cuestión fundamental para cualquier sistema económico: alcanzar la combinación óptima de las escalas de los actores que le permitiría al sistema  maximizar la creación de valor.

La discusión pública sobre las PYMES en Cuba usualmente se ha enfocado en cuestiones ideológicas (explotación laboral y efecto socio- político de la acumulación de capital), en parámetros técnicos (cómo diferenciar lo micro, lo pequeño y lo mediano) y en las eventuales normas para su funcionamiento (ley de empresas). Se ha discutido menos sobre el posible impacto de las PYMES en el empleo, la productividad, y la contribución al Producto Interno Bruto (PIB).

Hasta ahora, la discusión sobre las PYMES ha estado relativamente desconectada de la reforma de la empresa estatal y normalmente no se presentan explícitamente las PYMES como una condición previa para poder acometer la reforma de la empresa estatal.

El propio hecho de que tienda a pensarse que una “ley de empresas” pudiera ser la clave para resolver los problemas del tejido empresarial cubano pudiera indicar un serio error de secuencia en la reforma al no asumirse que las PYMES deben encontrase funcionando antes de intentar hacer una reforma de la empresa estatal que probablemente produciría un gran número de trabajadores estatales “excedentes”.

Un tema que habría que debatir a partir de los anuncios recientes es la cuestión acerca de si la inclusión en una misma categoría de PYMES a las entidades privadas y estatales pudiera contribuir positivamente a la reforma, o si eso les restaría precisión a las medidas para transformar el modelo.

El Estado socialista como “catalizador” de empresas privadas: ¿paradoja transformadora?

Normalmente, cuando se abordan las PYMES de lo que se discute es fundamentalmente acerca del desarrollo del sector privado. Eso ocurre en todas partes y el caso cubano no es una excepción.

El punto es importante porque agregar pequeñas empresas estatales a esta categoría de actores (PYMES) no modifica la naturaleza de la discusión. Ciertamente la complejiza, pero el centro del análisis seguiría siendo la manera en que se concibe el desarrollo del sector privado en el modelo económico cubano.

A fin de cuentas, ya existen pequeñas empresas estatales y estas siempre se consideraron como parte del modelo. Lo nuevo seria la incorporación amplia de un actor que no existe hoy en el modelo: la empresa privada nacional. (3)

Una cuestión que a veces parece olvidarse es que, en casi todas partes, la política económica acerca de las PYMES se concentra en un aspecto: la elegibilidad o no de ese tipo de actor (y de sus sub-divisiones) para recibir apoyo estatal. (4)

Las PYMES desempeñan funciones importantes, principalmente en cuanto a la creación de empleos y como “conectores” de actividad económica, especialmente a nivel local. En menor medida, también son un factor de innovación. En términos del número de entidades empresariales, normalmente las PYMES constituyen la gran mayoría del tejido empresarial de los países.

Sin embargo, lo relevante desde el punto de vista de la política económica es que las PYMES tienen grandes dificultades para cumplir esas importantes funciones y, por tanto, necesitan ser asistidas por el Estado. (5)

Si se revisan las leyes sobre PYMES en cualquier parte del mundo, se observa que todas son leyes de “apoyo” y de “fomento” a las PYMES. No son simplemente “leyes de empresas”. No son marcos que se limitan a “regular” las PYMES, sino que se hacen para ayudarlas.

El contenido concreto de las políticas económicas hacia las PYMES generalmente consiste en un variado menú de intervenciones estatales que incluye líneas de créditos blandos, garantías de préstamos, servicios y asistencia técnica, capacitación, e incentivos fiscales, entre otras medidas de apoyo.

Cuatro preguntas claves en materia de PYMES

Volviendo a un posible debate renovado sobre las PYMES en Cuba, habría que hacerse cuatro preguntas claves en relación con la visión que se tiene de ellas como parte del desarrollo del sector privado de un modelo económico.

  • ¿Qué es esencialmente una PYME?
  • ¿Cómo se generan en un sistema económico las empresas grandes en el largo plazo?
  • ¿Cómo se asegura mejor la diversificación económica de un país?
  • ¿Qué tipo de actores económicos tienen los incentivos más fuertes para insistir en que se adopten medidas económicas que sean transparentes y respecto a las cuales funcionen mecanismos de rendición de cuentas por parte del gobierno?

Responderlas en detalle exigiría uno o varios textos largos, de manera que aquí solamente se apuntan algunos breves comentarios.

Más que respuestas lo que se hará a continuación es sugerir posibles puntos de entrada que pudieran ser de utilidad para un debate público sobre las PYMES en Cuba. 

¿Qué es, esencialmente, una PYME?

Comentarios: Debido a la existencia de múltiples definiciones de PYMES, a nivel práctico el énfasis se coloca en identificar dos aspectos.

En primer lugar, cuáles son los criterios para ubicar entidades económicas dentro de una gran categoría que las hace clasificar como recipientes de un tratamiento especial, es decir, que se les permite funcionar con “reglas del juego” especiales.

En segundo lugar, la identificación de posibles sub-divisiones al interior de las PYMES, normalmente mediante la definición de parámetros precisos para precisar cuáles entidades son micro, cuáles son pequeñas y cuáles son medianas, pues ello pudiera implicar un tratamiento diferenciado al propio interior del conjunto de las PYMES.

Usualmente se consideran tres tipos de parámetros: número de trabajadores, valor de los activos y monto de ingresos. Existen muchas variantes acerca de la manera en que deben utilizarse esos criterios, desde concederle mayor peso a uno de ellos hasta utilizar formulas matemáticas ponderadas.

Sin embargo, existen especialistas que recomiendan establecer una categoría de PYMES que considere exclusivamente las pequeñas y medianas empresas (sin establecer diferencias entre ambas), y que permita diferenciarlas de las micro empresas y de las grandes empresas. Es un criterio que se apoya en la observación empírica de que en la práctica las micro empresas raramente se convierten en pequeñas y medianas empresas, por lo que se trata de dos niveles de escala complementarias, pero con poca dinámica de transformación entre esas dos agrupaciones de entidades. (6)

Por otra parte, se considera que a nivel de las pequeñas y medianas empresas existe una marcada intención de transitar hacia una escala mayor y que, aunque las probabilidades de materialización no son altas para muchas de esas empresas, es un fenómeno observable. 

Es decir, se consideran tres tipos de “activos de desarrollo” –micro empresa, PYMES, y grandes empresas- en los que no se considera una dinámica de transformación entre los dos primeros (micro hacia PYMES) que sí existiría entre las PYMES y la gran empresa. La racionalidad de esa tipología empresarial se basa en destacar un atributo fundamental de las PYMES –su alto crecimiento- que las diferenciaría de los otros dos activos (las micro y las grandes empresas).

El corolario sería que la categoría de MYPYMES pudiera distorsionar la visión de la dinámica de las entidades que componen esa gran agrupación y que, por tanto, conviene utilizar la categoría de PYMES en la que no se incluyen las micro empresas.

¿Cómo se generan en un sistema económico las empresas grandes en el largo plazo?

Comentarios: Las grandes empresas son un actor fundamental en la economía desde hace varios siglos, con independencia del entorno político en que deban operar. El mecanismo mediante el cual estas surgen y se consolidan (a veces desaparecen) pudiera ser muy variado, en dependencia de contextos y de épocas.

En el caso de Cuba, todas las grandes empresas nacionales son de propiedad estatal. Parte de ellas fueron el resultado del proceso de nacionalizaciones de la década del sesenta y el resto ha surgido de las nuevas inversiones estatales que se han realizado. Algunas grandes empresas operan bajo la modalidad de negocios conjuntos con capital extranjero.

En términos de la creación de nuevas grandes empresas en Cuba, la visión oficial actual hasta ahora no ha considerado la formación de estas como resultado del aumento de la escala de PYMES privadas, que ni siquiera existen todavía.

La manera en que se presentaron las nuevas medidas parece no haber modificado esa visión. Habría que ver si en el futuro una empresa mediana mixta estatal- privada pudiera convertirse en una gran empresa mixta estatal- privada. Me refiero a una asociación con el sector privado nacional. Este es el aspecto al que se hizo anteriormente referencia en cuanto a los límites de la acumulación privada en Cuba.

¿Se transitaría desde una empresa mediana mixta hacia una empresa grande mixta de manera frecuente?

¿Se establecería que una empresa mediana privada al alcanzar un determinado “techo” de acumulación pudiera tener la opción de seguir creciendo bajo la forma de una empresa grande mixta estatal- privada?

Son preguntas relevantes cuando se trata de definir la función de las PYMES en la formación de tejido empresarial del nuevo modelo, no solamente en cuanto al número y diversidad de entidades, sino también en cuanto a una posible función de las PYMES en la formación de grandes empresas en el sistema económico.

Si se incorporase lo anterior al modelo, entonces, desde la perspectiva de la política económica, el reto consistiría en identificar ex ante las PYMES –especialmente las medianas- que pudieran tener probabilidades de crecer de manera acelerada para poder apoyarlas adecuadamente y convertirlas en un mecanismo de creación de grandes empresas nuevas.

¿Cómo se asegura mejor la diversificación económica de un país?

Comentarios: Existen estudios acerca de la función que han desempeñado las PYMES en la diversificación de la estructura económica de países subdesarrollados, incluyendo la generación de nuevas exportaciones. No parecen existir fórmulas universales, pero la identificación de oportunidades para el empleo de la fuerza de trabajo y de recursos locales generalmente encuentra en las PYMES un actor facilitador. Existen también estudios sobre la función positiva de las PYMES en la reducción de la pobreza, precisamente por sus efectos en la formalización de los mercados laborales. (7)

En el caso de Cuba, las PYMES –más que cualquier otro actor de la economía- pudieran funcionar como el actor decisivo para la amortiguación de los efectos que tendría sobre la empresa estatal una eventual devaluación del peso cubano (CUP) frente a las divisas, en el momento en que se decida acometer la unificación cambiaria, algo que inevitablemente iría acompañado de una fuerte devaluación respecto a la actual tasa oficial de cambio de 1 CUP = 1 USD.

Una devaluación pondría un “premio” a la sustitución de importaciones porque estas se encarecerían, un efecto que sería favorable para modificar la actual estructura de producción y de consumo del país. Mientras mayor cantidad de entidades productivas puedan generar una respuesta de oferta en el menor tiempo posible, en todas las zonas del país, menos traumática seria la restructuración económica derivada de una devaluación.

El posible cierre de empresas estatales o de una reducción sustancial de los niveles de producción de algunas empresas, necesitaría encontrar fuentes de empleo que permitiesen la absorción de la fuerza laboral excedente. Como parte del ajuste de restructuración de grandes empresas estatales, estas pudieran beneficiarse de la subcontratación de actividades a las PYMES.

Las PYMES también pudieran contribuir a una utilización efectiva de recursos nacionales para generar nuevas exportaciones y reforzar las que existen. Al ser entidades pequeñas abaratarían el costo social del necesario proceso de “prueba y error” por el que debería transitar la generación de nuevas exportaciones, y una vez identificadas las variantes promisorias estas pudieran ser amplificadas por otras empresas.

 No se trata de que exista garantía de que esos procesos funcionen con total efectividad. La realidad económica de las PYMES es demasiado compleja y las fragilidades son muchas, de manera que no hay que idealizar todo esto, pero lo cierto que las PYMES son un actor con el que no se cuenta hoy y que pudiera funcionar como un activo adicional en un proceso de transformación económica que pudiera ser complicado, largo y doloroso.

¿Qué tipo de actores económicos tienen los incentivos más fuertes para insistir en que se adopten medidas económicas que sean transparentes y respecto a las cuales funcionen mecanismos de rendición de cuentas por parte del gobierno?

Comentarios: Uno de los principales retos del proceso de ampliación de los mecanismos de mercado cuando se parte de un esquema de gestión altamente centralizado es el reto de la competencia y su regulación.

La eliminación de comportamientos monopolistas, rentistas y corruptos en mercados que incrementan sus funciones en el sistema económico necesita no solamente de regulaciones efectivas “desde arriba”, sino de mecanismos de retroalimentación y de acción “desde abajo”. En el marco del modelo cubano, el mercado necesita entidades que “ganen” con un funcionamiento no monopolizado y transparente del mercado.

La pregunta clave es entonces: ¿qué tipo de actores, debido a su escala y menor nivel relativo de desarrollo, tendrían los incentivos más fuertes para apoyar una reforma económica apoyada en una expansión de los mecanismos del mercado, en regulaciones transparentes y en una efectiva rendición de cuenta de todos los actores?

Cabría esperar que aquellas entidades más interesadas serían los actores que no tienen capacidad para imponer condiciones a otros. Es decir, son principalmente las pequeñas y medianas empresas privadas las más interesadas en insistir en mercados regulados anti monopólicos, transparente y con mecanismos de rendición de cuentas.

Las grandes empresas, por su parte, generalmente están más interesadas en transformar su poder económico en privilegios y tienen incentivos para “adecuar” la competencia, incluyendo el “lobby” para mantener o crear barreras de entrada en el mercado.  

Es interesante que hay autores (p.ej. Gibson) que consideran que las micro empresas no tienen grandes incentivos para apoyar de manera activa las reformas económicas porque su escala ínfima y su familiaridad con las zonas “grises” de la economía condicionan mecanismos de sobrevivencia que no están generalmente disponibles a las empresa pequeñas y privadas. Es una conclusión que se apoya en estudios de caso, pero que es debatible porque depende mucho de contextos específicos.

Es el tipo de fenómeno que necesita ser mejor documentado y más estudiado en Cuba. Por ejemplo, el fenómeno de los “coleros” y “revendedores” pudiera estar asociado a un proceso de capacidad de adaptación de lo micro (en este caso de manera ilegal y éticamente condenable) que normalmente no existe en el caso del trabajador por cuenta propia (TCP) con negocios de mayor escala y mejor imbricados en la legalidad. No se trata, para nada, de justificar el proceso, sino de tratar de entender sus posibles lecciones.

Resumiendo,

La consolidación de lo que parece ser la implementación de una visión pragmática respecto a las funciones del sector privado nacional, eventualmente mediante la legalización de PYMES privadas, se beneficiaria de un debate público que pudiese abordar al menos los siguientes cinco aspectos:

  • Si bien la urgencia debería consistir en políticas “express” para establecer legalmente PYMES privadas, en el mediano plazo el acento debería desplazarse hacia políticas “normales” de apoyo a las PYMES. La legalización de las PYMES privadas pudiera hacerse de manera rápida con normas de menor rango que una ley. Más adelante pudiera aprobarse una ley de PYMES, que incluya el componente de apoyo.
  • La combinación de PYMES privadas y estatales pudiera tener un efecto retardatorio en el proceso de legalización de las PYMES privadas, las cuales serían en realidad el nuevo actor económico. Lo urgente es establecer legalmente PYMES privadas y eso es un proceso con necesidades específicas que poco tienen que ver con las pequeñas y medianas empresas estatales, las cuales ya son legales y se encuentran operando.
  • La agregación de las pequeñas y medianas empresas estatales a la categoría de PYMES pudiera ser un proceso posterior, enfilado a resolver el eventual tránsito de entidades medianas (estatales y privadas) hacia empresas grandes. Es un proceso relacionado con la manera en que el modelo económico produciría empresas grandes nuevas y con la discusión acerca de los límites a la acumulación privada en el marco de las PYMES.
  • La adopción de una categoría de PYMES que solamente incluya medianas y pequeñas empresas privadas parece ser más adecuada que la abultada categoría de MYPYMES, la cual coloca al mismo nivel un tipo de entidad (micro empresa) que tiene características muy distintas a las pequeñas y medianas empresas en cuanto a dinamismo y en cuanto a capacidad para “graduarse” hacia entidades de mayor escala.
  • Lo que parecería ser una continua segmentación de mercados en función de la moneda que se utilice (dolarización parcial) no es compatible con el avance hacia un tejido empresarial con alta presencia de PYMES, la mayoría de las cuales difícilmente serían entidades exportadoras. Es decir, enlazar la dinámica de crecimiento de las PYMES a la capacidad individual de estas de “cerrar” ciclos (posibilidad de “gastar” divisas porque se tiene la capacidad para ingresarlas) equivaldría a un esquema de “dos carriles” en el cual probablemente la mayoría de las PYMES se vean constreñidas a una trayectoria de bajo crecimiento y desconectadas de las PYMES dolarizadas.

Notas

1 Oscar Figueredo Reinaldo, Yunier Javier Sifonte Díaz, Dianet Doimeadios Guerrero, Roberto Garaycoa Martínez. “Alejandro Gil: Está en nuestras manos que la economía crezca y se desarrolle”, Cubadebate, 25 de julio de 2019 http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/07/25/alejandro-gil-esta-en-nuestras-manos-que-la-economia-crezca-y-se-desarrolle-video/#.XxlR6uexU-U

2 “Transcripción de la Entrevista de RT al Ministro de Economía de Cuba Alejandro Gil”, blog Segunda Cita, 20 de febrero de 2019, https://segundacita.blogspot.com/2020/02/transcripcion-de-la-entrevista-de-rt-al.html

3 Robert McIntyre. “The Role of Small and Medium Enterprises in Transition: Growth and Entrepreneurship”, Research for Action 49, World Institute for Development Economics Research (WIDER), 2001

4 OECD. “Strengthening SMEs and Entrepreneurship for Productivity and Inclusive Growth”. Background document to the OECD Ministerial Conference on Small and Medium-sized Enterprises, 22-23 February 2018, Mexico City http://www.oecd.org/publications/strengthening-smes-and-entrepreneurship-for-productivity-and-inclusive-growth-c19b6f97-en.htm

5 Levine, Ross, 2006, “Should Governments and Aid Agencies Subsidize Small Firms?” en Lael Brainard (ed.), Transforming the Developing Landscape: The Role of the Private Sector, Brookings Institution, 2006 http://www.brook.edu/press/books/transformingthedevelopmentlandscape.htm

6 Tom Gibson, “Defining SMEs: A Less Imperfect Way of Defining Small and Medium Enterprises in Developing Countries”, Brookings Global Economy and Development, September 2008.

7 Brainard, Lael, 2005, “Expanding Enterprise, Lifting the Poor: The Private Sector in the Fight Against Global Poverty,” proceedings of the Brookings Blum Roundtable, Brookings Institution, August 2005 http://www.brookings.edu/global/200508aspen.pdf ;  Tran Tien Cuong, Le Xuan Sang,  Nguyen Kim Anh, “Vietnam’s  Small  and  Medium  Sized  Enterprises  Development:  Characteristics,  Constraints  and  Policy  Recommendations’’,  in Lim, H. (ed.), SME in Asia and Globalization,  ERIA Research Project Report 2007-5, pp.323-364. https://www.eria.org/Vietnam%E2%80%99s%20Small%20and%20Medium%20Sized%20Enterprises%20Development_Characteristics%2C%20Constraints%20and%20Policy%20Recommendations.pdf

Fuente: https://elestadocomotal.com/2020/07/23/las-pymes-y-la-reforma-del-modelo-cubano-ayudame-que-yo-te-ayudare/